Efe – Dos libios armados secuestran un avión y fuerzan su aterrizaje en Malta. A bordo se encontraban 111 pasajeros, entre ellos 82 hombres —dos de ellos los secuestradores—, 28 mujeres y un niño y además había seis miembros de la tripulación, no siete como se había anunciado en un primer momento, aclaró Muscat en su comparecencia. Fotografía: Miembros de las fuerzas especiales acceden al avión de la compañía libia Afriqiyah Airways que fue secuestrado cuando realizaba un vuelo interno con 109 pasajeros a bordo y desviado a la isla de Malta, en Luqa, Malta, hoy, 23 de diciembre de 2016. Efe.
El mismo diario identifica a uno de los secuestradores como Mousa Saha y asegura que ambos forman parte de un grupo político denominado «Al-Fateh al-Gadida».
Dos libios armados secuestraron hoy un avión de la compañía Afriqiyah Airwais con 117 personas a bordo e hicieron que aterrizara en la capital de Malta, La Valetta, donde tras horas de negociación, acabaron liberando a las personas y entregándose.
El primer ministro maltés, Joseph Muscat, repasó en una rueda de prensa la evolución de esta «crisis», que comenzó cuando se notificó el desvío de un avión que había partido de la ciudad meridional libia de Sabha con destino a Trípoli, a orillas del Mediterráneo.
La aeronave, un Airbus A320, aterrizó a las 11.34 horas locales (10.34 GMT) en el aeropuerto internacional de La Valetta y permaneció durante horas sobre la pista, mientras los secuestradores retenían a los pasajeros y negociaban con las autoridades.
A bordo se encontraban 111 pasajeros, entre ellos 82 hombres -dos de ellos los secuestradores-, 28 mujeres y un niño y además había seis miembros de la tripulación, no siete como se había anunciado en un primer momento, aclaró Muscat en su comparecencia.
El primer ministro informó de que a los secuestradores se les instó a liberar a todos los pasajeros antes de comenzar cualquier tipo de negociación, ya que reclamaron la entrada de dos negociadores malteses en el avión, una petición que fue rechazada.
«Los secuestradores lo pensaron y posteriormente aceptaron», explicó Muscat.
De esa manera, los pasajeros fueron saliendo de la aeronave en grupos, poco a poco y con aparente tranquilidad, tal y como pudo verse en la retransmisión de la televisión pública maltesa.
Después de los viajeros empezaron a salir de la aeronave los miembros de la tripulación.
En torno a las 15.40 horas locales (14.40 GMT), los dos secuestradores se entregaron a las autoridades maltesas, que los esperaban a los pies del avión para esposarlos y posteriormente ponerlos bajo custodia para un interrogatorio.
Muscat, que informó sobre la situación mediante Twitter, anunció la liberación de la aeronave con un tuit: «Los últimos miembros del pasaje están abandonando la nave junto a los secuestradores», avanzó el primer ministro.
Y agregó inmediatamente después: «Los secuestradores se han rendido, han sido cacheados y ya han sido puestos bajo custodia».
El primer ministro informó de que los dos secuestradores contaban con una granada de mano y dos pistolas y de que varios militares armados accedieron a la nave para hacer un registro.
Además señaló que los pasajeros, una vez que sean interrogados en las próximas horas, volverán a Libia en otro vuelo de la misma compañía, Afriqiyah Airwais.
Por último agradeció a todas las autoridades que «se han involucrado en el fin exitoso de esta crisis».
Muscat subrayó que no tiene constancia de que los dos secuestradores quisieran con esta acción solicitar asilo en el país insular, tal y como han avanzado algunos medios.
De hecho, aún no está claro el objetivo del secuestro, tal y como apuntan medios como ‘Malta Today’, que informa de que los secuestradores eran seguidores del fallecido dictador libio Muamar el Gadafi y provienen de la ciudad de Sabha.
El mismo diario identifica a uno de los secuestradores como Mousa Saha y asegura que ambos forman parte de un grupo político denominado «Al-Fateh al-Gadida».
Una de las tesis que barajan los medios malteses es que pretendían reclamar la liberación de Seif al Islam, hijo del dictador y condenado a muerte por su vinculación con la represión que siguió al levantamiento popular armado en febrero de 2011, que desembocó en la caída del régimen «gadafista» en octubre de ese mismo año.
Tal y como pudo verse en la televisión, uno de los secuestrados llegó incluso a abandonar la nave unos instantes y exhibir desde la puerta delantera una bandera verde, la misma que utilizaban como enseña los seguidores del dictador, depuesto en 2011.
Durante las negociaciones, Muscat mantuvo una conversación telefónica con su homólogo libio, Fayez al Serraj.