Si hay una actividad que define el costumbrismo cordobés más castizo es irse de perol

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EFE – Si hay una actividad que define el costumbrismo cordobés más castizo es irse de perol, que no es fabricar un utensilio de cocina, sino que es un acto de convivencia típico en la onomástica del custodio de la ciudad, San Rafael, cuando miles de familias y amigos se van al campo a pasar el día. Córdoba, 24 octubre 2015. <Fotografía: imágenes de dos cordobese más castizos es yendose de perol. Foto/Efe>.

«No eran ni las seis de la mañana cuando hemos venido a coger sitio y ya había muchos llanos cogidos por otras familias» ha contado a Efe la familia Roldán, instalada en uno de los bancos de piedra del parque periurbano de Los Villares, lugar típico para «irse de perol» en la ciudad.

Los Roldán celebran el santo de uno de los 485 «Rafaeles» censados en Córdoba según los datos del padrón municipal registrados por el INE en el 2010, cifra cuya incidencia histórica se encuentra en la década de los sesenta cuando hubo en la provincia más de 6.000 hombres llamados como el arcángel, custodio de la ciudad desde el siglo XVI.

Cerca de ellos, la familia Chofler, que ha logrado reunir a más de treinta personas, ha explicado el ritual tradicional de este día: «a media mañana empezamos echando al perol la panceta y la acompañamos con tortilla, pimientos, aceitunas y otros aperitivos», «a las cinco de la tarde, ya nos ponemos con el arroz».

Uno de los «Rafaeles» de este clan ha apuntado que «en Córdoba el día de San Rafael ha pasado a ser el día de San Perol porque, aunque las nubes encapotan el cielo y las mujeres han tenido que sacar su «saquito», como se denomina aquí al jersey, el 24 de octubre la ciudad se va al campo.

Ángela, mujer y cuñada de «Rafaeles», ha contado que el día 24 de octubre está marcado en el calendario familiar porque «es un símbolo de convivencia para los cordobeses que reúnen a abuelos, padres, hijos, nietos y amigos para echar un buen día comiendo y bailando»

La señora ha explicado que el menú se paga «a escote», «aunque el cabeza de familia siempre se encarga de la mayor parte» y el resto pone las bebidas y el «postre especial de este día, el pastel cordobés», un hojaldre relleno de cidra que no falta en ninguno de los peroles de hoy.

Como indicó Juan Latino, seudónimo del periodista cordobés Manuel Medina, en su artículo «Teoría y práctica de un perol cordobés» (El Correo de Andalucía, 8 de octubre de 1972), otro de los elementos esenciales en esta práctica es «el peñista»: el «cordobés y hombre de bien» que pertenece a una «peña», asociación taurina, flamenca, futbolística, cultural o de cazadores que desde el pasado siglo forman parte de la vida social de la ciudad.

«Desde 1957, San Rafael es también patrón de los peñistas, que en torno a un perol, celebramos cada 24 de octubre esta convivencia para no perder la tradición cordobesa por excelencia» ha comentado el presidente de estas sociedades, Alfonso Morales, quien ha resaltado que «ya Julio Romero de Torres, en los años veinte, se reunía con Valle Inclán y Azorín en peñas de la ciudad».

El jefe de servicio de Protección Civil de Los Villares, José Ángel Moreno, ha indicado que «la jornada se está desarrollando muy tranquila a pesar de las miles de familias que celebran el día de San Rafael», si bien, ha destacado que «hemos tenido que recordar que está prohibido usar ramas para alentar las candelas», que solo pueden hacerse en las barbacoas de piedra habilitadas para tal fin.

Con «cuchará y paso atrás», expresión popular de los «perolistas» que indica que se coja una cucharada de arroz del perol y se deje paso a otra persona, los cordobeses hoy pasarán el día festivo disfrutando de las mejores viandas del Valle de Los Pedroches maridadas con los caldos de la tierra; oferta de ocio que no es ningún «pego» -tontería- como plan de fin de semana.