Rajoy: «Si yo tuviera la certeza total de que era imposible ser investido, abriría un periodo de reflexión»

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Efe – El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha advertido hoy, tras constatar el «no» socialista a facilitar que siga gobernando, que aunque él quiere acudir a una sesión de investidura, si no tiene la certeza de que prospere, abriría una reflexión con otros partidos para buscar una salida. Madrid (España), miércoles 13 de julio de 2016. Fotografía: El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy Brey, durante la rueda de prensa ofrecida hoy en el Congreso tras la reunión que ha mantenido con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, en el marco de la ronda de contactos con vistas a intentar la investidura. Efe.

Rajoy ha expuesto esa intención en su comparecencia ante los periodistas tras la reunión que ha mantenido en el Congreso con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, y con la que ha cerrado su primera ronda de contactos («muy ilustrativa», ha dicho) para lograr apoyos para su investidura.

Piensa seguir manteniéndolos, pero ya sobre la base de un documento titulado «Programa para el Gobierno de España» que ha entregado en mano a Sánchez y que ha enviado a los líderes de otros partidos.

Se trata de una propuesta que recoge gran parte del programa electoral del PP y que ha dicho que está fundamentada en los valores constitucionales y en el consenso del proyecto europeo, que tiene el objetivo básico de afianzar la recuperación económica y dar respuesta a retos de futuro, y que es «moderada y abierta al diálogo y a los pactos».

Con ese documento espera avanzar hacia una sesión e investidura a la que tiene interés en presentarse. «Tengo interés en gobernar. Yo quiero gobernar y tengo la responsabilidad de intentarlo», ha añadido.

Pero ha advertido de lo que puede ocurrir si no la tiene garantizada: «Si yo tuviera la certeza total de que era imposible ser investido, abriría un periodo de reflexión con el resto de los grupos políticos para ver si tendrían intención de dar salida a la situación».

No obstante, a la espera de conocer la posición de cada grupo, ha reiterado sus intenciones: «Yo estoy dispuesto a mojarme y gobernar sean cuales sean las circunstancias. Tengo muy claro qué es lo que hay que hacer y voy a seguir dando la batalla».

Tras el anuncio de hoy de Ciudadanos de que sus diputados se abstendrían en una segunda votación a su investidura, ha recordado que eso no es suficiente para que él gobierne si el PSOE vota en contra.

Lo que cree que hay que evitar a toda costa es repetir las elecciones «de ninguna de las maneras» porque sería «un disparate» y «una locura», ya que España necesita cuanto antes un nuevo gobierno para afrontar decisiones consensuadas como el techo de gasto o los presupuestos del próximo año.

Por eso aboga por que haya gobierno a finales de julio o, más bien, a principios de agosto.

«No sé qué se puede hacer en agosto que no se pueda hacer a lo largo de estos días de julio», ha señalado Rajoy, quien en una breve conversación informal con los periodistas al término de su comparecencia ha comentado que, a diferencia de años anteriores, para este verano no ha reservado dónde pasar unos días de vacaciones.

Pero además de formar gobierno, ha defendido que éste debe tener «una cierta estabilidad», un margen de maniobra y contar con la «lealtad institucional y responsabilidad» de otros partidos al menos en asuntos de Estado y en favor de los intereses generales de los españoles.

Un consenso que cree que debe preservar los efectos de las reformas de los últimos años.

De su reunión de hoy con Sánchez se queda con el «no» socialista a su investidura, aunque al plantearle si descarta que la facilite en el futuro se ha limitado a señalar que todo el mundo puede cambiar de opinión.

Ante las declaraciones del líder socialista en las que le ha instado a negociar su investidura con fuerzas afines como CDC, ha dicho que él va a seguir negociando con todos los que quieran hacerlo y que nadie le ha comentado hasta ahora que no quiere seguir hablando.

Pero ha reconocido que es «muy difícil» que pida el respaldo a un partido como CDC, que está en un planteamiento «radical y absolutamente contrario a la esencia de la Constitución», en referencia a la apuesta por la independencia de Cataluña.