Militar español: «He intentado el suicidio con pensamientos reiterados de muerte»

0
3813
FOTOGRAFÍA. AÑOS 2000 A 2019. Vista del militar español Agustín Ángel Fariña Peña. Tras su baja del Ejército, tras varios incidentes laborales con sus jefes, explica, «He intentado el Suicidio, con Pensamientos reiterados de Muerte, y por ello Ingresado, en 6 ocasiones» por la persecución interna que ha estado sufriendo. Reclama que se haga Justicia, y se plantea hacer una huelga de ambre por sus derechos. Lasvocesdelpueblo (Ñ Pueblo)

Redacción – El militar del ejército español, Agustín Ángel Fariña Peña, expresa en una carta abierta a la sociedad española el por qué hará huelga de hambre ante el Congreso de los Diputados. «Durante 19 años, he sido Soldado Profesional de Tropa y Marinería, Jurando la Bandera el 6 de abril del año 2000. (…) He intentado el Suicidio, con pensamientos reiterados de muerte, y por ello Ingresado, en 6 ocasiones. Todo transcurría en mi vida militar de maravilla, amaba mi profesión hasta qué, en noviembre del año 2014, en las pruebas físicas militares obligatorias de carácter anual, sufrí una lesión en mi rodilla izquierda. Por ello, se me concede la baja médica en acto de Servicio y soy enviado a mí domicilio por aquel entonces en la Isla de Tenerife. (…) Una mañana, se me hacen dos pruebas de detección de drogas por abuso. La primera, jamás se había hecho de esa forma, y se hizo de manera bastante irregular. Fue con toma de muestra por saliva. La segunda prueba, se me realizó a los 15 minutos después de esa primera, y ahí si se realizó como marcaba la Normativa Operativa por aquel entonces, por medio de muestra de Orina. A los pocos días, el Coronel Jefe, redacta un Informe sobre dichas pruebas. En el mismo, se recoge lo siguiente: El Soldado, D. Agustín Ángel Fariña Peña, da como resultado en la prueba de orina, NEGATIVO pero, en la prueba de Saliva, da como resultado POSITIVO. Yo en esos instantes me quería morir, no puede haber nada peor para el Honor y la Dignidad de una persona, que ser acusado de Ladrón y de Cocainómano. (…) Pasados unos días, recibo una llamada estando en casa. Se trataba de uno de mis Compañeros y me dijo lo siguiente. Fariña, te llamo porque lo que ha ocurrido en el día de hoy, me parece muy grave y muy injusto para ti, ha aparecido la caja de herramientas, el Brigada nos ha reunido a todos y ha dicho, que no dijéramos nada al respecto, se ha quedado y guardado la caja de herramientas y ha dicho, que el se encargaría de ello. Ahí fue cuando me dije, está más que claro ya, van a por mí, es cuando decido ponerlo en conocimiento de las Autoridades Militares Judiciales. El 12 de mayo del año 2015, presento la primera Denuncia de todo lo ocurrido, y relatado hasta ahora, en esta carta, en el Juzgado Militar Territorial Número 51, de Santa Cruz de Tenerife, y aportando más tarde una vez conseguí una buena Letrada, Rut Gutiérrez Toledo, las pruebas de grabación. (…) Todo este proceso, ha durado 5 largos años. En el, me vi involucrado en lo que es realmente ese infierno que muy pocos pasan, dentro del Ministerio de Defensa. Aparte de lo mencionado, se me llegó a abrir, 3 Expedientes Disciplinarios, por parte de uno de los peces más gordos del Ejército Español, el Teniente General Jefe del Mando de Personal por aquel entonces, D. Teodoro Baños Alonso. Gracias al excelente trabajo de mi Abogada, que fue elevando los mismos hasta sacarlos a la Justicia ordinaria civil española, fueron ganados y archivados a mi favor». Barcelona (España), viernes 3 de enero de 2019. 

A continuación reproducimos íntegra la carta abierta del exmilitar español Agustín Ángel Fariña Peña, dirigida al periodista Erik Encinas Ortega

«Estimado Señor,

Le escribo esta carta, para relatarle a usted, por la pesadilla que he tenido que pasar en éstos últimos 5 años de mi vida.

Durante 19 años, he sido Soldado Profesional de Tropa y Marinería, Jurando la Bandera el 6 de abril del año 2000. Entre otros puestos destacables he estado destinado en: Secretaría Particular de S.E. Teniente General Jefe del Mando de Canarias, Asesoría Jurídica del Mando de Canarias, Conductor de Autoridades Militares, Redactor de la Revista Militar Hespérides y, fotógrafo Institucional del Mando de Canarias entre otros.

Todo transcurría en mi vida militar de maravilla, amaba mi profesión hasta qué, en noviembre del año 2014, en las pruebas físicas militares obligatorias de carácter anual, sufrí una lesión en mi rodilla izquierda. Por ello, se me concede la baja médica en acto de Servicio y soy enviado a mí domicilio por aquel entonces en la Isla de Tenerife.

A los 10 días de estar de baja, me considero una persona muy inquieta, no puedo estar en casa sin hacer nada, decido acudir al botiquín médico de la Base Militar de Hoya Fría. Una vez allí, hablé con el médico militar, pidiéndole que me diera el alta médica, aunque por la grave lesión, lógicamente rebajado de todo servicio, sin hacer ejercicio físico, ni Maniobras, Guardias, etc…algo que por parte de ese facultativo militar, estuvo muy bien visto, que quisiera estar en mi puesto de trabajo más que fuese para sacar papeleo en una oficina.

Contento y feliz, me presento en mi Unidad de destino, con el alta médica y mis muletas. Nada más llegar allí, lo primero que me dice el Teniente Coronel Jefe de la Plana Mayor de Mandos es lo siguiente. Fariña, que haces tú aquí? Es cuando le explico, cual ha sido mí decisión, la cual ha aceptado el médico militar, y es cuando el citado Teniente Coronel me dice textualmente…cómo?, ni está Unidad, ni la Institución Militar, se puede permitir el lujo de tener trabajando de alta a un Soldado rebajado de todo Servicio.

Yo no cabía en mi asombro, aquel Superior mío, me lo había dicho de muy malas formas, muy enfadado. Acto seguido, mi respuesta al mismo fue la siguiente. Pues con todo el debido Respeto y Subordinación mi Teniente Coronel, vuelvo al Botiquín, y le explico lo sucedido al médico, para que me vuelva a dar la baja y marcharme a mi casa de nuevo. Jamás podré olvidar en mí vida la contestación del Mando… COMO!!, TE VAS A ENTERAR!!.

A partir de ahí, comienzo a trabajar con los rebajes mencionados. La persecución empezó poco a poco y fueron uniéndose a la misma, más Mandos de esa Unidad. Se comenzó, con no dejarme acudir a la cita urgente, en la especialidad de traumatología, que esa mañana tenía a las 09:15 horas, por parte del Brigada Jefe Accidental, de la Compañía. Por ello, la lesión empeoró ya qué, no conseguí cita de nuevo, hasta 3 semanas más tarde.

Tras ésto, se me llegó a acusar de 4 robos en esa Unidad. La polar de una Compañera, el disco duro de otra Compañera, un objeto sustraído de la bolsa del Teniente Coronel en la ducha de Mandos, y una caja de herramientas.

Además, una mañana, se me hacen dos pruebas de detección de drogas por abuso. La primera, jamás se había hecho de esa forma, y se hizo de manera bastante irregular. Fue con toma de muestra por saliva. La segunda prueba, se me realizó a los 15 minutos después de esa primera, y ahí si se realizó como marcaba la Normativa Operativa por aquel entonces, por medio de muestra de Orina. Cabe destacar, qué en la prueba de nuestra por saliva, no se realizó bajo lo que se ordenaba en la citada Orden Operativa ya qué, ni se rellenó documentación, ni fue sellada y precintada hasta el laboratorio siendo custodiada, ni se me quiso dar verbalmente el resultado. Así como, tampoco como marcaba la Normativa, se encontraba presentes dos testigos y un Sanitario Militar.

A los pocos días, el Coronel Jefe, redacta un Informe sobre dichas pruebas. En el mismo, se recoge lo siguiente: El Soldado, D. Agustín Ángel Fariña Peña, da como resultado en la prueba de orina, NEGATIVO pero, en la prueba de Saliva, da como resultado POSITIVO. Yo en esos instantes me quería morir, no puede haber nada peor para el Honor y la Dignidad de una persona, que ser acusado de Ladrón y de Cocainómano.

Ya no podía más, había resistido de alta con esa persecuision 6 meses, sabía que la situación la tenía que Denunciar pero, nunca pude conseguir ningún compañero que testificara a mi favor, todos veían y escuchaban lo que me estaba ocurriendo pero todos, tenían miedo a las posibles represalias por parte de los Mandos, si se decidían para ayudarme por lo tanto, decidí a partir de ese momento, comenzar a Grabar todo lo que me estaba sucediendo, y así lo hice.

El 5 de abril del año 2015, tras salir del Acuartelamiento, casi tengo un accidente en la Autopista, no sabía hasta ese momento que me estaba ocurriendo. Logré salir de los carriles para abandonar la carretera. Allí con el vehículo parado, me sobrecosté en el sillón, y trataba de respirar profundamente, ya que me costaba mucho respirar. Cuando logré tranquilizarme un poco, volví a la carretera y acudí a un Centro Médico.

Me diagnosticaron y fui tratado por ello, por Crisis de Ansiedad Aguda, recomendando el Médico de Urgencias, la baja Laboral por Stress y, que acudiera a cita con la especialidad de Psiquiatría. Al día siguiente, 6 de abril del 2015, me presenté en los Servicios Médicos de la Base Militar, y se me concede la baja Psicológica, pero esta vez como baja por contingencia común, y me envían de baja ambulatoria a mi Domicilio.

Pasados unos días, recibo una llamada estando en casa. Se trataba de uno de mis Compañeros y me dijo lo siguiente. Fariña, te llamo porque lo que ha ocurrido en el día de hoy, me parece muy grave y muy injusto para ti, ha aparecido la caja de herramientas, el Brigada nos ha reunido a todos y ha dicho, que no dijéramos nada al respecto, se ha quedado y guardado la caja de herramientas y ha dicho, que el se encargaría de ello.

Ahí fue cuando me dije, está más que claro ya, van a por mí, es cuando decido ponerlo en conocimiento de las Autoridades Militares Judiciales. El 12 de mayo del año 2015, presento la primera Denuncia de todo lo ocurrido, y relatado hasta ahora, en esta carta, en el Juzgado Militar Territorial Número 51, de Santa Cruz de Tenerife, y aportando más tarde una vez conseguí una buena Letrada, Rut Gutiérrez Toledo, las pruebas de grabación.

A los pocos días de mi Denuncia, recibo una nueva llamada, esta vez se trataba desde la Unidad a la que pertenecía por aquellos tiempos, y me dicen…Fariña, has de presentarte hoy a la Unidad, porque el Coronel Jefe quiere hablar contigo. Yo marché muy tranquilo pensando, que el Coronel, me daba ese Trámite de Audiencia, para interesarse por las Denuncias que había presentado, aún así, me decido también a grabar esa entrevista, y menos mal que lo hice.

Al llegar allí, el Coronel Jefe en presencia como Testigo de un Comandante, me trata de una forma muy desconsiderada, donde me siento amenazado, coaccionado insultado, y se me realiza un daño Psicológico brutal aún a sabiendas este Coronel, que ya me encontraba de baja Psiquiátrica. Al salir de allí, tras una hora de infarto, tengo que acudir de nuevo a un centro de Urgencias, donde nuevamente soy tratado por una Crisis de Ansiedad Severa.

A los pocos días, el Juez Instructor Militar, le solicita al mismo Coronel, un Informe con la baja médica por Psiquiatría, así como algún que otro dato más de interés, sobre las Denuncias presentadas por parte del Soldado Fariña. El 17 de mayo del 2015, solamente 5 días después de mis Denuncias, el citado Coronel, envía el informe a su Señoría pero, aprovecha en el mismo, para hablar muy mal sobre mí trabajo dentro de las Fuerzas Armadas y lo que es peor aún, para hablar de mi vida Privada, revelando Secretos muy íntimos míos, así como se permite el lujo, de dar sus propias valoraciones y conclusiones, sobre mí propia vida privada.

Tras ésto, y lo ocurrido en esa Reunión que se encontraba también grabada por mi persona, y tras deliberarlo con mi letrada, Denunciamos al Coronel, por Abuso de Poder, daños Psicológicos y, por la PRESUNTA Vulneración, de la Ley de Protección de Datos. Por lo tanto, hasta ese entonces, ya había Denunciado a un Coronel, un Teniente Coronel, dos Brigadas, un Cabo Primero y un Soldado, que también se unieron a la persecución.

Al cabo de un tiempo, soy llamado del Juzgado Militar. Ante el Juez Togado, se me Informa que se abre en mi contra, una Demanda, por Presunta falsa Denuncia a uno de los dos Brigadas. Ya qué, por parte de otro Soldado, éste declara textualmente, y sin que yo tuviera que ver nada en el asunto, lo siguiente…el Soldado, Agustín Fariña, me ha incitado a declarar en contra del Brigada, como si este último fuera un cabrón. Al salir de allí, no se que camino hice, no se cuanto tardé en llegar, había perdido la noción del tiempo y al recuperarla, me vi en lo más alto de la Isla de Tenerife, con mi coche al frente de un desfiladero, ahí se produjo, mi primer intento de Suicidio. Gracias a dios, meses más tarde, el Tribunal Militar Quinto de Santa Cruz de Tenerife Archiva esa Causa en mi Contra, y por unanimidad recogen qué… em ningún momento, el Soldado Fariña, instó, amenazó o coaccionó, a ese Soldado, para que declarará en contra del Brigada.

A partir de aquí, con una excusa por allá, y con otra excusa por el otro lado, veía que todo lo Denunciado, muy a pesar con las pruebas de audio presentadas, se fueron archivando. La Justicia Militar una vez más demostraba qué, no sirve para nada en tiempos de paz, que debería de no existir, y una vez más a favor del Mando, encubriendo sus Presuntos Delitos. Pero es que además, para más Inri, se reabre una Denuncia en mi contra, donde se persona como Acusación Particular, el Fiscal Jefe Militar de Santa Cruz de Tenerife, por mi Denuncia hacia las dos personas que me habían hecho las pruebas irregulares de drogas, un Cabo Primero y un Soldado. Según este Fiscal, yo Atentaba contra el Honor de estas personas así como, por un presunto Delito de falta de respeto a un Superior.

Pero aquí no quedan las cosas, también recibo una Denuncia, por parte del Coronel que yo había Denunciado, tras mis Declaraciones en la Cadena Ser, donde explico detalladamente en su momento, el contenido de mi Querella Criminal en contra de éste Mando pero, sin dar su nombre, ni apellidos, ni Destino, ni Identificación Militar, ni Cargo que ostentaba. Pues aún así, ese Mando se sintió aludido y, me presenta la citada Denuncia.

Increíble, mis Denuncias todas Archivadas pero, esas dos Denuncias en mi contra, toman curso y están abiertas desde el año 2016. En ambas, se me Imputa por diversos Presuntos Delitos. Como ya he comentado, los del Cabo Primero y el Soldado, pero es que además, sobre el Coronel, se me Imputa el Delito de Falta de Respeto a un Superior y, por si le hubiera acusado públicamente mi persona en la Cadena Ser, de haber Quebrantado, la Ley de Protección de Datos de Carácter Personal en mi Contra.

Pues bien, mis pruebas de grabaciones tan contundentes que presenté así como, la testifical del único testigo que fue capaz de dar la cara por mí, el Comandante en Retiro, D. Enrique Rojo Cofreces. Su testimonio es igualmente Brutal. Se recoge en el mismo qué, a él, en su cara, el Teniente Coronel, le dijo que el Soldado Fariña era un Ladrón, así como que en esa Unidad, se tenía por costumbre de acusar de ladrones a los Soldados sin prueba alguna y también dice qué, en esa Unidad, se actúa de forma Sectaria, entre otras cosas. Pues bien todas esta pruebas presentadas como digo así como documentación, no sirvieron para nada y dieron archivo como ya he dicho a todas mis Denuncias. Y sin embargo, sin prueba alguna en mi contra, me llevarían a sendos Juicios Militares, celebrados el pasado día 22 de noviembre del año 2019, 3 años más tarde, con su correspondiente daño psicológico, en tanto tiempo que supuso para mí.

Ese día, se celebran ambos Juicios, en el Tribunal Quinto Militar de Santa Cruz de Tenerife, donde me encuentro Presente como Imputado y donde se me pide por los dos Casos, un total de 3 años de Prisión Militar, en Alcalá Meco. Gracias a dios, tras mis Declaraciones, y las pruebas aportadas por mi Letrada, finalmente fui absuelto. Destacar como curiosidad qué, en el Juicio del Coronel, aparte de los años de prisión éste, me pedía por daños morales 1000 euros.

Todo este proceso, ha durado 5 largos años. En el, me vi involucrado en lo que es realmente ese infierno que muy pocos pasan, dentro del Ministerio de Defensa. Aparte de lo mencionado, se me llegó a abrir, 3 Expedientes Disciplinarios, por parte de uno de los peces más gordos del Ejército Español, el Teniente General Jefe del Mando de Personal por aquel entonces, D. Teodoro Baños Alonso. Gracias al excelente trabajo de mi Abogada, que fue elevando los mismos hasta sacarlos a la Justicia ordinaria civil española, fueron ganados y archivados a mi favor.

He intentado el Suicidio, con Pensamientos reiterados de Muerte, y por ello Ingresado, en 6 ocasiones. En el segundo de los Ingresos, cuando la orden de dos Psiquiatras era qué, tenía que estar en el centro totalmente aislado e incomunicado con el exterior, no podía recibir ni hacer llamadas, así como tampoco podía recibir visitas, ni salir del centro a dar un paseo con el personal Autorizado. Pues bien aún así, el Ejército Ordena enviar al citado centro, a un militar de grado, acompañado como testigo de un Guardia Civil, porque pretendían entregarme en mano, una documentación Militar. Algo que negó rotundamente el Director médico pero, el cual tras informarme de lo sucedido, sufrí allí mismo una gran Crisis de Ansiedad. Fue cuando por primera vez pensé, por muy duro que parezca pero lo he vivido yo…están buscando mi MUERTE.

Finalmente, he sido expulsado de las Fuerzas Armadas Españolas, el pasado día 27 de septiembre del año 2018, por pérdida de actitud psicofísica, y se me aplica un 25% de Discapacidad o lo que es lo mismo, tras tantos años de mi vida entregados a mi Patria y, esos 5 años de auténtico infierno vivido, a la calle sin Derecho a nada. Sin embargo, los Servicios Sociales de la Comunidad de Barcelona, donde resido en la actualidad, me concede un 53% de Discapacidad.

Es por ello que, a partir del próximo día, 3 de febrero del 2020, haré en la misma Plaza del Congreso de los Diputados en Madrid, una Huelga de carácter Indefinido, para reclamar lo siguiente. PRIMERO. Que Defensa me iguale la Discapacidad, a la Otorgada por lo Civil, por parte de un Cuadro Médico totalmente Imparcial, y que se me dé lo que corresponde, mi Pensión de Clases Pasivas, tras destruir el ejército mi vida. Y SEGUNDO. Reclamar la Re apertura de todas mis Denuncias, que fueron archivadas de forma muy descarada con auténticas excusas tontas, para proteger a todos los Denunciados y así, empoderar aún más si cabe a esos Maltratadores que a día de hoy, siguen ejerciendo sus Funciones dentro de las Fuerzas Armadas Españolas.

Mi Caso lo llevaba, la ex Comandante del Ejército y Diputada en la actualidad, representando al PSOE por Madrid, la Señora, Zaida Cantera de Castro qué de forma inexplicable, finalmente se ha desentendido de mi Caso, dejándome tirado como si fuera una colilla en la calle. Se ve que ésta Señora, ya olvido su mala experiencia dentro del ejercíto y sobre todas las cosas, quien fue la artífice, esa Diputada por aquel entonces de UPYD, Irene Lozano, quien se interesó por su Caso, lo sacó en Pleno del Congreso de los Diputados, pidiendo la misma, la Dimisión fulminante de por aquel entonces, Ministro de Defensa. Pedro Morenés Solves. Gracias a la citada Diputada, ya que hizo lo imposible y mediatizó el Caso de Cantera, esta última logró ganar su Caso, siendo expulsada de las Fuerzas Armadas, con la Pensión Máxima y a su vez, consiguió que ese Ministro le pidiera abierta y públicamente perdón.

Agustín Fariña»