Trump supera el primer escollo en el Congreso para derogar la Ley feminista de Obama: ‘Obamacare’

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El vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence (i) y el presidente de la Cámara, Paul Ryan (d), se mantienen detrás del presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump (c), quien ofrece su primer discurso hoy, martes 28 de febrero de 2017, en una sesión conjunta del Congreso en la Cámara de Representantes en Washington, DC , (Estados Unidos). Efe.

Lasvocesdelpueblo y Agencias – El nuevo presidente estadounidense cumple con su promesa electoral sin complejos; el Obamacare’ tiene los días contados. Con todo, es el mayor triunfo legislativo de Trump desde que es presidente. El proyecto de ley ha sido aprobado en la Cámara de Representantes de EE.UU. La contrarreforma de Trump ha recibido hasta 217 votos a favor, por 212 en contra. El texto debe superar el examen del Senado, donde se espera una dura pugna. Washington (EEUU), jueves 4 de mayo de 2017. Fotografía: El vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence (i) y el presidente de la Cámara, Paul Ryan (d), se mantienen detrás del presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump (c), quien ofrece su primer discurso hoy, martes 28 de febrero de 2017, en una sesión conjunta del Congreso en la Cámara de Representantes en Washington, DC , (Estados Unidos). Archivo Efe.

Donald Trump ya tiene su primer gran triunfo legislativo: después de varias semanas de negociaciones en el seno del Partido Republicano y tras dos intentos fallidos previos, la Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado este jueves el proyecto de ley con el que los republicanos pretenden derogar y sustituir el Obamacare, la reforma sanitaria que supuso uno de los mayores logros de la presidencia de Barack Obama.

Pese a la mayoría republicana en la cámara baja del Congreso, el texto ha salido adelante con escaso margen, puesto que ha cosechado 217 votos a favor y 213 en contra, esto es, cuatro de diferencia y apenas uno más del mínimo requerido para hacer avanzar la legislación.

Ningún representante demócrata ha respaldado la propuesta, lo que implica que una veintena de republicanos han rechazado el proyecto de ley, que ahora pasa al Senado, donde se espera atraviese una compleja negociación, con numerosas modificaciones, para conseguir su aprobación definitiva.

En cualquier caso, la American Health Care Act (Ley de Salud Pública Estadounidense) ha superado su primer escollo y se convierte en la primera gran victoria de Trump en el Congreso desde que llegó a la Casa Blanca.

Y aunque sea una victoria más simbólica que real, se trata de una de sus principales promesas electorales y revierte un sonoro revés, ya que hace unas semanas tuvo que retirar una primera propuesta para derogar el Obamacare por falta de apoyos.

De hecho, Trump ha retrasado el viaje que tenía previsto realizar a Nueva York para comparecer en la rosaleda de la Casa Blanca poco después de la votación y manifestar su satisfacción por la aprobación del proyecto de ley.

Arropado por los congresistas que apoyan su reforma, el presidente ha querido, en primer lugar, felicitar al líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Paul Ryan: «Esto realmente ha unido al Partido Republicano».

Después, Trump ha vuelto a cargar contra la normativa implantada de Barack Obama: «Estuve dos años en campaña y puedo afirmarlo: donde quiera que fui, la gente sufría muchísimo con los estragos del Obamacare», ha subrayado, insistiendo que en la reforma de su predecesor «está fracasando» y es una ley «esencialmente muerta».

El presidente ha vuelto a prometer que su reforma reducirá las primas de los seguros sanitarios, pese a que los analistas apuntan a lo contrario, y ha señalado que el trámite parlamentario hará «aún mejor» su propuesta.

«Vamos a conseguir que pase el Senado. Estoy muy confiado», ha asegurado Trump, que también ha deslizado una amenaza de cara a la negociación, al señalar que si el Gobierno no paga las compensaciones previstas a las compañías de seguro por asegurar a determinados ciudadanos «el Obamacare morirá».

El texto que los republicanos han logrado aprobar este miércoles incluye, entre otras medidas, retirar la obligatoriedad que ahora tienen las aseguradoras de dar cobertura y no subir los costes a quienes hayan sufrido enfermedades previas, un asunto tremendamente controvertido.

Con todo, se espera que el proyecto de ley sufra nuevas modificaciones en el Senado, donde estará expuesto a enmiendas ilimitadas.

Así, se espera otra dura pugna política en el Senado, donde los conservadores tienen una mayoría aún más ajustada -solo seis senadores más que los demócratas- y varios republicanos moderados se han mostrado ya en contra de la contrarreforma de Trump, ante el temor de millones de personas pierdan la cobertura sanitaria.

De hecho, uno de los aspectos más controvertidos de la votación de este jueves es que los republicanos han presentado el texto sin que la Oficina de Presupuesto del Congreso evaluara el impacto de la ley, aunque el texto sin enmiendas ya arrojó datos poco alentadores: según la primera evaluación, hasta 24 millones de personas pueden perder su cobertura sanitaria en los próximos diez años.

Los demócratas se han quejado de que los republicanos votaran sin saber el impacto exacto de la legislación, pero el líder de la mayoría conservadora en el senado, Mitch McConnell, ya ha advertido que eso no ocurrirá en el Senado, donde el proyecto de ley será exhaustivamente revisado.

En cualquier caso, los demócratas solo necesitan convencer a tres republicanos en la cámara alta para que la ley no prospere.

Algunos republicanos, como el senador por Ohio Rob Portman y el senador por Virginia Occidental Shelley Moore Capito, han expresado ya su preocupación por el impacto de la nueva ley en sus estados, especialmente en lo relativo a los recortes a las ayudas para las personas con bajos recursos, al igual que otros representantes más moderados, como Susan Collins, de Maine.

Del otro lado del espectro republicano, un trío de senadores ultraconservadores, Ted Cruz, Mike Lee y Rand Paul, también podrían ponerse en contra, aunque por motivos diametralmente opuestos. Así las cosas, los demócratas se atreven a vaticinar que tumbarán la iniciativa de Trump:

«Este proyecto de ley no va a llegar a ningún lado en el Senado de Estados Unidos», ha remarcado el líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer.

«En lugar de tratar de aprobar una versión diferente del mismo Trumpcare, que significaría costos más altos por menos cuidado, los republicanos en el Senado deberían negarse a seguir a sus colegas de la cámara baja hacia el precipicio, rechazar la legislación y trabajar con los demócratas para mejorar nuestro sistema de cuidado de salud de manera bipartidista», ha añadido.

Los demócratas esperan que la ley para derogar el Obamacare suponga un lastre para los republicanos en las elecciones de medio mandato del año que viene, en las que se renueva un tercio del Senado y la totalidad de la Cámara de Representantes, dado que el apoyo a la reforma sanitaria de Obama, que ha proporcionado cobertura médica a unos 20 millones de estadounidenses, ha repuntado en las últimas encuestas.

Los republicanos, pese a todo, insisten que supone un exceso de intervención estatal y eleva los costes de la cobertura sanitaria.

Así, su propuesta elimina la mayoría de las disposiciones del Obamacare, incluida la sanción por no disponer de un seguro sanitario, y recorta la asignación presupuestaria para el Medicaid, el programa público que cubre a los más pobres.