Los bomberos independentistas de la Generalidad participaron en el golpe del 1-O

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FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), 07.05.2019. Imagen tomada de la señal institucional de Tribunal Supremo del letrado de la defensa de Josep Rull, Jordi Turull y Jordi Sánchez, el abogado Jordi Pina (2i). La defensa del expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y diputado electo de JxCat Jordi Sánchez lleva hoy al juicio del "procés" a activistas y ciudadanos que el 1 de octubre de 2017 se acercaron a las urnas para participar en el referéndum declarado ilegal por el Tribunal Constitucional.- Efe.

Lasvocesdelpueblo y Agencias – Los denominados ‘Comités de Defensa de la República Catalana’ (CDR), ante el Tribunal del Procés, dicen que: «A nosotros» los Policías Nacionales y los Guardias Civiles «nos contestaban pero a los bomberos no les hablaban, era pegarles de arriba a abajo en los cascos, hubo un bombero que le partieron el brazo, les dieron muy fuerte», ha narrado el testigo, que ha diferenciado entre los «golpes» para separar a la gente y «lo que recibieron» los bomberos. Otro sujeto, vecino de Barcelona, que votó en el colegio Víctor Català y le recriminó a la Policía «que no había derecho de tratar a las personas mayores de esa manera». «Él me dijo: «Nos han mandado que hagamos eso»», ha explicado el testigo, después de señalar que varios agentes le cogieron «por los testículos», le «levantaron» y le dejaron caer. «Después me cogieron dos o tres policías, me sacaron arrastrándome y me tiraron como si fuera un paquete a la calle (…); después vino una agente y me pegó un puñetazo en la cara», ha añadido. Madrid (España), martes 7 de mayo de 2019. 

Un independnetista defensor de la inexiste República de Cataluña que salió de escudo humano el uno de octubre de 2017 (1-O) ha relatado al tribunal del «procés» que cuando las Fuerzas y Cuerpo de Seguridad del Estado, desplegados a Cataluña en la ‘Operación Copérnico’ contra el golpe de estado independnetista del 1-O, en ese caso los agentes de la Policía Nacional, empezaron a pegarles aparecieron los bomberos quienes, tras disculparse por haber llegado tarde, les dijeron que les iban a defender de los agentes.

Sucedió en el Servicio Municipal de Empleo de Girona poco después de que «los agentes empezaran a pegar a la gente», ha contado en el juicio un ciudadano que fue testigo de los hechos.

Los CDR, ha continuado, «salían chillando y llorando» del local cuando en el último momento llegaron los bomberos.

«Nos dicen que han llegado tarde, que lo sienten pero que nos van a defender y entonces se pusieron a separar a gente de policías», ha señalado el testigo, que estuvo desde el sábado por la tarde hasta el domingo por la noche en el colegio electoral.

Ante lo que estaba pasando, hizo lo posible por tranquilizar los ánimos de unos y otros, de manera que trató, junto a un amigo, de hablar con algún mando policial, pero los agentes les decían que «no era momento de hablar con ningún mando, que ya era tarde».

Dice este energúmeno que: «A nosotros nos contestaban pero a los bomberos no les hablaban, era pegarles de arriba a abajo en los cascos, hubo un bombero que le partieron el brazo, les dieron muy fuerte», ha narrado el testigo, que ha diferenciado entre los «golpes» para separar a la gente y «lo que recibieron» los bomberos.

Como él, buena parte de los testigos se han referido al 1-O como «una fiesta» o «la fiesta de la democracia» marcada en las horas previas por la «incertidumbre» de si llegarían las urnas, aunque todos estaban «convencidos» de que tarde o temprano aparecerían.

Y en Dosrius (Barcelona) sucedió así, cuando un testigo ha señalado que «llegó un coche con un señor con una urna».

El relato de la «emoción del día» ha ido acompañado de las condenas a la actuación policial, como un vecino de Barcelona que votó en el «colegio Víctor Català» y le recriminó a la Policía «que no había derecho de tratar a las personas mayores de esa manera».

«Él me dijo: ‘Nos han mandado que hagamos eso'», ha explicado el CDR interrogado hoy como testigo, después de señalar que varios agentes le cogieron «por los testículos», le «levantaron» y le dejaron caer. «Después me cogieron dos o tres policías, me sacaron arrastrándome y me tiraron como si fuera un paquete a la calle (…); después vino una agente y me pegó un puñetazo en la cara», ha añadido.

Algo similar ocurrió en el «Casal de les Cotxeres en Dosrius», cuando el alcalde se colocó dos metros por delante de los votantes para pedirle a los agentes la orden judicial, pero no hubo tiempo porque éstos «le engulleron y le pasaron por encima».

Los Mozos ausentes

La actuación de Policía y Guardia Civil contrasta, según los CDR, con la actitud de los Mozos de Escuadra, a quienes les vieron siempre «en la calle» y ajenos a los hechos, aunque los CDR no han entrado en detalles cuando han abordado esta cuestión, salvo uno.

En un colegio de Manresa, esta persona ha hecho hincapié en la forma de actuar de los policías que «se llevaron a niños y gente mayor a otro lado para que no vieran como pegaban a sus familiares» en comparación con los Mozos, quienes entraron pasando entre la gente y mediaron con abogados.

Hasta que a los pocos minutos, vieron como los mozos salieron con unas bolsas que llevaban las urnas pero «en ningún momento causaron ningún daño ni material ni físico a nadie».