Puigdemont invita a negociar un referéndum ante la irrupción de VOX con «sin ley no hay democracia»

0
545
https://www.lasvocesdelpueblo.com/monasterio-violentos-feministas-nos-deseaban-la-muerte-por-rechazar-la-violencia-sin-genero/

Lasvocesdelpueblo y Agencias – Una espontánea que se ha declarado la militante del partido español, VOX, Rocio Monasterio [declaraciones en esta casa aquí], ha interrumpido la conferencia al grito de «Sin ley no hay democracia» en Cataluña y en el resto de España. Después de entregarle un ejemplar del Código Penal y unas esposas, ha abandonado la sala y se ha unido a un grupo de afiliados de ese mismo partido con camisetas en defensa de la unidad de España. El presidente del gobierno de Juntos Por El Sí (JxSí) en Cataluña, Carles Puigdemont Casamajó, ha invitado hoy al Gobierno de la patria que salga de las elecciones del 26 de junio 2016 a sentarse a negociar una consulta sobre la separación de Cataluña del resto de España sin ideas preconcebidas y se ha mostrado abierto a pactar la fecha, la pregunta y el quórum del referéndum de autodeterminación de la región española de Cataluña con el futuro gobierno de la Nación. Madrid, 27 mayo 2016. Fotografía: La militante de VOX, Rocío Monasterio, interrumpiendo con unas esposas y el Código Penal la conferencia de Puigdemont, en un imagen TV3.  Lasvocesdelpueblo.

En una conferencia organizada por Nueva Economía Foro, Puigdemont ha hecho un llamamiento al diálogo «con coraje» y con «ganas de llegar a un acuerdo», convencido de que eso llevaría «a la mejor de las soluciones: conjunta, dialogada y comprometida», y ha advertido de que mientras tanto su gobierno continuará con su plan separatista catalanista.

«Pactar no es una señal de debilidad, no es un acto de cobardía, sino que engrandece y fortalece», ha proclamado, pero ha dejado claro que el gobierno separatista catalán continuará con su hoja de ruta, que incluye la creación de estructuras propias hasta la celebración de elecciones constituyentes en 18 meses, de los cuales ya han pasado casi cinco.

A su entender, el Parlamento catalán está legitimado para culminar el proceso en un «plazo razonable» y estará en condiciones de convocar esas nuevas elecciones y un referéndum. Una hoja de ruta que «apela en todo momento al diálogo, a la negociación y al pacto, pero entre iguales», ha señalado.

«No vamos a esperar cruzados de brazos eternamente», ha avisado Puigdemont, quien, con todo, ha insistido en sentarse a negociar sobre una consulta vinculante, hablar de una fecha, de la pregunta que se formularía, de cuánta participación mínima sería necesaria para ser considerada vinculante y qué cantidad de votos a favor se requerirían para poder declarar la separación de Cataluña del resto de la patria.

Y también que se pacte cuántos años se debe esperar hasta celebrar una nueva consulta si sale una mayoría que no quiere la separación. «Acordemos una consulta», ha reiterado. En este contexto, ha aprovechado para poner en valor que en el pasado Convergencia democrática de Cataluña (CDC) del corrupto separatista Jordi Pujol Soley supo pactar incluso con gobiernos centrales «muy hostiles», persuadido de que ahí tienen «una opción».

Aunque ha precisado que no le gusta hablar en términos de «última oportunidad», sí ha querido subrayar que «la paciencia no es infinita» y que «dos millones de personas no se van a ir a casa porque no haya voluntad de dialogar». Ha confesado, no obstante, que tiene pocas esperanzas en los candidatos de los principales partidos, porque, pese a que son diferentes en las formas, no hay grandes diferencias en el fondo del asunto entre ellos.

«No veo un perfil con coraje suficiente», ha lamentado y, aunque ha querido resaltar al líder de Podemos, Pablo Iglesias, por su «convicción» respecto al referéndum, ha concluido: «Todos sabemos, y él también, que no va a haber una mayoría política que lo permita». Puigdemont duda de que este problema se resuelva con una reforma Constitucional desde la seguridad de que ninguno de los políticos que la proponen tienen una idea concreta más allá de «vaguedades» que «quepan» en los 140 caracteres de Twitter.

VOX ha interrumpido la conferencia al grito de «Sin ley no hay democracia»

Y con el horizonte de las elecciones generales del 26 de junio, el presidente catalán no cree que la clase política española tenga el «coraje» de acometer una reforma constitucional cuando no han sido capaces de ponerse de acuerdo para evitar la repetición de los comicios. Tampoco hay, a su juicio, un «fervor autonómico» en ningún sitio, sino que, por el contrario, hay un «proceso recentralizador voraz».

Una espontánea que se ha declarado militante de la formación que lidera Santiago Abascal Conde, VOX, ha interrumpido la conferencia al grito de «Sin ley no hay democracia». Después de entregarle un ejemplar del Código Penal y unas esposas, ha abandonado la sala y se ha unido a un grupo de afiliados de ese mismo partido con camisetas en defensa de la unidad de España.

Durante su conferencia, Puigdemont ha echado en falta un nuevo «Viernes Santo» como el del año 1977, cuando se legalizó al PCE, y a políticos de la talla de Adolfo Suárez. Se ha quejado en este punto del desinterés del Gobierno central por el proceso independentista: «Preocupa a muchos españoles, pero no preocupa al Estado español», porque el Ejecutivo de Mariano Rajoy cree que cuenta con una ley que lo impide y con una mayoría política en el resto de España que no va a permitir ningún cambio.

El Gobierno de Rajoy no ha hecho nada, ha lamentado, sino que incluso «avanza en la senda contraria y es capaz de protagonizar episodios» tan «grotescos» como el de tratar de impedir que la gente anime a su equipo con su bandera. Antes de recalcar que esa «elocuente despreocupación» no hará que desaparezca el separatismo, Puigdemont ha confiado en que «no pase de este año» para que se hagan los esfuerzos necesarios para que las dos partes se conozcan y se reconozcan como actores políticos.

Y ha vuelto a apelar a la negociación y al diálogo, eje de su discurso, con el deseo de que «el Estado deje de pensar» que el separatismo es «un asunto pasajero, de políticos enloquecidos y ciudadanos engañados». «Si no quiere preocuparse, al menos debería ocuparse, dialogar y no mirar para otro lado, aunque se trate de una realidad que no le guste nada», ha constatado.

El presidente catalán ha estado acompañado en su primera conferencia en Madrid por parios de sus consellers, como Neus Munté, o los portavoces de Convergencia Democrática de Cataluña en el Congreso y en el Senado, entre otros.