Podemos quiere ahora ser un partido moderado, denuncian los extremistas morados

0
617
El eurodiputado de Podemos y representante de Anticapitalistas, Miguel Urbán, durante la entrevista concedida a la Agencia Efe, en la que ha advertido, ante el proceso interno de la formación, de que "el gran peligro es girar al centro" y que ofrecer orden, como pide Íñigo Errejón, supondría normalizarse y perder gran parte de su atractivo. Efe

Agencias – El extremista dirigente morado Miguel Urbán (Podemos) advierte del «gran peligro es girar al centro» político de Podemos en España. «El gran peligro es girar hacia el centro, normalizarnos como organización política» y «decir que somos un partido de orden busca cierta normalización». El eurodiputado de Podemos y representante de Anticapitalistas, Miguel Urbán, ha advertido este martes 17 de enero de 2017 ante el proceso interno de la formación de que «el gran peligro es girar al centro» y que ofrecer orden, como pide Íñigo Errejón, supondría normalizarse y perder gran parte de su atractivo. Madrid (España), miércoles 18 de enero de 2017. Fotografía: El eurodiputado de Podemos y representante de Anticapitalistas, Miguel Urbán, durante la entrevista concedida a la Agencia Efe, en la que ha advertido, ante el proceso interno de la formación, de que «el gran peligro es girar al centro» y que ofrecer orden, como pide Íñigo Errejón, supondría normalizarse y perder gran parte de su atractivo. Efe.

En puertas de la Asamblea Ciudadana que fijará el rumbo de la organización, y una vez que el secretario general, Pablo Iglesias, y el número dos, Íñigo Errejón, han presentado sus documentos políticos, Urbán deja claras en una entrevista con la agencia española de noticas ‘Efe’ sus muchas diferencias con los ‘errejonistas’ y con su apuesta por un Podemos «más institucional».

No comparte la estrategia de algunos «compañeros que entienden que el espacio del PSOE se ocupa girando al centro». Discrepa de esa lectura y defiende que en el actual contexto las mayorías sociales se construyen en la oposición a «la gran coalición», «no desde el centro, sino desde fuera del establishment».

«El gran peligro es girar hacia el centro, normalizarnos como organización política» y «decir que somos un partido de orden busca cierta normalización», afirma el eurodiputado y cofundador de Podemos, quien rechaza «volcar todo el trabajo de Podemos en lo institucional».

Desde esa discrepancia, admite que es de agradecer que Errejón plantee con tal «claridad» y «sinceridad» un modelo que -a su juicio- lo que «realmente» pretende es un Podemos «cercano al PSOE», «no al PSOE de la gestora», pero sí «al Partido Socialista de Zapatero».

Eso choca con los planteamientos de la iniciativa Podemos en Movimiento, que secundan los Anticapitalistas, que consideran que al final se da una imagen de que son «parte del régimen».

Su apuesta es «cambiar las instituciones, seguir la senda del 15M y abrir un horizonte constituyente de ruptura en clave democrática», no pareciéndose al PSOE para ocupar ese espacio que se ha quedado huérfano, sino demostrando que son algo diferente.

«No podemos aparecer como un partido más, un partido que se ha moderado o que se ha ido hacia el centro» porque la desigualdad, los recortes, los rescates de las autopistas y los bancos «no se han moderado», subraya.

Los argumentos de Urbán le sitúan más cerca de Iglesias, también en la definición de su papel como oposición.

Piensa, como ahora Iglesias, que hace falta estar en el conflicto y en la movilización social «para ensanchar la grieta de oportunidad política que abrió el 15M», que la oposición no sólo se hace desde el Parlamento y que sólo un nuevo ciclo de movilizaciones les permitirá estar en disposición de ganar al PP y al PSOE en 2020.

Sin embargo, también pone algunos peros al líder del partido:

«Pablo ha presentado un documento lo suficientemente genérico donde prácticamente todo el mundo se podría sentir un poco a gusto en algo, pero lo suficientemente difuso para que nos sintamos a disgusto porque no se aterrizan los debates», indica.

Cree que es normal que Iglesias, desde su posición de secretario general, intente mediar y lograr acuerdos, pero le advierte de que «no hay que confundir unidad con uniformidad» ni «integrar con asimilar».

Aún así, defiende que hay tiempo para el acuerdo, pero ve muy posible que al final haya tres documentos distintos sobre los que tengan que pronunciarse los inscritos; algo ante lo que pide normalizar y no dramatizar, porque «es importante no esconder las diferencias con «falsos consensos» y «se puede integrar después».

«No estamos en departamentos estancos. Iglesias se ha acercado más a nosotros en lo político, igual que Errejón, que defendía todo lo contrario, se ha acercado ahora a nuestras posiciones en lo organizativo», resalta.

Para Urbán, el modelo organizativo, que Anticapitalistas ya rechazó en su primera Asamblea Ciudadana, es el principal «pecado original» de Podemos.

Un modelo vertical de corte presidencialista, del que -recuerda- fueron «ideólogos» Errejón y el exsecretario de Organización Sergio Pascual, que fue diseñado para «una maquinaria de guerra electoral» en un «momento de excepcionalidad política» y al que ahora va a ser «muy complicado» dar la vuelta.

En su opinión, esa gran concentración de poder «en muy pocas manos» e los «hiperliderazgos» dejaron sin capacidad de decisión a la gente y a los círculos e impidieron descentralizar.

Por ello, sostiene que ha llegado el momento de corregir el error y construir un Podemos que eche raíces en los territorios, con tiempos «más pausados» y espacios de debate político para que «todo no sea a golpe de Twitter o platós de televisión».

Aunque en esas demandas coincide con Errejón, Urban hace hincapié en que «es muy importante la coherencia»: «hacer lo que dices y decir lo que haces».

Y en ese aspecto, añade, «los compañeros que se agrupan en torno a Errejón tienen un problema de credibilidad muy fuerte» y «tienen todavía que pasar la prueba de la práctica».

Así, recuerda «las listas planchas de Pascual», sus «dimisiones o purgas por Telegram», la situación en Euskadi, donde la dirección de Nagua Alba -del sector ‘errejonista’- «está planteando la expulsión de compañeros en Araba si no asumen la disciplina del Consejo Ciudadano»; o en Valencia donde bajo la dirección de Antonio Montiel, también errejonista, «destituyeron a la secretaria de Organización a golpe de chat».

«¿Es que eso es pluralidad, eso es pluralismo?, se pregunta.

Pese a todo, espera que el debate político sirva para acercar posiciones y niega que ‘errejonistas’ y ‘anticapitalistas’ sean extremos opuestos.

De hecho, destaca que ya han logrado acuerdos en sitios como Madrid; y en lo programático consideran «rescatable» su propuesta de renta básica, que siempre ha defendido Anticapitalistas.

Para el representante de la corriente mas izquierdista de la formación morada, es muy importante también que no se «hable tanto de Podemos, sino que se hable de qué tiene que hacer Podemos para mejorar la vida de la gente».

Por eso, Podemos en Movimiento quiere salir de Vistalegre II con tareas ya fijadas, y hará propuestas concretas sobre asuntos como el mundo rural, la memoria histórica o los movimientos sociales.

Y es «profundamente optimista» sobre el resultado de ese congreso porque por fin van a «discutir de política». «No podemos hacerlo peor de lo que lo hemos hecho en navidades», incide.

A tres años de aquella rueda de prensa en un pequeño teatro madrileño el 17 de enero de 2014, en la que el propio Urbán participó para anunciar el nacimiento de Podemos, el eurodiputado llama a su partido a «reinventarse».

«Nosotros defendemos que lo podemos tener todo, en lo organizativo ser radicalmente democráticos y en lo político ser genuínamente impugnadores. Podemos tener las dos cosas, no hay que elegir», concluye.