Redacción – Al pie de las murallas de Granada se hizo efectiva la rendición musulmana con la entrega de las llaves de la ciudad por parte de Boabdil a los Reyes Católicos. Barcelona (España), domingo 3 de enero de 2021.
Las condiciones de la capitulación se recopilaron en las llamadas Capitulaciones de Granada. Dos de enero de 1492, Boabil hace entrega de las llaves de la ciudad de Granada a los Reyes Católicos.
«Complace más la gloria cuando se ha sufrido tanto para alcanzarla», le dice Isabel a Fernando. Así imaginó y plasmó la escena Francisco Pradilla en 1882.
Según recoge radiotelevión española (RTVE), en las capitulaciones se acordó que Isabel y Fernando recibirían todas las fortalezas del reino, incluida La Alhambra y los cautivos. La fecha acordada para la entrega fue, como explica Irisarri, » el seis de enero, día de la Epifanía».
Sin embargo, temeroso de una sublevación por parte de aquellos que se oponían a dejar escapar el último reducto musulmán, Boabdil adelantó la fecha; sería el dos de enero.
«La entrega de la ciudad; que se había pactado todo previamente, todo constaba en las capitulaciones, cómo debía llevarse a cabo; se realizó en el entorno de una de las puertas de la ciudad, muy cerca de ellas», explicó Óscar Villarroel, profesor de Historia de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Irisarri nos da más detalles: «Al frente de la primera comitiva, marchaba Boabdil, rodeado de muchos caballeros y montado a caballo, llevando las llaves de la ciudad en la mano. En la segunda, abría la marcha el rey Fernando, seguía la reina Isabel, el príncipe Juan y varios condes».
«El rey moro hizo ademán de apearse del caballo, para postrarse ante el soberano de Castilla a la par que le entregaba las llaves, pero Fernando se lo impidió. Tomó las llaves y, gentilmente, se las entregó a la reina y ésta al príncipe y éste al conde de Tendilla, que con tres mil caballeros entró en La Alhambra y tomó los patios, los salones, las habitaciones y las torres y, en la más alta, alzó la Santa Cruz».
Como era de suponer, otro punto que quedó reflejado en las capitulaciones fue el destino de Boabdil, al que se le concedería un señorío en las Alpujarras: «A la par que los cristianos subían la cuesta hacia La Alhambra, los musulmanes la bajaban.
El rey Boabdil se fue a vivir a tierras de Almería, donde habitaban muchos mudéjares, en concreto a la villa de Laujar de Andarax», relata Ángeles Irisarri.
Sin embargo, Boabdil no aguantaría demasiado en su nuevo hogar: «Primero había sido un vasallo del reino castellano, luego iba a quedar como un señor casi feudal dentro de lo que es la propia Granada. Fu allí con su familia, pero duró un año y diez meses», cuenta Cunillera. La asesora histórica de ‘Isabel’ señala que la situación se tornó insostenible, el que fuera emir de Granada no aguantó el control y vigilancia a los que era sometido por los Reyes Católicos.
Boabdil y sus gentes acabaron instalándose en el norte de África, en la ciudad de Fez.
