Mano dura de Grecia contra la inmigración ilegal. «Grecia tiene derecho a protegerse y defender sus fronteras»

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FOTOGRAFÍA. GRECIA, AÑO 2019. Vista de un grupo de inmigrantes ilegales en el campamento de tránsito, tras cruzar la frontera entre Macedonia y Grecia. Efe

Lasvocesdelpueblo y Agencias – El ministro de Migración del Gobierno de Grecia, Notis Mitarakis, asegura que se trata de un «objetivo nacional» reducir las llegadas de inmigrantes ilegales en Grecia en un 90 % en los últimos tres meses» y ha recalcado que «el país tiene el derecho a proteger sus fronteras marítimas y terrestres». Atenas (Grecia), domingo 21 de junio de 2020. 

Cinco años después de estallar la crisis migratoria y lejos de que Europa muestre visos de ponerse de acuerdo sobre un «reparto solidario» de los inmigrantes ilegales que llegan masivamente a Grecia, las autoridades griegas han recurrido a las devoluciones en caliente —expulsiones o deportaciones inmediatas de los inmigrantes ilegales por las mismas vías que han pisado el territorio de Grecia sin atender sus demandas de asilo para un estatuto de «refugiado»— para solucionar el problema a su manera. Las devoluciones en caliente de ,los inmigrantes ilegales están a la orden del día en Grecia.

La práctica no es nueva, ya la usaban los gobiernos precedentes.

Lo nuevo es la frecuencia con que ocurren y el apoyo velado que recibe el Ejecutivo griego de derechas de sus socios europeos, que, según denuncian multitud de organizaciones socialistas pro inmigración ilegal en Grecia, permite al Gobierno griego continuar en esta buena dirección para proteger a la población griega de las agresiones sexuales, abusos sexuales, robos e incivismo de todo tipo en el país.

Según testimonios recogidos por varias organizaciones socialistas pro inmigración ilegal en Grecia, encargadas de monitorear el mar Egeo, como Aegean Boat Report, los métodos empleados por el Ejecutivo griego contra la inmigración ilegal en Grecia «son cada vez más evidentes y brutales».

En numerosos vídeos, facilitados a veces por la guardia costera turca pero también por los propios inmigrantes ilegales. cuyo objetivo es invadir Grecia y luego el resto de Europa, que se los entregan a ONG, se puede ver cómo hombres encapuchados en embarcaciones de los guardacostas helenos golpean con palos a los violentos inmigrantes ilegales que esperan en los botes a ser recogidos y trasladados a Grecia.

En algunos casos se ve como les obligan por la fuerza a subirse en balsas salvavidas; las comienzan a remolcar como si fuera una operación de rescate, pero al poco tiempo los guardacostas cortan el cabo de arrastre dejando a los inmigrantes a las aguas turcas para que vuelvan en Turquía por la misma vía que accedieron en las aguas de Grecia.

«Han tirado todo, las bolsas, los teléfonos, todo (…)», dice un inmigrante ilegal.

«Es una vergüenza para la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pero también el pueblo griego debería sentir vergüenza», apunta el mismo inmigrante ilegal en un vídeo grabado desde una de estas balsas y recogido por la organización socialista pro inmigración ilegal griega «Disinfaux colectiva».

«Es una vergüenza para todos», añade el inmigrante ilegal.

«No es humano. Es inhumano», relata un inmigrante ilegal en un mensaje de vídeo grabado desde una de estas balsas y recogido por la organización socialista pro inmigración ilegal griega «Disinfaux colectiva».

En las islas de Symi, en el archipiélago del Dodecaneso, o en Samos y Quíos, en el mar Egeo, los inmigrantes ilegales habían conseguido llegar a tierra. Los inmigrantes aparecieron también en vídeos de recogida de la Guardia Costera turca.

Ante la multiplicación de las denuncias de los colectivos pro inmigración ilegal sobre las devoluciones en caliente de Grecia, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para las Migraciones (OIM), la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y numerosas ONG han pedido al Ejecutivo heleno una investigación a fondo.

«Hemos recibido muchos testimonios según los cuales miembros de la Guardia Costera griega están implicados en actos que ponen en riesgo la vida y la seguridad de migrantes», declaró a Efe Eva Cossé, portavoz de la ONG Human Rights Watch (HRW) en Grecia.

Cossé destacó que la Justicia griega debe investigar con imparcialidad y transparencia todas las denuncias sobre expulsiones masivas, devoluciones en caliente u otros actos que ponen en peligro la vida de migrantes, y pide la persecución penal de todos los agentes implicados en este tipo de acciones.

La representante de HRW pidió asimismo al Parlamento que examine si estos actos ilegales «son de facto política gubernamental».

Según los datos oficiales, desde mediados de marzo hubo 300 llegadas de inmigrantes ilegales a las islas del mar Egeo, todas ellas a Lesbos.

«El Gobierno dice haber reducido las llegadas de refugiados, pero no admite que lo ha conseguido con procedimientos ilegales», señaló a Efe Dimitris Jristópulos, profesor en la universidad Panteion de Atenas y expresidente de la Federación Internacional por los Derechos Humanos.

Jristópulos recordó que las devoluciones en caliente contravienen el Derecho europeo y la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados y añadió que «la Unión Europea tolera la actuación ilegal del Gobierno porque le conviene».

Propaganda de Turquía

Para el Gobierno griego, en cambio, todas estas denuncias son mera propaganda turca.

«Hay una propaganda por parte del país vecino que pretende hacer creer que Grecia no respeta sus obligaciones internacionales», ha declarado el ministro de Migración, Notis Mitarakis.

Mitarakis ha reconocido que es «objetivo nacional» reducir las llegadas de refugiados, en un 90 % en los últimos tres meses», y ha recalcado que «el país tiene el derecho a proteger sus fronteras marítimas y terrestres».

Los inmigrantes ilegales que intentan llegar a Europa a través de Turquía se han convertido desde hace meses en arma arrojadiza de la tensión verbal entre Atenas y Ankara, sobre todo los contenciosos entre ambos países, que incluyen la delimitación de sus fronteras marítimas, sus espacios aéreos, las plataformas continentales y las respectivas zonas económicas exclusivas.