Pujol amenaza con que la intervención en Cataluña traerá «tendría consecuencias muy negativas»

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El expresidente de la Generalidad de Cataluña, Jordi Pujol. Archivo Efe

Redacción – En ‘padre’ del separatismo catalán se considera el dueño de Cataluña explicando una conversación con su amigo contrario al separatismo catalán, bajo el título «El gesto de un amigo, España no se quiere dar cuenta». Jordi Pujol Soley, el ex presidente de la Generalidad de Cataluña y de Convergencia (CDC), amenaza al resto de españoles y a los catalanes resistentes al régimen de la Generalidad de Cataluña con que la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña -la suspensión de la autonomía de Cataluña- «tendría consecuencias muy negativas» a toda España. Dice Pujol a través de su blog en una carta publicada este jueves 6 de abril de 2017. Fotografía: El expresidente de la Generalidad de Cataluña, Jordi Pujol. Archivo Efe

Jordi Pujol: «El gesto de un amigo. España no se quiere dar cuenta», titula y al Gobierno del presidente Mariano Rajoy, aquí se dirige, advierte de que:

«Me haría gozo que este escrito pudiera ser leído por el amigo que me lo pidió -explica- me pidió desde la discrepancia y, también, desde el respeto. Todos tenemos que hacer este esfuerzo. Todos debemos tener este gesto. De hecho, pidiéndole me, él el gesto ya lo hizo. Gracias», sentencia en su carta en la que agrega también:

«Por eso ahora, y sobre todo a partir del cambio de siglo, un muy alto porcentaje de gente ha perdido confianza en el planteamiento autonomista y se ha hecho independentista», dice.

El jefe del clan corrupto catalán apunta: «No sabemos cuál será el desenlace del proceso. Hasta hace poco Cataluña mayoritariamente ha jugado claramente la carta de la Autonomía. Ahora, no. Pero todo es incierto» -y añade- «Pero hay algo que no es incierta. Y es que hay que Cataluña actúe con convicción y decisión», dice Pujol.

«Y con la fortaleza que da saber que volver al punto de salida tendría consecuencias muy negativas. Pero todo esto también con el ánimo comprensivo y constructivo que hay que tener cuando se producen separaciones. O simplemente cambios sustanciales de status», espeta el separatista.

Critica la famosa ‘operación dialogo del gobierno de Mariano Rajoy y afirma que el separatismo ya no cree en eso. «Viendo todo esto se entiende que el problema que hay planteado no se resolverá con retoques (a menudo aparentes). O con propuestas de diálogo Operación Diálogoque ya de entrada dan mucho la impresión de que no quiere ir al fondo del problema. Que son una maniobra de distracción», explica.

«Cataluña -apunta Pujol- pensó que en un clima de democracia consolidada y con treinta años de experiencia autonómica y de progreso general era posible plantear una renovación del Estatuto. Que tuviera más en cuenta los cuatro aspectos antes mencionados. Y mucha gente -y variopintos- ha trabajado con este propósito», dijo.

«Y gran parte de esta gente con el propósito de hacerlo en el marco del Estado español. De España. Pero han quedado muy decepcionados», dice este hombre.

Pujol explica en 4 puntos el desconocimiento del Gobierno del presidente mariano Rajoy sobre la realidad del separatismo catalán y insinua que Rajoy no ha entendido nada absolutamente. «España no se da cuenta o no se quiere dar cuenta de la naturaleza del conflicto que ahora hay en Cataluña. Que tiene varios aspectos. Cuatro de principales», explica.

«1.- De identidad. De reconocimiento de lo que confiere una personalidad propia en Cataluña. Que tiene aspectos políticos y jurídicos. Y lingüísticos y culturales. El ejemplo más claro es la Ley Wert, que ha hecho bascular mucha gente hacia el independentismo».

«2.- De competencias. De poder político y administrativo. Con constantes interpretaciones restrictivas. Incluso no aplicando sentencias favorables a la Generalidad».

«3.- De financiación. Lo resume aquella frase que de vez en cuando se nos recuerda: «Tendrán ustedes que venir cada año a expedir alpiste. Una actitud injusta y que llega a ser ofensiva. Y que afecta a dos aspectos vitales: el desarrollo económico y el Estado del Bienestar».

«4.- De sensibilidad. Desde «el que interesa a la gente» a la «alpiste» pasando por la voluntad de hacer quedar mal la Generalidad (pobreza energética, pagos farmacéuticos…). De hecho una actitud que rebaja el papel de nuestras instituciones y finalmente el propio país».

Sons las afirmaciones del ‘padre’ del separatismo cuyos hijos y él están en libertad pese a la corrupción de su clan.

Pujol reitera que los gobierno de España no han entendido nada. «Qué proponen? Según la información que se tiene dijeron «estad tranquilos, ahora sí dialogar y resolveremos el problema de las cercanías de Barcelona». De un territorio que afecta a muchos cientos de miles de personas. Y todo Barcelona. Que hace muchos años que reclamamos. Y que es un tema de primera necesidad. Y que es competencia del Estado. Por la experiencia acumulada de muchos años no sabemos si nos lo tenemos que creer o no. Para que el Gobierno español ha sido muy mal cumplidor».

Pujol: «Pero más grave y más preocupante es que el planteamiento que ahora hacen demuestra que no han entendido nada lo que pasa en Cataluña. Para terminar una carretera, para acabar con la vergüenza de que aún hoy entre Valencia y Barcelona no sólo no haya AVE sino que incluso haya 80 kilómetros de vía única, un país no moviliza cientos y cientos de miles de personas año tras año. Ni provoca una crisis política de gran magnitud, incluso reclamando la independencia. O creando inestabilidad política en el conjunto del Estado. Si llega a este alto grado de movilización es porque hay más cosas en juego».

Dice en su escrito que comienza explicando una conversación que mantuvo con un «viejo amigo» contrario al separatismo catalán. Lo explica así de entrada:  

«Un viejo conocido, hombre que me merece respeto y consideración aunque a menudo no hemos coincidido políticamente, me expresa su desacuerdo con la evolución que durante los últimos años ha tenido la relación Cataluña-España», dice.

«Está de acuerdo con que la situación actual no es justa respecto a Cataluña y le gustaría (por ejemplo) que la Operación Diálogo que parece que el Gobierno quiera poner en marcha tuviera éxito», añade pujol.

Dice el separatista de Convergencia, la formación del expolio del Palacio de Música de la Generalidad de Cataluña:

«Y cree que promesas como que ahora definitivamente la RENFE (es decir, el Estado) resolverá el escandaloso problema de las cercanías de Barcelona que hace décadas que dura significan que ahora va en serio», explica.

Pujol: «Y siendo como es hombre de buena voluntad me pidió un escrito breve explicando por qué, al contrario de lo que ocurría hace sólo ocho años, ahora el independentismo ha cogido una considerable volada. Le he hecho este par de folios», dijo.

El Gobierno de España está fuera del juego

Pujol: «Hace años que en Cataluña hay movilizaciones mucho y muy multitudinarias reclamando un cambio del status político e institucional de Cataluña, con reivindicaciones sociales, de financiación y en general de techo autonómico. Y finalmente desde hace unos años de reivindicación muy potente de independencia», son sus palabras.

Procede el ex líder de Convergencia: «Viene de antes, pero desde 2010 (año de la sentencia del Tribunal Constitucional, aplaudida por casi todo el abanico político español) estas movilizaciones, año tras año, de muchos cientos de miles de personas, sitúan Cataluña y Barcelona arriba del ranking mundial de las movilizaciones populares del todo pacíficas».

Lo gracioso de la carta de Pujol es que cuando se refiere a la respuesta de los gobierno de España, lo hace en español y no en catalán. «Todo esto, y mucho más – entre otros que el independentismo tenga mayoría en el Parlamento de Cataluña, en las cuatro Diputaciones, en una mayoría de Ayuntamientos… parece que debería recibir alguna respuesta. Respuesta seria. Y qué pasa? Sucede que de pronto el Gobierno español dice no te alborotado, ahora hablaremos. Y con gran pompa anuncian la Operación Diálogo».

«Hay dos frases que más de una vez se nos ha dicho desde varios gobiernos españoles. Y que tocan dos puntos decisivos para el futuro de Cataluña. Y que también explican que finalmente se haya producido la tensión que ahora hay», dice.

Y es que dice en español las respuestas: «La primera. Pedir alpiste. Es decir, parar la mano por un poco de escayola. De acuerdo en que el sistema de financiación que tenéis en Cataluña se malo. Y que os obliga cada año a venir a expedir alpiste. Pero no lo vamos a cambiar. Pedir caridad, es decir, el ahogo financiero».

Sigue Pujol: «La segunda. Sobre enseñanza y sobre lengua. Desde la Transición en España Hemos Hecho más de un cambio legislativa sobre educación. A veces con Mucha iniciativa de Cataluña que siempre se ha Interesado por este tema. Pero ahora hay que poner coto a esto. Y especialmente en el Referente al tema lingüístico».

«Y esto se completa con otra frase lapidaria: Con la inmigración actual y sin inmersión lingüística Dentro de dos generaciones el catalán será residual. De hecho este es el objetivo real de la Ley Wert», sentencia.