Los 3 jóvenes autores de atentados de Cataluña «pasaron por un proceso migratorio»

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FOTOGRAFÍA. RIPOLL (GERONA) CATALUÑA, 20.08.2017. Atendos yihadistas de Cataluña. Un Mozo de Escuadra en la C-17 a su paso por Ripoll (GErona) este domingo. Efe.

Lasvocesdelpueblo y Agencias – Los jóvenes inmigrantes magrebíes, autores de la masacre de Cataluña se radicalizaron a sus «16 años» en Cataluña. Según los Mozos, «los programas de detección de radicalización no funcionaron porque los jóvenes» terroristas «ya no estaban escolarizados —eran mayores de 16 años— y no estaban vinculados a la delincuencia o a la justícia». La Policía de la Generalidad de Cataluña resalta, en su informe de las investigaciones de la «Comisaría General de Información de los Mozos de Escuadra», que los tres jóvenes islamistas «habían compartido parte de su trayectoria vital —pasaron por un proceso migratorio similar— y tenían una situación familiar complicada», tal como recoge la Agencia Catalana de Noticia (ACN). Barcelona (España), domingo 11 de agosto de 2019.

La investigación de los Mossos sobre los atentados terroristas yihadistas de cataluña del pasado 17 de agosto de 2017 (17A), en las ramblas de Barcelona (Barcelona), Cambrils y chalet de Alcanar (Tarragona), ha concluido que la radicalización de tres jóvenes del grupo terrorista islamista: Younes Abouyaaqoub, Mohamed Hichamy y Yousseff Aalla, comenzó la planificación de la masacre yihadista mucho antes de la llegada del, considerado hasta ahora «cerebro de ls atentados del Cataluña», el jefe religioso islamista entonces imán de ripoll (Gerona), Abdelbaki Se-Satty.

Los investigadores de los Mozos de Escuadra relatan que «los nueve jóvenes» yihadistas que «actuaron en agosto del 2017 aprendieron ellos mismos a diseñar los explosivos, por lo que atribuyen al imán la vertiente más religiosa de la célula con orientación salafista, apuntando que habría influido en los jóvenes con un discurso tergiversado del islam», recoge la agencia de noticias del Gobierno de la Generalidad de Cataluña del presidente separatista Quim Torra Pla (ACN).

Según publica el diario separatista en Cataluña «Diario Ara» y recoge este domingo, 11 de agosto de 2019 la Agencia Catalana de Noticias del gobierno de la Generalidad de Cataluña (ACN), el imán, considerado cerebro de la célula yihadista, actuó como «catalizador» del grupo, ya que la policía de la Generalidad de Cataluña ha constatado que los terroristas consumía propaganda yihadista hasta a finales de 2014, mientras el efe religioso islamista Abdelbaki Se-Satty se instaló a Ripoll en 2015.

Las investigaciones de la Comisaría General de Información de los Mozos de Escuadra señalan que la situación geopolítica entonces, con la banda terrorista islamista yihadista «Estado Islámico de Irak y del levante» (EIIL), en sus siglas inglesas y árabes (ISIS) y (Dáesh), respectivamente, en aquélla época, y el momento vital de los jóvenes terroristas, influyó en su radicalización.

Los Mozos señalan que los tres jóvenes islamistas tenían un factor de «vulnerabilidad» centrado en el sentimiento de pertenencia, lo que facilitaba su «atracción» por el yihadismo.

Según las investigaciones policiales de los Mozos de Escuadra, la falta de integración en la sociedad o en un grupo puede propiciar la captación por parte de ideologías extremas.

La policía de la Generalidad de Cataluña, también, resaltan que los tres jóvenes islamistas habían compartido parte de su trayectoria vital —pasaron por un proceso migratorio similar— y tenían una situación familiar «complicada».

Según la información publicada por el Ahora, los investigadores destacan las relaciones de afinidad entre los integrantes del grupo, que inicialmente no tenía como objetivo un «proyecto terrorista».

En este sentido, los tres ya tenían relación previa, apunta la policía, y el discurso «extremista» se introdujo después. Así, Abouyaaqoub, Hichamy y aislado gestaron la célula • lula a la que se sumarían otros seis jóvenes y el imán Se-Satty. Los tres impulsores compartían una percepción de menosprecio de la sociedad que les indujo a consumir propaganda yihadista a través de la red y de forma col • lectiva.

«Hay una admiración» por la actividad del Estado Islámico, apuntan los investigadores consultados por el rotativo, que afirman que no se trata de un proceso «racional», sino que los jóvenes «idealizan una situación violenta».

Fue meses más tarde de esta inmersión en el yihadismo cuando el imán Se-Satty llegó a Ripoll, por lo que los mozos le atribuyen un papel de «catalizador, no de radicalización».

Los investigadores de la Policía catalana apuntan, también, que la profundización del discurso de los jóvenes de la célula yihadista era variante: tres de sus integrantes estaban «convencidos» de radicalizarse al margen de Es-Satty, mientras el resto estaban involucrados por una relación de familiaridad o de amistad.

«Los hermanos pequeños» de los jóvenes yihadistas «estaban por fidelidad a los grandes», explican los Mozos de Escuadra.

Respecto a su entorno, la policía de la Generalidad de Cataluña destaca que los tres impulsores del grupo yihadista tuvieron cambios de comportamiento que no levantaron sospechas porque, hasta entonces, habían llevado un estilo de vida que se había podido considerar «contrario» a la religión musulmana.

A partir de 2015, Abouyaaqoub, Hichamy y aislado dejaron de salir de fiesta y criticaron los amigos que se relacionaban con gente de fuera de su religión, que la familia y entorno más directo atribuyó a un gesto de «cordura» , apunta la policía catalana.

Este cambio de comportamiento le siguieron el resto de miembros del grupo más adelante, a principios del 2017 —meses antes de los atentados de Cataluña 17a—.

Según los Mozos, «los programas de detección de radicalización no funcionaron porque los jóvenes» terroristas «ya no estaban escolarizados —eran mayores de 16 años— y no estaban vinculados a la delincuencia o a la justícia».

La policía catalana admite la complejidad a la hora de concretar cuando se creó la célula terrorista del 17-A, pero sí apunta que el imán no habría sido el principal líder logístico de los atentados de Barcelona y Cambrils.

Los investigadores de los Mozos de Escuadra relatan que «los nueve jóvenes» yihadistas que «actuaron en agosto del 2017 aprendieron ellos mismos a diseñar los explosivos, por lo que atribuyen al imán la vertiente más religiosa de la célula  con orientación salafista, apuntando que habría influido en los jóvenes con un discurso tergiversado del islam», recoge la agencia de noticias del Gobierno de la Generalidad de Cataluña del presidente separatista Quim Torra Pla (ACN).