Redacción.- Valencia (España), jueves 16 de septiembre de 2021. El diputado del Grupo Parlamentario VOX Comunidad Valenciana Miguel Pascual, ha criticado la proposición no de ley que ha presentado Ciudadanos y ha dicho que «es entrañable el empeño que Ciudadanos pone en mantener e intentar mejorar los chiringuitos del Botánico».
Ha declarado en la comisión que «el Consell recibió la propuesta del contrato programa hace meses y lo tienen guardado en un cajón, pero ahora Ciudadanos intenta modificar ese contrato que Ximo Puig se va a saltar y no les va a importar lo más mínimo».
Pascual ha añadido que «no tiene sentido perder el tiempo en algo que luego, aunque lo incumplan, no va a tener ninguna consecuencia como pasó con la propuesta de creación de la Comisión Especial de Estudio para mejorar el servicio público de radio y televisión de la Generalitat Valenciana».
Le ha recordado a Ciudadanos que, tras constituirse la comisión que ellos habían propuesto, el Consell aprobó una ley de medidas fiscales y financieras y la utilizó para dejar sin contenido la comisión. «El grupo VOX se retiró de esta subcomisión como protesta por la falta de respeto hacia el trabajo que se iba a realizar».
Por otro lado, el diputado de VOX ha declarado que «este tipo de chiringuitos, siempre los intentan camuflar como si desarrollasen una función social, incluso llegan a equipararlo con la labor que hacen los hospitales». «Pero no nos llevemos a engaño, ya hemos visto lo que son capaces de hacer los socialistas con el dinero de todos, como el caso de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) en Andalucía, donde el dinero que debería ir destinado a la formación de los trabajadores, se utilizó para pagar prostitutas y cocaína».
Por último, ha dicho que «en VOX estamos a favor y defendemos las televisiones y a los profesionales, pero los hechos son los hechos y no los podemos negar: las televisiones públicas son instrumentos de propaganda del gobierno que pagamos todos con nuestros impuestos». «Son un despilfarro para la propaganda y el auto-bombo».
Además, ha explicado que «sabemos lo que hay que hacer con A Punt y con este tipo de chiringuitos, y es cerrarlos. Los 68 millones de euros al año que cuesta mantenerlo, vendrían muy bien para ayudar a los que peor lo están pasando».
