Torre-Pacheco es la advertencia de un régimen infiltrado en España

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FOTOGRAFÍA. TORRE-PACHECO (REGIÓN DE MURCIA) REINO D EESPAÑA, 12 DE JULIO DE 2025. Soldados de las tropas de Mohamed VI de Marruecos —el rey marroquí de nombre completo Sidi Mohamed ben Hasán ben Mohamed ben Yusef al-Alawi— vuelvan a tomar las calles de Torre-Pacheco, en la Región de Murcia, Reino de España, donde reciben cobijo y financiación por parte de las autoridades españolas, de la mana del Partido popular (PP) de Isabel Natividad Díaz Ayuso y su jefe Alberto Núñez Feijóo junto al Partido Socialista (PSOE) del presidente del Gobierno de España Pedro Sánchez Pérez-Castejón, eso sí, con el dinero de los impuestos de los trabajadores españoles, quienes deben elegir entre ser extranjeros en su tierra o someterse a las nuevas normas de Rabat (Sharía islámica) o abandonar Torre-Pacheco a puñetazos, patadas y suplicando por su vida, así como le ocurrió al anciano español, don Domingo la pasada madrugada del miércoles, 9 de julio de 2025 cuando paseaba por las inmediaciones del cementerio de la ciudad y fue apalizado brutalmente y humillado. Lasvocesdelpueblo (Ñ pueblo)
FOTOGRAFÍA. TORRE-PACHECO (REGIÓN DE MURCIA) REINO D EESPAÑA, 12 DE JULIO DE 2025. Soldados de las tropas de Mohamed VI de Marruecos —el rey marroquí de nombre completo Sidi Mohamed ben Hasán ben Mohamed ben Yusef al-Alawi— vuelvan a tomar las calles de Torre-Pacheco, en la Región de Murcia, Reino de España, donde reciben cobijo y financiación por parte de las autoridades españolas, de la mana del Partido popular (PP) de Isabel Natividad Díaz Ayuso y su jefe Alberto Núñez Feijóo junto al Partido Socialista (PSOE) del presidente del Gobierno de España Pedro Sánchez Pérez-Castejón, eso sí, con el dinero de los impuestos de los trabajadores españoles, quienes deben elegir entre ser extranjeros en su tierra o someterse a las nuevas normas de Rabat (Sharía islámica) o abandonar Torre-Pacheco a puñetazos, patadas y suplicando por su vida, así como le ocurrió al anciano español, don Domingo la pasada madrugada del miércoles, 9 de julio de 2025 cuando paseaba por las inmediaciones del cementerio de la ciudad y fue apalizado brutalmente y humillado. Lasvocesdelpueblo (Ñ pueblo)

Torre-Pacheco (Región de Murcia) Reino de España, domingo 13 de julio de 2025 (Taleb Alisalem, activista y analista político de origen Sahara Occidental [@TalebSahara]).- La izquierda no ve supremacismo en los vídeos de marroquíes ondeando su bandera en suelo español tras agredir a un anciano […] el proyecto integrador está roto. Y lo han roto quienes no vinieron a integrarse, sino a expandirse. Marruecos no ha exportado ciudadanos, ha exportado agenda; Marruecos no ha mandado familias «necesitadas», ha desplazado una ideología; la misma que ocupa mi tierra, el Sáhara Occidental.

VÍDEO. TORRE-PACHECO (REINO DE ESPAÑA), 12 DE JULIO DE 2025.

Torre-Pacheco: el antirracismo selectivo y la estrategia marroquí

Un anciano ha sido agredido en Torre-Pacheco. El agresor, un joven marroquí. El hecho, grabado. Las reacciones, inmediatas. La narrativa, predecible. La izquierda mediática se lanza a denunciar el «auge del racismo», «la extrema derecha» y «la islamofobia». Los mismos de siempre, con los mismos adjetivos, con el mismo guion.

Inmigrantes magrebíes humillan a un anciano español

Pero aquí no hay ningún auge. Lo que hay es hartazgo. Lo que hay es un Estado, Marruecos, que ha hecho de su emigración una herramienta de presión política, y una parte de su diáspora una extensión blanda de su aparato de control. Y lo que hay, sobre todo, es una izquierda cobarde, domesticada y selectivamente ciega. Ve racismo en un tuit crítico, pero no ve supremacismo en los vídeos de marroquíes ondeando su bandera en suelo español tras agredir a un anciano. Sí, se han ondeado banderas marroquíes en Torre-Pacheco, no por nostalgia (sino) por territorio, por dominio, por desafío, por supremacismo colonial.

Hay algo que no se quiere decir en voz alta, pero que muchos en silencio ya piensan, el proyecto integrador está roto. Y lo han roto quienes no vinieron a integrarse, sino a expandirse. Marruecos no ha exportado ciudadanos, ha exportado agenda; Marruecos no ha mandado familias «necesitadas», ha desplazado una ideología; la misma que ocupa mi tierra, el Sáhara Occidental, que oprime a su propia prensa y que alimenta en Europa una red clientelar de obediencia, chantaje y tribalismo.

¿Y qué hacen los colectivos «antirracistas»?

Lo de siempre, callar; callan cuando saharauis son amenazados; callan cuando activistas son perseguidos por marroquíes en España; callan cuando en las calles de Barcelona la criminalidad tiene rostro y nacionalidad, pero denunciarlo es «fascista», «nazi» y «ultraderecha»; callan porque el problema no es el racismo, sino quién lo sufre. Y si no eres útil a su causa ideológica, no mereces ni una línea de apoyo.

Es curioso cómo funciona la indignación selectiva:

1.- Si un español reacciona ante la agresión de un anciano, es un «nazi».

2.- Si un marroquí agrede 8a un español), es un «caso aislado».

3.- Si un barrio se defiende 8frente a la agresión marroquí), es la «extrema derecha».

4.- Si ondean banderas marroquíes del régimen del dictador Mohamed VI en suelo español, es «expresión cultural».

Hipocresía con mayúsculas.

Lo que está ocurriendo (en Torre-Pacheco) no es nuevo; forma parte de un modelo calculado, victimizar a la comunidad marroquí cada vez que alguien osa denunciar lo obvio. Mientras tanto, se criminaliza toda crítica, se anestesia la conciencia y se vacuna a Marruecos de cualquier responsabilidad. Y si alguien se atreve a hablar claro, lo llaman «ultraderecha», «nazi», etc.. Así se ha construido el nuevo totalitarismo moral, o te callas o eres el enemigo.

Y, mientras tanto, España arde; arde en la confusión; arde en barrios donde la ley ya no es la Constitución, sino la ley del más violento; arde en discursos institucionales que prefieren proteger sensibilidades ajenas antes que los derechos de sus propios ciudadanos; arde mientras Marruecos gana terreno, simbólico, económico, político y ahora también callejero.

Torre-Pacheco no es un caso aislado; es un síntoma; un espejo; una advertencia. Y quien no quiera verlo, que mire mejor porque la bandera marroquí que ondearon está noche, no representa a un pueblo, representa a un régimen. Y ese régimen ha aprendido a infiltrarse no con tanques, sino con víctimas; no con soldados, sino con relatos. Y lo está consiguiendo porque Europa ha perdido el coraje de llamar a las cosas por su nombre.

Pues bien, yo no lo he perdido; sí, hay violencia importada; sí, hay lealtades extranjeras antes que cívicas; sí, hay una manipulación sistemática del victimismo para proteger a un Estado agresor; y sí, me puedes vomitar tu odio y falta de argumento en forma de «nazi» o «ultraderechista» para dejar evidente de dónde procede el autoritarismo nazi: de ti.