Efe – Instituciones y partidos políticos catalanes han expresado este jueves un clamor unánime contra la decisión de Nissan de cerrar sus centros de trabajo en Barcelona, si bien desde la oposición se han lanzado también críticas al Govern y al Ayuntamiento de Barcelona por no haber sabido impedirlo. Barcelona (España), viernes 29 de mayo de 2020.
Ha sido una jornada intensa de reuniones, declaraciones y comunicados de reacción al anuncio del cierre de las plantas de Nissan en Barcelona, que dejará sin empleo a 3.200 trabajadores directos y amenaza a 20.000 más, un golpe duro para la industria catalana, y más aún al coincidir con la crisis del coronavirus.
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha prometido hacer todo lo que esté en sus manos para evitar el cierre y ha apelado al Gobierno español a sumar esfuerzos con «unidad institucional».
Asimismo, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha pedido al conjunto de fuerzas políticas «máxima unidad» con las administraciones para defender el proyecto de futuro de Nissan en el área metropolitana.
Desde la oposición, la líder de Ciudadanos en Cataluña, Lorena Roldán, ha anunciado que el grupo naranja en el Congreso está trabajando en un «Plan Nacional de Industria» que contemplará medidas para ayudar a las familias que pierdan su empleo en Nissan, cuyo cierre cree que debe tener una «respuesta política».
Roldán también ha dedicado críticas a «Colau y compañía», por haber «renegado del sector» de la automoción, y al Govern: «Espero que al separatismo no le dé por volver a sembrar el caos. Lo último que necesitamos ahora es que nadie quiera invertir aquí».
El PSC ha expresado su «rechazo a la decisión» de Nissan y ha reclamado a la compañía que ahora «se haga corresponsable» de la situación generada.
Según el PSC, hay que «garantizar que Cataluña siga siendo centro importante de producción automovilística y de movilidad» y, en este sentido, lamenta los «diez años de falta de inversión por parte de la empresa en Cataluña y la falta de política industrial decidida por parte de la Generalitat y los anteriores Gobiernos de España».
Aún más crítico se ha mostrado el diputado del PPC en el Parlament Santi Rodríguez, que ha señalado que su partido presentó enmiendas para aumentar la dotación económica del plan de apoyo al sector del automóvil en la tramitación de los últimos presupuestos de la Generalitat, «pero JxCat, ERC y la CUP lo rechazaron».
«Resulta complicado mantener proyectos empresariales como Nissan en Cataluña con administraciones que van en contra, como el Ayuntamiento de Barcelona, o con proyectos políticos revolucionarios que generan inestabilidad e incertidumbre», ha afirmado.
Por su parte, Catalunya en Comú ha instado a Nissan a «agotar todas las vías de negociación y explorar las alternativas propuestas para dar continuidad a su proyecto industrial en Cataluña».
En el flanco independentista, ERC y el PDeCAT han coincidido en exigir a la dirección de Nissan que rectifique la decisión de cerrar sus centros de trabajo en Barcelona y actúe con «responsabilidad».
JxCat, en un comunicado, ha tildado de «grave equivocación» el cierre de las plantas de Nissan en Cataluña, que considera «viables» y, por ello, apoyará al Govern para que busque «soluciones» que permitan a la compañía «revertir» su decisión de marcharse.
El diputado de la CUP en el Parlament Vidal Aragonés ha propuesto «nacionalizar» la planta de Nissan si la compañía acaba marchándose.
Mientras tanto, la Diputación de Barcelona ha aprobado una declaración institucional en la que expresa su «total apoyo» a los trabajadores de Nissan y muestra su preocupación por las consecuencias de una medida «tan dura» como es este cierre.
