La floresta del odio

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Redacción. Barcelona (España), martes 28 de septiembre de 2021. Todo lo que es odioso crea clima de odio. No hay ojo humano, por muy ciego que sea, que no vea que la floresta del odio está actualmente en Moncloa. Unos la ríen con regocijo y otros la sufren por lo mucho que el odio les repugna y les daña.

Sr. Sánchez, Sr. Bolaños, Sra. Montero, Sr. Marlaska, otros del pasado reciente y algunos más actuales «ocupantes» de sillones, son exitosos cultivadores y promotores de esos climas que tanto lucen en su floresta. ¡Qué bien distinguen el trigo de la cizaña! Arrancan el primero y lo echan a la hoguera populacho, mientras siguen regando, limpiando, abonando la cizaña para la exuberancia de su floresta.

Sr. Presidente y demás colegas, es odioso su exhibicionismo que es lo único que los españoles ven salir de Moncloa; eso y mentiras, odiosas por constantes, reiterativas, abundantes, tapaderas, gruesas y menudas pero incesantes.

Nuestro gran Cervantes decía: «La verdad puede enfermar, pero no morir del todo». Si por el Presidente y compañía fuese, la verdad estaría enterrada, sin darle opción siquiera a una UCI. Vds. siguen también la consigna de O’Neil: «Miente, antes de que sea demasiado tarde para mentir». La mentira es odiosa para las mentes educadas de muchos españoles; pero no odian por eso.

Sr. Presidente, si al menos sus acciones casasen algo con su retórica. Por el contrario, la retórica es hueca y solo oculta mentiras, engaño, falacia y cinismo. Eso es muy odioso y repugnante para todo ciudadano honrado; los otros lo tragan como veneno alimenticio; yo desearía que les aprovechase si no fuese porque lo van vomitando por todos los medios de difusión a su alcance, que son muchos y bien subvencionados con los dineros que se sustraen para incrementar, y no para acortar las colas del hambre. ¡Y eso es muy odioso!

El abandono, el olvido, la indiferencia hacia tanto pobre como han aumentado en los años de gobierno –eso es aporofobia, odio al pobre-. Es un cultivo en su floresta que realizan privando a los pobres, a los trabajadores, a los jóvenes y demás, de los muchos dineros que desvían para nepotismo, chiringuitos, su avioncete, su macro-ejecutivo y toda su parafernalia, para comprar votos legalizando lo ilegal, para contentar a socios enemigos declarados de España, para cultivar dialectos que desguacen la Lengua, etc. etc. Todo con dinero sustraído, sí, porque ellos son los destinatarios y, como a los parados de la Andalucía PSOE, se les priva para provecho de sillones y para la compra de votos.

De Moncloa sale, como del volcán de La Palma, el magma permanente de insultos al adversario político. Eso es muy odioso y, con ello, crean mucho odio. Salen también abundantes leyes de género y de muerte, en vez de leyes de vida y que ayuden al pueblo. Son leyes cargadas de odio hacia uno, unos, muchos sectores de la ciudadanía; son absolutamente odiosas esas leyes, porque solo consiguen crear y fomentar odios.

De Moncloa sale adoctrinar a los niños pequeños en ideología odiosa que está creando mucho clima porque induce a los niños contra su propia naturaleza, su cultura y su querido medio familiar, crea en los niños inquietud e inseguridad enfermiza y destructiva. ¿Será por odio a los niños? Parece una extensión del odio a los no nacidos, esos que directamente son destruidos, algo absolutamente odioso y que el gobierno fomenta para multiplicar el odio.

De Moncloa o de sus aledaños salen las hordas violentas, armadas de odio a repartir insultos, pedradas, acoso, pintadas, destrucción y miedo. “Nada perturba tanto la vida humana como ignorar el bien y el mal”; lo decía ya Cicerón, y Moncloa lo ignora, pero España lo sufre.

Y Vd., Sr. Sánchez, y su gobierno, hacen justamente lo que ya Aristóteles les advertía: «Apuntando a otro sitio, es muy difícil dar en el blanco». Eso es exactamente lo que están haciendo desde Moncloa, apuntar a otros: a partidos rivales, asociaciones, cristianos, Guardia Civil, etc. En el blanco no dan ni una, pero blanquear lo hacen a diario, es que no sueltan la brocha; empezando por su propia floresta y siguiendo por sus socios todos, auto-declarados odiadores de España y los españoles, de sus símbolos, sus instituciones, la Constitución, las leyes: todos blanqueados, lavaditos de toda mancha esos odiadores.

Desde el gobierno se calla (o sea, se lava) todo el odio que procede de los múltiples sesgos zurdos, que son muchos y provocan odiosas acciones de continuo, como ya he mencionado. La lavadora para todo eso tiene que ser de dimensión super-industrial. Al mismo tiempo, desde el gobierno se publicita, se sobre-dimensiona, se atribuye, se acusa e incluso se legisla despiadadamente contra quienes obran con respeto, con patriotismo, con defensa de la vida, con protección para los españoles que son discriminados frente a intrusos, aprovechados o incluso delincuentes.

Nos lo dejó dicho con meridiana claridad Stendhal: «La fuente del odio está en que los mediocres aborrecen absolutamente a quienes tienen más ingenio que ellos». Cierto, porque cuanto más pequeño es un corazón, más odio alberga. Y de esto en Moncloa tenemos más muestras que en toda España junta.

Nadie en España necesitaba consultar al Comité ese del odio, solo en Moncloa se plantearon hacerlo con total urgencia para tapar lo clamoroso y barrerlo para debajo de las alfombras. Todo lo odioso cultiva odio y en la floresta de la Moncloa encontramos surtido para inundar España entera.

1.- Sánchez (Pedro Sánchez Pérez Castejón, presidente de Gobierno de España)

2.- Bolaños (Félix Bolaños García, ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática del Gobierno de España desde julio de 2021).

3.- Montero (Irene Montero Gil, ministra de Igualdad).

3.- Marlaska (Fernando-Grade Marlaska, ministro de Interior).

Isidro García Getino