España, 09.11.2020. Me llaman negacionista. Soy la persona que, aunque tú no lo veas, estoy luchando por tus derechos. Soy quien está día a día esquivando las mentiras que tú te tragas.
Me llaman negocianista, la persona que malgasta horas en descubrir la «mentira del covid 19» mientras tú ves una película en el cómodo sofá de tu casa.
Soy el negacionista que tiene que arrastrar el dolor y el sufrimiento de ver cómo están esclavizando y humillando a los demás seres humanos mientras tú solo te preocupas por tu ombligo.
Soy la persona por la cual tú aún sigues con los pocos derechos que te quedan y no estás haciendo cola en un comedor social.
Me llaman negocianista, pero soy la persona que mantiene una mentalidad firme para no caer en todas las trampas ideológicas en las que tú has caído y sin siquiera usar un segundo de tu vida para cuestionarlas.
Soy negacionista, la persona sin la cual ahora mismo vivirías como un animal enjaulado, aunque sigas obedeciendo como tal.
Me llaman negocianista, la persona que lucha para que tu hijo no crezca en un mundo aún más oscuro y siniestro, mientras tú te llenas la boca de que lo amas mucho.
Soy el negacionista que está salvándote la vida mientras tú sigues comportándote como un muerto viviente.
Me llaman negocianista, la persona que sale a la calle y aguanta los palos de la Policía mientras tú ves tu película favorita en el canal de pago.
¿Y tú me llamas negacionista?
Lo tuyo no tiene nombre.