Efe – La agente de la Guardia Urbana de Barcelona Rosa Peral quería «recuperar» a su amante y compañero de patrulla Albert López y para ello negaba «a toda costa» mantener una relación con su pareja, el también policía Pedro Rodríguez, las semanas previas a que éste apareciera asesinado. Barcelona (España), jueves 5 de marzo de 2020.
Así lo han sostenido peritos informáticos que han analizado el contenido de los teléfonos móviles de Rosa y Albert, acusados de asesinar la madrugada del 1 al 2 de mayo de 2017 a Pedro, cuyo cuerpo fue hallado en el maletero de su coche carbonizado en las inmediaciones del pantano de Foix.
«Del estudio de tarificación se deduce una relación sentimental entre Rosa y Albert y entre Rosa y Pedro en un triángulo amoroso», ha señalado uno de los expertos, quien ha asegurado que, de hecho, «lo que quería Rosa era recuperar a Albert negando a toda cosa tener una relación con Pedro».
Para defender esta tesis, ha apuntado a numerosos «elementos objetivos», como el anillo de compromiso que el acusado le regaló semanas antes del crimen y que ella lucía en ocasiones, las conversaciones de whatsapp que han interceptado y las visitas que Albert realizó al domicilio de Rosa «cuando Pedro no estaba».
«Todo se analiza de forma globalizada, se tiene en cuenta el estudio de tarificaciones, los correos electrónicos y audios y, contextualizándolo, se desprende que entre Rosa y Albert había más que una amistad», ha recalcado antes de recordar que «el único nexo» que el acusado tenía en Cubelles (Barcelona) era la procesada.
Asimismo, los peritos han insistido en que hasta el día 9 de mayo Rosa y Albert mantuvieron una comunicación fluida y ella incluso lo invitó a casa con sus hijas, pero que a partir de entonces, coincidiendo con el inicio de la investigación policial, se volvió «más seca».
«Parece que a partir del día 9 Rosa pasa más de Albert, mientras que él da más apoyo, se ofrece a ayudarla, a ir a verla y saber cómo está», han agregado.
En esta sesión del juicio ha vuelto a surgir la fotografía de una mano ensangrentada que se encontró en el móvil de Rosa y que, según los Mossos d’Esquadra que lideraron las pesquisas, fue tomada el 2 de mayo a las 10 horas, poco después de presuntamente cometer el crimen.
Una imagen que ha vuelto a ser el foco después de que la defensa de Rosa, la abogada Olga Arderiu, cuestionara si alguien podría habérsela enviado en lugar de haberla hecho ella misma, una hipótesis que los peritos han rechazado de pleno.
«Técnicamente no tenemos ni idea de la procedencia de la foto, pero sabemos que está archivada (…) y que sólo puede haber sido enviada o generada (desde el móvil de Rosa)», han zanjado.
Rosa y Albert enfrentan una petición fiscal de hasta 25 años de cárcel por el asesinato con alevosía de Pedro en un caso en el que ambos niegan ser los culpables y admiten únicamente haber sido cómplices, el uno por amor y la otra por temor.
