Los socialistas: Stalin, Hitler, Mussolini y Sánchez

-Ahora, recomiendo consultar los «once principios de la propaganda» del nazi Paul Joseph Goebbels, el ministro para la «Ilustración Pública y Propaganda del Tercer Reich» entre 1933 y 1945 y uno de los colaboradores más cercanos de Adolf Hitler, conocido por su talento como orador, su profundo antisemitismo y su respaldo a una discriminación racial cada vez más severa que, entre otras cosas, acabaría dando lugar al genocidio de los judíos en el llamado Holocausto; para darse cuenta de la escalofriante afinidad, sin hipérbole, del «nazismo» con el «sanchismo». La historia recuerda al socialista Adolf Hitler como un criminal genocida y así fue. Me permito añadir que, a pesar de todo, este asesino fue un repugnante alumno aventajado de Stalin, pero no alcanzó sus dramáticos resultados en víctimas. Y eso que sus correligionarios políticos en España, los socialistas y comunistas, se empeñan en auparlo por encima del preceptor, Stalin.

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COMBO DE FOTOGRAFÍAS. BARCELONA (CATALUÑA) REINO DE ESPAÑA, 01 DE JUNIO DE 2025. De izquierda a la derecha, los líderes socialistas: Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, (Iósif Stalin o José Stalin), primer presidente del Consejo de Ministros de la Unión Soviética desde el 15 de marzo de 1946 hasta el 5 de marzo de 1953 y secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética desde el 3 de abril de 1922 hasta el 16 de octubre de 1952; Adolf Hitler, el líder del tercer Reich de la Alemania nazi; y Benito Amilcare Andrea Mussolini (Benito Mussolini) exmiembro del partido Socialista Italiano -Partito Socialista Italiano- (PSI)-, presidente del Consejo de Ministros del Reino de Italia desde el 31 de octubre de 1922 hasta el 25 de julio de 1943 y Duce de la República Social Italiana desde el 23 de septiembre de 1943 hasta el 28 de abril de 1945; y Pedro Sánchez Pérez Castejón, el líder del Partido Socialista (PSOE) y actual presidente del Gobierno de España, que alcanzó el Poder democráticamente por medio de una moción de censura apoyada en partidos socialistas. Efe/combo de foto Lasvocesdelpueblo (Ñ Pueblo)
COMBO DE FOTOGRAFÍAS. BARCELONA (CATALUÑA) REINO DE ESPAÑA, 01 DE JUNIO DE 2025. De izquierda a la derecha, los líderes socialistas: Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, (Iósif Stalin o José Stalin), primer presidente del Consejo de Ministros de la Unión Soviética desde el 15 de marzo de 1946 hasta el 5 de marzo de 1953 y secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética desde el 3 de abril de 1922 hasta el 16 de octubre de 1952; Adolf Hitler, el líder del tercer Reich de la Alemania nazi; y Benito Amilcare Andrea Mussolini (Benito Mussolini) exmiembro del partido Socialista Italiano -Partito Socialista Italiano- (PSI)-, presidente del Consejo de Ministros del Reino de Italia desde el 31 de octubre de 1922 hasta el 25 de julio de 1943 y Duce de la República Social Italiana desde el 23 de septiembre de 1943 hasta el 28 de abril de 1945; y Pedro Sánchez Pérez Castejón, el líder del Partido Socialista (PSOE) y actual presidente del Gobierno de España, que alcanzó el Poder democráticamente por medio de una moción de censura apoyada en partidos socialistas. Efe/combo de foto Lasvocesdelpueblo (Ñ Pueblo)

Barcelona (Cataluña) Reino de España, domingo 1 de junio de 2025 (Luis Torres Píñar).- Los sátrapas y criminales socialistas: Adolf Hitler, el líder del tercer Reich de la Alemania nazi; y Benito Amilcare Andrea Mussolini (Benito Mussolini) exmiembro del partido Socialista Italiano –Partito Socialista Italiano– (PSI)-, presidente del Consejo de Ministros del Reino de Italia desde el 31 de octubre de 1922 hasta el 25 de julio de 1943 y Duce de la República Social Italiana desde el 23 de septiembre de 1943 hasta el 28 de abril de 1945; alcanzaron las respectivas jefaturas del Estado aprovechando las bondades «democráticas» de las que suelen aprovecharse aquellos taimados y diligentes personajes con ínfulas de líderes autocráticos, que una vez alcanzada la máxima autoridad del Estado ejercen y transforman el Poder de forma que ya no lo sueltan hasta que los ciudadanos hartos de sus corruptelas, hambre, paro e inseguridad se movilizan, con o sin los políticos acomplejados y acomodados en sus escaños parlamentarios, y toman los Parlamentos con la fuerza de la soberanía popular. Pedro Sánchez Pérez Castejón, el líder del Partido Socialista (PSOE) y actual sátrapa que de forma infame ocupa la Presidencia del Gobierno de España, alcanzó el Poder político democráticamente por medio de una moción de censura apoyada por fuerzas políticas, unas de extrema izquierda y otras por su único interés en que cuánto peor le vaya a la unidad de España, mejor les sirve a sus intereses secesionistas, y ya no lo ha soltado ni lo piensa hacer.

Haciendo sólo un poco de «Memoria» Histórica se pueden trazar unos dramáticos paralelismos con la situación que se vive en España. El comunista Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, (Iósif Stalin o José Stalin), primer presidente del Consejo de Ministros de la Unión Soviética desde el 15 de marzo de 1946 hasta el 5 de marzo de 1953 y secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética desde el 3 de abril de 1922 hasta el 16 de octubre de 1952, implementó un régimen autoritario —todavía más que su antecesor Vladímir Ilich Uliánov (Lenin)— sin libertades y pocos derechos sociales más allá de poder respirar. El poder absoluto radicaba en su cúspide controlada por él mismo. Se proclamó políticamente como antiparlamentarista, su opinión sobre el Parlamento era «… un circo donde los políticos hacen las leyes y después nadie se hace responsable de sus repercusiones si éstas, son contrarias a lo esperado».

Su pasado en la historia se puede resumir como el mayor criminal genocida de la humanidad, obteniendo el triste reconocimiento de «mentor» doctorado en genocidios. Gran parte de la reserva del oro (la riqueza) de España, terminó en sus cámaras acorazadas gracias al infame socialista español; Largo Caballero.

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¿Alguna similitud con el sátrapa Pedro Sánchez Pérez Castejón?

Respecto a las responsabilidades parlamentarias, basta recordar los dos ilegales «estados de alarma» a los que nos sometió el parlamento español a instancias del despreciable gobierno y nadie se responsabilizó de las enormes consecuencias socioeconómicas que supuso. Recordar también el escaso interés y respeto que tiene por el Parlamento el fulero presidente Sánchez, cuando dijo aquello de: «gobernaré con o sin el apoyo del parlamento…». Otra similitud con el genocida Stalin, es el extender sus sucias garras de poder por los principales órganos administrativos donde se toman aquellas decisiones fundamentales para implementar desde el poder, todo cuanto se precise en el único interés de su líder y secuaces.

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Ahora, recomiendo consultar los «once principios de la propaganda» del nazi Paul Joseph Goebbels, el ministro para la «Ilustración Pública y Propaganda del Tercer Reich» entre 1933 y 1945 y uno de los colaboradores más cercanos de Adolf Hitler, conocido por su talento como orador, su profundo antisemitismo y su respaldo a una discriminación racial cada vez más severa que, entre otras cosas, acabaría dando lugar al genocidio de los judíos en el llamado Holocausto; para darse cuenta de la escalofriante afinidad, sin hipérbole, del «nazismo» con el «sanchismo». La historia recuerda al socialista Adolf Hitler como un criminal genocida y así fue. Me permito añadir que, a pesar de todo, este asesino fue un repugnante alumno aventajado de Stalin, pero no alcanzó sus dramáticos resultados en víctimas. Y eso que sus correligionarios políticos en España, los socialistas y comunistas, se empeñan en auparlo por encima del preceptor, Stalin.

Por si lo anterior fuera poco, tenemos al padre del fascismo, el periodista socialista y miembro del Partido Socialista Italiano, Benito Amilcare Andrea Mussolini (Benito Mussolini), que alcanzó el poder aupado por las urnas, no obteniendo la mayoría, pero ganó las elecciones, y pactó con quien hiciera falta para ser el «Duce» (caudillo) del Reino de Italia. Su entonces rey Víctor Manuel III no fue más que un polichinela que se dejó ningunear a cambio de continuar en el trono.

Una de las similitudes del fascista Mussolini con el sátrapa Pedro Sánchez Pérez-Castejón es pactar con quien haga falta para alcanzar la presidencia del gobierno. Al contrario que el fascista Mussolini, Pedro Sánchez ni siquiera venció en las elecciones generales. La semejanza con respecto del ninguneo con el rey Felipe VI de España, a la vista de todos los españoles está el lamentable papel de Felipe VI, auto-incapacitado para cumplir su promesa de: «cumplir y hacer cumplir la Constitución».

Todo lo antedicho forma parte de la historia de nuestro continente euroasiático, nada inventado, narrado muy sintetizado, pero la verdad tampoco precisa demasiadas palabras. España cumple actualmente la práctica totalidad de lo que se denomina como un «Estado frágil», antesala para ser un «Estado fallido».

En el más que hipotético caso de celebrase elecciones generales en España y las ganara el «desaborido» Alberto Núñez Feijoo, presidente del Partido Popular (PP), con el apoyo de VOX, nada cambiaría sino se exigiera por parte de este último, una legislatura Constituyente para cambiar todo lo que se ha demostrado catastrófico, avalado en la Constitución del año 1978. Pero es tan sólo un deseo más que una posibilidad. Estoy convencido que el sátrapa Pedro Sánchez Pérez-Castejón se perpetuará en el poder como lo hicieron sus correligionarios Hitler y Mussolini, con el falaz argumento de «salvar a España de la malévola derecha y ultraderecha». Lo peor será que tragaremos.

Por su parte el rey Felipe VI de España es posible que aguante esperanzado en que la princesa Leonor le releve… Aviso a navegantes acomplejados. ¡Ahí lo dejo!

Luis Torres Píñar