Un idioma proscrito en los colegios catalanes

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BARCELONA (ESPAÑA), 15.09.2018. Una estrella del Rey David —el Rey de Israel, sucesor de Saúl y segundo monarca legítimo del Reino de Israel, que logró unificar su territorio e incluso expandirlo, ​hasta comprender las ciudades de Jerusalén y Samaria, Petra, Zabah y Damasco— con la que las familias españolas quieren denunciar su calvario hoy en las calles del centro de Barcelona, capital de la región catalana donde hablar el español y estudiar en español ya está prohibido por el independentismo. Lasvocesdelpueblo

Redacción.- Reus (Tarragona) España, lunes 13 de diciembre de 2021. ¿Qué credibilidad y respeto merece un dirigente político que no cumple las resoluciones de los jueces en un estado democrático de derecho? Los gobernantes catalanes lo hacen siempre y cuando los veredictos no se ajustan a sus intereses, incluyendo el golpe de estado. Descalifican a los tribunales cuando no apoya su ideología aludiendo que están politizados, pero si en alguna ocasión les da la razón entonces es un triunfo de la democracia, no se puede ser más cínico.

El bochornoso caso de Canet de Mar es solo una pequeña muestra de que el español es un idioma proscrito en la arcadia feliz Independentista gracias a la nefasta inmersión lingüística que fue impuesta por el ínclito Pujol, y es el mayor error de los gobiernos de España, ceder la educación a unos supremacistas para adoctrinar a los alumnos en el odio a España. Un plan estratégico a largo plazo que va cumpliendo inexorablemente su fin, manipular y utilizar la lengua como arma política y estratégica para la secesión y la fractura social.

El gobierno golpista incumple sistemáticamente las resoluciones en materia de impartir el español en algunas asignaturas troncales, no respetan la lengua vehicular, persigue y vigila a los alumnos y profesores que hablen español en las aulas, mediante amenazas veladas hasta en el recreo, promoviendo la delación. La «ley del silencio» impera en Cataluña, nadie se atreve a alzar la mano, levantar la voz para tomar la palabra, denunciar el atropello a derechos elementales, recibir tan solo una cuarta parte en su lengua materna, el idioma de Cervantes y más de 500 millones de hispanos. Solo recurren unos cuantos valientes que en contra de su voluntad se convierten en héroes para su desgracia. Ciudadanos catalanes que son inmediatamente señalados, acosados y perseguidos para que abandonen su morada, sus amistades y su familia, para que huyan presos del miedo, la opresión y la amenaza, cuando no insultados. En esta tierra cada vez más pobre y dividida por la fractura social y el odio racista, está sometida y silenciada por los independentistas que gobiernan solo para una parte de los catalanes, el victimismo los enardece, la manipulación de la realidad social es constante.

Las asociaciones que luchan en los tribunales contra esta discriminación y claro adoctrinamiento, son amordazadas social y económicamente, están abandonadas a su suerte y son ignoradas ante una brutal presión mediática y plataformas sociales separatistas bien subvencionadas con los impuestos de todos. Disponen de medios de comunicación afines al servicio del independentismo que publicitan sus mantras y manipulación ideológica. El delirio de estos sujetos que nos gobiernan ha llegado hasta jactarse de la insumisión y apoyan presencialmente a quienes les aplauden sus fechorías. En esta sociedad enferma, la anormalidad se ha convertido en algo habitual y lógico, es el mundo al revés, la desfachatez y la osadía de estos ineptos les está llevando a la decadencia moral y económica mientras ellos siguen instalados en una falsa realidad, de que no hay discriminación lingüística y presumen de que la «inmersión» es un éxito, claro… sobre todo para el separatismo excluyente. Mientras tanto, el Defensor del Pueblo y el Gobierno de España miran para otro lado, ni están ni se les espera en la defensa de la justicia. El adoctrinamiento en la educación, es la perversión más vil que puede perpetrar un docente, dedicado al conocimiento y la cultura de unos niños que deben ser sus padres los que les formen en valores.

Antonio Morales Sánchez,

ciudadano español residente en Cataluña