Uno de cada tres catalanes declara que no tiene ningún amigo de confianza

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Dos mujeres catalanas pasando un rato en una playa. Efe

Agencias – Un 31 % de los catalanes declara que no tiene ningún amigo de confianza, porcentaje que aumenta cuanto más bajo es el nivel educativo y el nivel de renta, según un estudio de la Fundación Bofill de este jueves 14 de julio de 2016. El estudio, elaborado por los sociólogos Xavier Martínez-Celorrio y Antonio Marín Saldo y titulado «Crisis, descenso social y redes de amistad», ha analizado las trayectorias de clase, renta y estatus a partir de una muestra de 1.530 personas con encuestas hechas a las mismas personas entre 2008 y 2012. Cataluña (España), viernes 15 de julio de 2016. Fotografía: Dos mujeres catalanas  pasando un rato en una playa. Efe

Según el trabajo, el 36 % de quienes se consideran de clase obrera asegura no tener ningún amigo de confianza, al igual que el 34 % de la pequeña burguesía, por encima de los profesionales cualificados (13 %), lo que concluye que tener amistades de confianza depende de la condición socioeconómica.

Así, un 63 % de los hogares más ricos declaran tener hasta 3 amigos principales, mientras que esto sólo lo manifiestan un 34 % de de los hogares más pobres. Los autores del estudio han destacado que «el tópico de una densa red de amistades de confianza en las clases bajas no se cumple». Por niveles educativos, el 57 % de los adultos sin estudios o el 44 % de los adultos con estudios primarios no tienen ningún amigo de confianza.

Por el contrario, este dato negativo es del 29 % con estudios secundarios y del 21 % con estudios universitarios. El estudio especifica que «una cosa es la confianza en amigos y otra el sentimiento de reprocidad», ya que hasta un 52 % de los más pobres de Cataluña han prestado o recibido ayuda mutua durante la crisis económica. Sin embargo, sólo un 22 % de los hogares más pobres catalanes forma parte de la vida asociativa, frente a un 39 % de los hogares acomodados y bien integrados.

El trabajo asegura que «vivir en exclusión y pobreza conlleva mayor encapsulamiento o ‘bonding’ (el amigo principal es como el encuestado), evitando o no participando en redes, asociaciones y vínculos estructurados que facilitarían capital social, de tal forma que el aislamiento reproduce y endurece el círculo de la desigualdad».

Mientras que en España un 25 % de los adultos tiene amigos de otra posición social, lo que en sociología se denomina ‘bridging’ o mixtura entre diferentes, en Cataluña sólo son el 15 %, y el 85 % restante su amigo principal comparte las mismas características sociales, económicas y educativas que el encuestado. El estudio constata que el amigo principal de los catalanes tiende a ser del mismo género, mismo grupo de edad y misma nacionalidad, aunque tan sólo en el 45 % de los casos tiene el mismo nivel educativo.

Donde existe la máxima homofilia educativa es en los dos extremos (universitarios y sin estudios), que en el 65 % de los casos tienen un amigo principal de su mismo nivel educativo. Pero son las mujeres universitarias las que muestran mayor homofilia o ‘bonding’ con un 70 %, según el estudio, que constata que parados, inmigrantes y familias pobres son los más proclives a tener amigos principales de otra condición social.