La frustración en el Campo Nuevo escenificó el renacimiento del extremo belga Yannick Carrasco

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FOTOGRAFÍA. ESTADIO CAMPO NUEVO DE FC BARCELONA (BARCELONA) ESPAÑA, 30.06.2020. El centrocampista del Atlético de Madrid Saúl Ñíguez (4d) celebra con sus compañeros su gol, segundo del equipo ante el FC Barcelona, durante el partido de La Liga que FC Barcelona y Atlético de Madrid disputaron en el estadio Campo Nuevo de FC Barcelona (Barcelona). Efe

Efe – La igualada del Atlético de Madrid ante el Barcelona este martes (2-2) escenificó el renacimiento del extremo belga Yannick Carrasco, que fue el mejor del equipo y provocó dos penaltis, al tiempo que renovó una frustración: la del entrenador argentino Diego Pablo Simeone en el Camp Nou, donde sigue sin ganar. Barcelona (España), miércoles 1 de julio de 2020. 

Veloz, vertical, desequilibrante, peligroso y efectivo en las cabalgadas al generar dos penaltis a favor, Yannick Carrasco recordó anoche sobre el estadio barcelonista al jugador que fue en su etapa anterior de rojiblanco, antes de marcharse a la aventura del fútbol chino, del que regresó este mes de enero al Atlético.

El extremo belga saltó de inicio -como ha hecho en tres de las seis jornadas disputadas desde la reanudación de La Liga Santander, ya que también formó en el once ante el Athletic y el Levante- y fue una pesadilla para la zaga azulgrana cuando contó con espacios.

Una arrancada suya en el primer cuarto de hora desde la línea divisoria del centro del campo, superando por velocidad a Gerard Piqué, acabó con su derribo en el área por el chileno Arturo Vidal y el primer penalti favorable al conjunto rojiblanco.

Antes había puesto un pase de gol cantado en un saque de falta que ni el uruguayo Josema Giménez ni Diego Costa remataron por centímetros.

Y el segundo tanto rojiblanco también llegó por un penalti provocado por él, en un levísimo toque del portugués Nelson Semedo.

«Está volviendo a ser aquél Carrasco que conocíamos: decisivo, vertical, determinante en el final de jugada, y me pone contento», manifestó tras el encuentro Diego Simeone, satisfecho por el rendimiento del extremo de 26 años.

Una actuación para enmarcar de un futbolista cuyo sorprendente regreso desde China en el último día del mercado de traspasos de enero apenas había dejado notas para el análisis.

Tuvo minutos nada más incorporarse en el derbi contra el Real Madrid, media hora la semana siguiente ante el Granada, participaciones sueltas ante Valencia y Sevilla, y una titularidad ante el Espanyol, pero poco más se había sabido de él antes de la pandemia.

«Sabíamos que estaba en dificultad al principio, que hizo un esfuerzo enorme, lo está haciendo, y los resultados son cada día mejores (…) En Bilbao jugó un buen partido, los minuto que le tocó también lo hizo bastante bien y hoy redondeó posiblemente el mejor partido desde que volvió al equipo», analizó Simeone tras el duelo del Camp Nou.

Ese mejor momento coincide con una etapa clave para el extremo belga, que se juega en lo que queda de campeonato su futuro, ya que su retorno al Atlético fue en calidad de cedido por el Dalian Professional chino, una cesión inicialmente pactada hasta el 30 de junio, pero ampliada hasta el fin de la temporada, que será en agosto por los efectos de la pandemia en el calendario.

Las miras del extremo belga van más allá, a la próxima campaña, y actuaciones como las del Camp Nou acercan su continuidad y le ofrecen un escaparate en el fútbol europeo, donde el extremo quiere volver a sonar pensando en la Eurocopa 2021.

LA FRUSTRACIÓN DE SIMEONE 

El empate 2-2 no le sabe mal al Atlético teniendo en cuenta que conserva al menos dos puntos de ventaja en la pelea por el tercer puesto con el Sevilla y siete de renta para los puestos de Liga de Campeones con el Getafe, que tiene un partido menos; pero ahonda en la racha negativa del entrenador argentino Diego Pablo Simeone en el Camp Nou, donde sigue sin conseguir la victoria.

Con la igualada de este martes, son 13 encuentros del Atlético de Simeone en el coliseo azulgrana entre todas las competiciones, con el balance de seis empates y siete derrotas.

Bien es verdad que entre ellos está el 1-1 con el que el Atlético fue campeón de la Liga 2013-14 en un duelo directo, pero sigue sin proclamarse vencedor en el feudo culé.

Para encontrar el último triunfo rojiblanco en el Camp Nou hay que retroceder 14 años, al 5 de febrero de 2006, cuando el equipo entonces dirigido por Pepe Murcia ganó por 1-3, con dos goles de Fernando Torres en su primera etapa como rojiblanco, uno del argentino Maxi Rodríguez y el tanto del sueco Henrik Larsson para los locales.

Es casi otra época para el Atlético, que por aquel entonces era aún un equipo buscando su lugar después de haber retornado del ‘infierno’ de la Segunda División, que llegó a encadenar siete derrotas consecutivas en el Camp Nou, la última ya con Simeone en el banco (4-1, en diciembre de 2012).

Ahora, instalado de forma continua entre los grandes de Europa durante las últimas temporadas, el Camp Nou sigue siendo terreno no conquistado para las huestes de Simeone, que tendrá que esperar a la siguiente campaña para superar una frustración permanente en su trayectoria en el banquillo rojiblanco.