Millo: «Siento vergüenza como catalán» por «el ridículo» que hacen Puigdemont y Junqueras a Bruselas

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Paseo de Colón número 14 de Barcelona (Cataluña), Viernes de Reyes 2017. Ceremonia d ela Pascua Militar en Cataluña. En la imagen, el teniente general del Ejército en Cataluña, don Ricardo Álvarez-Espejo García (i), el actual delegado del Gobierno en Cataluña, Josep Enric Millo Rocher (d), durante el homenaje a las víctimas del terrorismo. Lasvocesdelpueblo.

Lasvocesdelpueblo y Agencias – Delegado del Gobierno en Cataluña: «Siento vergüenza como catalán», ha indicado Millo, que ha tildado los discursos separatistas ayer en una sala alquilada del Parlamento europeo de «ridículo espantoso». Además, ha recordado que el 95 % de los 750 eurodiputados no asistieron a la conferencia en la que Puigdemont defendió su compromiso a celebrar este año un referéndum separatista en Cataluña, en lo que ha calificado de «mitin» al que «fueron 500» separatistas «o gente curiosa que quería escuchar al presidente», ha dicho hoy Josep Enric Millo Rocher. Barcelona (España), miércoles 25 de enero de 2017. En la izquierda de la imagen, el delegado del gobierno en Cataluña, Josep Enric Millo Rocher, durante la parada militar de pascua militar en Cataluña, en el Paseo de Colón número 14 de Barcelona. Archivo Lasvocesdelpueblo.

El Delegado del Gobierno de España en Cataluña, Josep Enric Millo Rocher, ha afirmado hoy, miércoles 25 de enero de 2017, que el presidente de la Generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont, trasladó ayer en Bruselas el «derecho a hacer el ridículo» al defender la «desobediencia» en un foro de la Unión Europea, cuyos países «hacen respetar la legalidad vigente».

En declaraciones a los periodistas antes de la inauguración por parte del ministro de Justicia, Rafael Catalá, de unas jornadas de la patronal Foment del Treball, Millo ha ironizado sobre el contenido de la conferencia que Puigdemont ofreció ayer en Bruselas, junto al vicepresidente Oriol Junqueras, y al consejero, Raül Romeva, al considerar que no aportó «ninguna novedad» y se limitó a repetir lo que viene sosteniendo desde que asumió el cargo hace un año.

No obstante, Millo ha remarcado la «curiosidad» que supone que la comitiva de la Generalidad de Cataluña acudiera a la Unión Europea a hacer «una proclama a favor de la desobediencia y de hacer lo que uno quiera», pese a que «la totalidad de los países de la UE lo que hacen es respetar la legalidad democrática vigente en sus propios estados».

«Creo que, más que el derecho a decidir, lo que se está trasladando es el derecho a hacer el ridículo. Cada cual puede hacer lo que quiera, pero creo que ésta no es la mejor manera, ya que perjudica al propio gobierno de la Generalitat y no ayuda nada a que las cosas vayan bien», ha advertido.

Según Millo, el presidente de la Generalitat y los consejeros Junqueras y Romeva no representaron ayer «el papel que merecen los catalanes».

«No es una buena manera de representar a los catalanes ir por Europa haciendo este tipo de proclamas», ha sostenido.

Además, ha recordado que el 95 % de los 750 eurodiputados no asistieron a la conferencia en la que Puigdemont defendió su compromiso a celebrar este año un referéndum separatista en Cataluña, en lo que ha calificado de «mitin» al que «fueron 500» separatistas «o gente curiosa que quería escuchar al presidente», ha dicho.

El delegado del Gobierno en Cataluña también ha arremetido contra Junqueras por haber advertido en su intervención de ayer de que España es un país en quiebra, ya que considera que no se ajusta a la realidad porque España es el país que más crece en Europa y, en cambio, es Cataluña la que está fuertemente endeudada y necesita de la ayuda española para sostener servicios básicos.

«Lo de Junqueras ayer no tiene nombre», apunta el delegado de gobierno de la Nación en Cataluña.

«Qué vaya a la UE a hablar de la economía española en estos términos es ridículo», lamentó Millo.

Millo: «Siento vergüenza como catalán», ha indicado Millo, que ha tildado los discursos separatistas ayer en una sala alquilada del Parlamento europeo de «ridículo espantoso».