La víctima: «Los independentistas no me mataron porque Dios no quiso, la vida se me iba»

0
2543
FOTOGRAFÍA. SABADELL (BARCELONA) ESPAÑA, 22.02.2020. Vista de Aaron, el joven catalán, nacido de Barcelona, una de las 5 víctimas de la brutal agresión ideológica cerca de la Avenida Meridiana de Barcelona, atacadas indiscriminadamente por un grupo de al menos 20 cobardes independentistas, armados de objetos contundentes, supuestamente miembros o simpatizantes de los grupos llamados «Comités de Defensa de la República Catalana» (CDR), el pasado domingo, 16 de febrero de 2020. Lasvocesdelpueblo (Ñ Pueblo)

Redacción – Cerca de la Avenida Meridiana de Barcelona, «los independentistas iban todos de negros, entre ellos habían unos» con ropa de «militar, tapados hasta que no se veía que sus ojos; había una chica, todos de unos 25 años, ninguno superaba la treintena». (Se emociona el entrevistado). «Pues, nada, yo pensaba que la vida se me iba y sin comerlo ni beberlo». «Los independentistas no nos mataron porque, supongo, escucharían la sirena de un coche de patrulla de Policía o algo… Yo estaba a un paso de quedarme paralítico a causa de los golpes recibido. Y, creo que quedarme paralítico era un mal menor; yo creo que me pudieran haber matado a golpes. No nos mataron porque Dios no quiso. Yo pensaba que me moría; yo pensaba que (los independentistas) me habían matado. Yo (decía) ¡«mamá», «mamá»! Porque pensaba que me habían matado en ese momento. Sinceramente, no sé en qué momento se fueron. Yo temía por mi vida; temía». Así explica una de las cinco víctimas de la agresión perpetrada por los grupos independentistas el pasado domingo en la Avenida Meridiana de Barcelona, después de asistir a la manifestación contra los entonces 126 cortes consecutivos de esta principal avenida de Barcelona que sirve para unir la ciudad de Barcelona con las autopistas C-33 y C-58 y la autovía C-17. Barcelona (España), domingo, 23 de febrero de 2020.

VÍDEO. Sabadell, 22.02.2020. Unos de los cinco catalanes, vecinos de la ciudad de Barcelona, atacados con extrema violencia por el separatismo, con objetos contundentes, explica como sus verdugos le perdonaron la vida aquél día, a unos 300 metros del lugar, que pocos instantes antes del ataque, estuvieron manifestándose contra los cortes de la Avenida Meridiana por parte del mismo separatismo.

Aaron, que por su seguridad difuminaremos su cara en el vídeo y las fotografías y no facilitaremos sus apellidos, un joven catalán nacido en Barcelona, es uno de las cinco víctimas de la brutal agresión ideológica cerca de la Avenida Meridiana de Barcelona (Cataluña), perpetrada por un grupo de «al menos 20» cobardes «independentistas«, armados de objetos contundentes, supuestamente miembros o simpatizantes de los grupos violentos amarillos llamados «Comités de Defensa de la República Catalana» (CDR),

La víctima argumenta que por «miedo» de convertirse en el verdugo, haciendo un Parte Médico o presentando una «denuncia» en una comisaria de los Mozos de Escuadra, al estar esas instituciones regionales catalanas en manos de funcionarios separatistas —lamentado la víctima—, ha querido dar todos los detallas de la agresión este sábado, 22 de febrero de 2020, durante una entrevista con el digital español Lasvocesdelpueblo (Ñ Pueblo); seis días después de los hechos acaecidos el pasado domingo, 16 de febrero de 2020, sobre las 19:40 horas y «a unos 300 metros» de la Estación de autobuses de Fabra y Puig junto a la Estación de Metro San Andrés Arenal del barrio barcelonés de San Andrés de Palomar, distrito de San Andrés de Barcelona.

El ataque cobarde ocurre cuando los cinco jóvenes catalanes, procedentes de la manifestación contra los cortes consecutivos de la Avenida Meridiana se disponían a entrar al aparcamiento ubicado cerca de la calle Monjas esquina con la «calle Once de Septiembre», a recoger su coche y volver a casa. Barcelona (España), domingo 23 de febrero de 2020. 

Según la víctima, los separatistas iban armados de objetos contundentes como: «(Las Porras de) Defensa Extensible, palos, piedras; que tenían allí una bolsa de runas», etc..

Por su parte, una de las cinco víctimas llevaba una «bandera de España, la rojigualda sin ningún símbolo político ni nada». Era la bandera de España actual (constitucionalista). «Tampoco no era desplegada, era enrollada. Llegábamos pues, a recoger el coche después de la manifestación pacífica» de Fabra y Puig con San Andrés Arenal.

El agredido explica que, como el resto de vecinos del distrito de San Andrés de Barcelona y los de toda la provincia, incluso turistas, su motivación para ir a la manifestación, convocada por una plataforma que se hace llamar «Catalanes por España», era por los cortes abusivos de la Avenida Meridiana. «Yo soy un vecino» de la zona. «Vi (el cartel) por WhatsApp y me pareció una buena idea». «Como simple ciudadanos, normal y corriente, fui allí» a denunciar esos cortes de la Avenida Meridiana.

Aaron: «Primero quiero dejar claro que no todos los independentistas no son malos. Creo que se haya infiltrado un grupo de (violentos) que estén dispuesto a matar, porque me podrían haber matado…, se ha infiltrado (en el independentismo) un grupo muy agresivos, que incluso los (propios) independentistas les tendrían que temer. Porque, a lo mejor, (…) tarde o temprano, «el perro puede morder la mano que le da de comer» cuando no le guste una decisión de este Gobierno de la Generalidad de Cataluña», ha dicho.

Concreta que los atacantes separatistas (…) «iban todos (vestidos) de negros. Entre ellos, habían unos» con vestimenta «militar, tapados hasta que no se veía que los ojos. Había una chica. Todos, de unos 25 años, ninguno superaba la treintena». (Se emociona el entrevistado). «Pues, nada, yo pensaba que la vida se me iba y sin comerlo ni beberlo. Soy un ciudadano normal y corriente. No estoy acostumbrado a eso. Cuando sienta los golpes de palos, los puñetazos, los «te voy a matar, te voy a matar» (…) fue muy duro», explicó el joven catalán.

Respecto al resto de agredidos, los 4 manifestantes de unos 20 años, «uno de ellos también recibió golpes en la cara, cabeza y en el brazo. Al siguiente manifestante le rompieron el brazo a golpes de palos y los otros dos manifestantes están con magulladuras por todo el cuerpo. Por desgracia, el más afectado fui yo», ha dicho a Lasvocesdelpueblo.

La víctima añade que: «supongo que los independentistas no nos mataron porque escucharía la sirena del coche patrulla de la Policía o algo. Yo estaba a un paso de quedarme paralítico a causa de los golpes recibido. Y, creo que quedarme paralítico era un mal menor; yo creo que me pudieran haber matado a golpes. Yo creo que pararon (la agresión) porque había dos señoras chillando. Yo perdí un poco (la consciencia). (…) No nos mataron porque Dios no quiso. Yo creo que (la agresión) duró unos 15 o 20 segundos. Todo para mí fue muy rápido; muy rápido», puntualiza Aaron.

El agredido recalca que: «Yo, sinceramente, en ese momento me acordaba de mi familia. Yo pensaba que me moría; yo pensaba que (los separatistas) me habían matado. Yo (decía) «mamá», «mamá»» para despedirme de mi madre y mi familia «porque pensaba que me habían matado en ese momento. Sinceramente, no sé en qué momento se fueron. Yo temía por mi vida; temía», dice visiblemente emocionado.

Por lo que tras recuperar la consciencia y cuando los agresores «asesinos» separatistas ya les habían perdonado la vida y se habían marchado, «de allí me fue a mi casa; no quería asustar a mi familia ya que tengo mis padres enfermos y no les quería dar un disgusto», ha subrayado a Lasvocesdlepueblo. 

Llegado a casa, «me curé las heridas como pude. Me puse el hielo. Me metí en la cama».

La víctima de la Avenida Meridiana de Barcelona añade que decidió finalmente ir al médico «por los mareos que me entraban. Yo temía que era algo más grave. Decidí ir al médico cuando los mareos eran muy fuerte (…); me dolía la cabeza. Entonces, yo pensaba que» los golpes a mi cabeza me habían causado «un derrame cerebral» —Derrame cerebral: cuando se rompe o daña un vaso sanguíneo en el cerebro, permitiendo así que la sangre escape hacia el cerebro—. «Por que esos dolores y mareos no eran normales», ha precisado. 

Sin embargo, continúa explicando el vecino de Barcelona, «gracias a Dios y con mucha suerte, estoy bien» aunque «hayan pasado 6 días» y de vez en cuando «tenga mareos».

Preguntado por si ha hecho un Parte Médico o presentado una denuncia en una Comisaria de los Mozos de Escuadra, la víctima explica: «Pues… imagínese qué pienso yo de los jueces y de los político en Cataluña. Creo que de ser agredido pasaría a ser el agresor». «Yo temo que me traten como un individuo peligroso… o que los mismos Mozos de Escuadra, que sabemos que den informaciones a los CDR», acaban yendo contra mí o facilitando mis informaciones a los CDR.

«No fue al médico» para hacer el Parte Médico «y me lo ofrecieron» y yo me lo pensé y descarté esa opción porque hoy en día en Cataluña hay un buen número de «doctores» y enfermeras que apoyen el separatismo, ha dicho. «Entonces te da miedo de decirle la verdad porque, además, (el médico) va a pensar que soy yo el agresor. Encima van a pensar que soy yo que he ido a buscar gresca» -afirma y añade- «porque ya sabemos lo que pasa aquí en Cataluña: el agredido pasa a ser el agresor porque habla español, porque lleva una bandera constitucional de España, porque defiende la Constitución española… Yo prefiero ocultarlo. Ya se le he dicho, tengo una hermana pequeña y no quiero que repercute a ella y a (toda) mi familia. Imagínese el miedo y el pavor que tenemos», ha dicho.

Preguntado por lo que pasó para que de repente los atacantes separatistas deciden perdonarlos la vida, el joven catalán explica: «Muy sencillo. Porque había dos señoras allí» durante la agresión. «Estaba una de ellas llamando a la Policía y chillándoles de que estaba llamando a la Policía».

Aaron asegura que por «desgracia» tuvo que mentir a los médicos ante la duda de que los profesionales de sanitarios que le atendieron sean «independentistas», ha dicho. ««Me intentaron robar», eso es lo que dije a los médicos. Fue una buena escusa para salir del paso ya que decir la verdad a esos médicos podría ser peligroso para mí. Entonces… más vale una mentira piadosa que las repercusiones futuras», precisó durante la entrevista.

Después de recordar que tras la agresión sufrida nació una amistad entre las cinco víctimas, que de hecho se han citado para «recordar» juntos lo ocurrido haciendo un café los próximos días, el agredido ha dicho que tuvo que volver a su lugar de trabajo con todos los dolores, inventado otras escusas y «tomando calmantes».

El catalán agrega que ni es antiseparatismo ni odia al independentismo sino que quiere vivir en una Cataluña en paz. Por lo que sugiere a los separatistas recurrir a la vía legal para sus fines secesionistas ya que para Aaron, cuando «una minoría» imponga sus ideas a una mayoría, «en los libros de historia se lo llama fascismo».

Respecto a la ideología del entrevistado, al ser preguntado por ello, el vecino de Barcelona arrellana que se siente identificado por «la izquierda» catalana leal a España. «Me considero republicano», ha precisado.

En este sentido, ha recalcado que ante la emergencia sociopolítica actual en toda España y principalmente en Cataluña, Las Vascongadas (País Vasco) y Navarra, él prefiere estar en el bando de toda aquella persona que defienda la Unidad nacional, la paz social y la convivencia con civismo en Cataluña porque ama a su familia y quiere seguir viviendo con ella, junto a los más de 7 millones de catalanes, en paz.

«Me considero republicano pero, republicano español. Como los antiguos filósofos de Izquierdas decían: «mejor una España franquista antes que una España rota»». El agredido se pregunta «¿dónde han pasado los filósofos de izquierdas? ¿Por qué no han vuelto a sacar esa frase» en Cataluña o en el resto de España? Así  de contundente reflexionó el joven catalán lamentablemente.

«Yo soy republicano de izquierdas. Además, soy español con orgullo, y catalán. Por supuesto español y con la bandera que me represente»: la rojigualda, ha zanjado el joven vecino de Barcelona.