Lasvocesdelpueblo y Agencias.- Barcelona (España), jueves 3 de febrero de 2022. El Parlamento de Cataluña ha vivido este jueves una situación paradójica: el pleno ha aprobado un dictamen, pactado por las fuerzas separatistas (ERC, JxCat y CUP), que avala mantener el escaño al delincuente diputado de la CUP y secretario tercero de la Mesa del Parlamento de Cataluña, Pau Juvillà Ballester, — inhabilitado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por desobedecer la resolución de la Junta Electoral Central (JEC) cuando era concejal en el Ayuntamiento de Lérida, desde donde desafiaba la legalidad vigente en campaña electoral del pasado año 2019, exhibiendo símbolos separatistas en ese edificio público—, pero al mismo tiempo ha dejado de tratarlo como un parlamentario más.
La votación del pleno ha sido más bien un acto simbólico, que aparentemente implica desobedecer la orden de la Junta Electoral Central (JEC) de retirar el escaño a Juvillà, si bien en la práctica ya no se le trata como diputado, puesto que la presidente del Parlamento de Cataluña e imputada por corrupción por el TSJC, Laura Borràs Castanyer, le ha denegado el voto delegado y él ni tan siquiera ha sido convocado al pleno extraordinario de este jueves. Lo que jurídicamente es la muerte política del condenado secretario tercera Pau Juvillà Ballester, además, mañana viernes -último días del plazo de 5 días del ultimátum de la JEC a Borràs para confirmar la retirada del escaño de Juvillà- proteger el trasero de la funcionaria Laura Borràs Castanyer contra quien la JEC advirtió de acciones legales (querella por desobedienci) si no retira el escaño mañana viernes.
El pleno ha sido convocado de urgencia para votar un dictamen que pactaron ayer ERC, JxCat y CUP, en el que acuerdan mantener el escaño al delincuente Juvillà, desoyendo así la orden de la JEC, aunque se imponen, como «límite de la desobediencia», no comprometer penalmente a los funcionarios de la cámara catalana, entre ellos la propia presidente d ela cámara, Laura Borràs Castanyer.
El Grupo Parlamentario de CUP -quinta fuerza política detrás del Grupo VOX- ha decidido no participar en la votación del dictamen, en señal de protesta por el hecho de que el delincuente Juvillà no haya sido convocado al pleno.
Finalmente, el dictamen ha sido aprobado con los 73 votos a favor de ERC, JxCat y Podemos Cataluña (En Común Podemos), los 53 en contra de PSC, Vox, Cs y PP. La CUP no ha participado de la votación.
Al inicio del pleno, Borràs ha denegado la solicitud de voto delegado de Juvillà invocando el artículo 16.1 del reglamento del Parlamento de Cataluña, que señala que «hay conflicto de intereses cuando un diputado tiene un interés personal directo o indirecto que puede influir de manera inadecuada en el cumplimiento de sus deberes como diputado de manera íntegra».
