
Barcelona (Reino de España), domingo 29 de junio de 2025 (Luis Torres Píñar). El actual presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez Pérez-Castejón «el Sátrapa» y su Gobierno cumplen con todos los indicios razonables para haber sido nombrados, cometiendo un flagrante fraude de Ley, los artículos 6.4; 12.4 CC., y 11.2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ).
N. del A.: Definición de fraude de ley: Se comete un fraude de ley cuando se realiza un acto jurídico amparándose en una ley de cobertura con la intención de alcanzar objetivos impropios de esa norma y, además, contrarios a otra ley o al ordenamiento jurídico. Es decir, se utiliza una ley de cobertura para ocultar la ley defraudada. No es mi opinión, sino, del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que, en sus observaciones señala: «… que la amnistía fue promovida por el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, para determinados políticos, funcionarios y ciudadanos vinculados al proceso independentista catalán, y todo ello no responde a un objetivo de interés general reconocido por la Unión».
El día 26 de junio, se confirmó por los magistrados inconstitucionales lacayos del sátrapa Sánchez, la sumisión del Tribunal Constitucional al poder del magnánimo sátrapa de turno. Un Tribunal creado para servir a la Constitución, que desde su fundación lució por estar al servicio y servidumbre del bipartidismo y exclusivamente de sus necesidades —recuérdense los años que tardó en pronunciarse sobre el aborto. Suponer que este conjunto de vividores y barriguitas satisfechas, muy bien remunerados con cargo al contribuyente, tan sólo sirven al amo que les brindó la posibilidad de alcanzar un sueldo y una jubilación de ensueño, muy lejos del alcance de cualquier ciudadano corriente.
Se ha escrito mucho y durante mucho tiempo sobre la infame amnistía concedida, que fue concebida y redactada por los propios beneficiarios, por lo que abundar en el tema no conduce a nada nuevo. Eso sí, sirve para abonar mi idea sobre que el sátrapa Sánchez, no tiene previsto abandonar el palacio de la Moncloa, quizá en ocupar el de la Zarzuela —es más grande— cuando el títere rey Felipe VI, decida por voluntad propia o impuesta, abandonar el trono a modo de su bisabuelo, confiando en que cuando aquellos españoles dignos debamos darnos de hostias —otra vez— para limpiar la porquería que él, ha dejado a cargo de España. Después, una vez pacificado el territorio abandonado, reclamará el trono como pretendió su abuelo.
Parece que los magistrados del Tribunal Supremo aguantan el tirón ¡estamos en sus manos!, porque ni militares, ni políticos y tampoco los periodistas, parece que sabiendo lo que saben e intuyendo lo que es palpable, hagan nada para poner fin a esta ignominia.
Los militares reciben con honor y placer a la ministra «transgresora», con nombre de flor y apellido de fagácea, tan amarga como sus bellotas, incapaces de recordarle que ella misma votó a favor de amnistiar a quienes pretendieron romper la unidad de España, esa a la que los militares están obligados a salvaguardar, y sin embargo muy sumisos, reverencian a la excelentísima.… no sea que vayan a la reserva antes de tiempo.
Los políticos, aguardan el día de control al gobierno en el pleno de las Cortes, para preguntar al sátrapa y sus secuaces ministros sabedores que, lejos de responder a sus preguntas, serán ellos los juzgados y controlados. Con todo, cada semana inscriben nuevas preguntas… y se quedan para recibir el vómito que esos inefables interrogados expelen.
Luego tenemos a los periodistas. Los de la cuerda del gobierno, con tal de seguir mamando de las ubres del papá estado, hacen y redactan ¡lo que haga falta, como sea menester! Como dejó dicho para la eternidad el personaje de Fernando Galindo encarnado magistralmente por José L. López Vázquez: «aquí, un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo…».
Los periodistas más osados, no se atreven a dar el paso más allá de redactar un artículo más o menos vehemente, advirtiendo sobre las trampas del gobierno, pero no son capaces siquiera de «plantar» al indigno presidente, en las ruedas de prensa en las que no acepta preguntas. Es tanto como ofrecer al sátrapa la oportunidad de mitinearnos… Recuerdan estos profesionales el plante que se le hizo al expresidente del Gobierno de España José María Aznar López…
Unos y otros, unos por otros, España agoniza ante la impasividad de quienes realmente pueden y no se atreven a poner fin, al latrocinio socialcomunista a las órdenes de los fascistas secesionistas con los asesinos de Euskadi Ta Askatasuna (ETA). ¡Ahí lo dejo!
Luis Torres Píñar