Efe.- Barcelona (España), viernes 16 de octubre de 2020. El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, enviará en los próximos días una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que le pide que «abandone el miedo» y apueste firmemente por la amnistía de todos los independentistas catalanes encausados judicialmente.
Òmnium ha dado a conocer este viernes la carta que Cuixart enviará a Sánchez en el transcurso de un acto realizado este mediodía en Barcelona, coincidiendo con el hecho de que hoy hace tres años que el líder de esta entidad cultural soberanista fue encarcelado junto con el exlíder de la ANC Jordi Sánchez.
«Creemos sinceramente que una amnistía que ponga el contador a cero es fundamental», afirma Jordi Cuixart en la carta, además de apuntar que «es una vía que la Constitución española prevé» y que para ser aprobada sólo requiere «de la misma mayoría parlamentaria que le ha hecho a usted presidente».
Cuixart argumenta que, al contrario que los indultos, una ley de amnistía «es el único instrumento que permite anular de facto las causas contra todas las personas represaliadas», por lo que invita al presidente Pedro Sánchez a «dar a este paso decisivo» a fin de «afrontar de una vez por todas un diálogo sin condiciones y una negociación honesta para resolver el conflicto».
La carta de Cuixart ya ha recibido el apoyo de «centenares de personas», han indicado fuentes de Òmnium, y entre ellas del vicepresidente de la entidad, Marcel Mauri.
Mauri, que ha participado este mediodía en una instalación artística que Òmnium ha situado en la plaza Catalunya de Barcelona, ha denunciado «la existencia de 2.850 personas represaliadas» y ha exigido, al igual que Cuixart, «una amnistía como primer paso para la resolución del conflicto político con Cataluña».
Según el vicepresidente de Òmnium, Cuixart y Jordi Sànchez se encuentran «injustamente encarcelados» y ha puntualizado que una amnistía «es políticamente posible y jurídicamente viable».
En el transcurso del acto, los participantes han reclamado de forma simbólica la puesta en libertad de los «Jordis» (Jordi Cuixart y Jordi Sànchez) sacando, uno por uno, los 1.600 barrotes -representados por 1.600 bolígrafos- de una estructura formada por 200 supuestas celdas de prisión.
Dentro de cada celda se han podido ver fotografías de los presos independentistas, de los «exiliados» y de otros encausados independentistas.
Esta acción simbólica estaba inspirada en otra similar realizada años atrás por la entidad Human Rights Watch en la Grand Central Station de Nueva York (EEUU) a fin de reivindicar la libertad de los presos políticos en Birmania.
