Redacción – La tarde de éste viernes, ante la escalada de violencia separatista, producida ésta semana en Cataluña, VOX ha ampliado su querella contra el presidente de la Generalidad de Cataluña, Quim Torra, «tanto en los hechos objeto de la misma como en los delitos de los que se le acusa: rebelión, desórdenes públicos, manifestación ilícita, y colaboración con organización terrorista, tanto respecto de los Comités de Defensa de la República Catalana (CDR), ya en la querella inicial, como respecto de la Plataforma» separatista ««Tsunami democrático», señalan fuentes de la Ejecutiva de VOX, «pidiendo su inmediata detención y la investigación procesal de Plataforma «Tsunami Democrático» para esclarecimiento de sus responsables y detención como organización terrorista». Barcelona (España), sábado 19 de octubre de 2019.
LA QUERELLA INICIAL DE VOX CONTRA TORRA
Madrid, 1 de octubre de 2019
VOX ha interpuesto una querella criminal ante el Tribunal Supremo contra el presidente de la Generalidad de Cataluña, Quim Torra Pla, por los «delitos de rebelión, colaboración con grupo terrorista y provocación, conspiración y proposición para la rebelión».
La formación de Santiago Abascal ha solicitado, además, la «detención y puesta a disposición judicial de Torra», así como «prisión provisional para asegurar evitar la fuga del encausado», para quien, además, se solicita un «interrogatorio».
VOX aporta en la denuncia una publicación realizada desde la cuenta oficial de Twitter de la Generalidad de Cataluña, el pasado 6 de diciembre, en la que se animaba a avanzar a través de la «vía eslovena para conseguir la independencia».
Se trata, según explica la formación ‘verde’ española en su escrito, de un «llamamiento a la rebelión violenta contra el Estado», tal y como sucedió en el país centro europeo, donde se vivió una guerra de diez días que acabó con unas 150 vidas.
El llamamiento a la vía eslovena estaría dirigido por una «nueva organización autodenominada «GAAR», —»Grupos Autónomos de Acción Rápida, en español—, que estaría configurada de modo que, si un grupo cae, los demás sigan efectuando sus acciones de forma independiente.
Respecto al delito de Terrorismo, VOX recuerda en su escrito las declaraciones de los 9 miembros de los Comités de Defensa de la República Catalana (CDR) detenidos tras la «Operación Judas» de la Guardia Civil en varias localidades catalanas el pasado lunes, 23 de septiembre de 2019, de las que se ha desprendido el conocimiento, la aprobación, colaboración y connivencia de Torra y el expresidente de la Generalidad fugado, Carles Puigdemont, de la preparación y organización de acciones terroristas de los detenidos.
En este sentido, cabe recordar que el grupo tenía planes para ocupar el Parlamento catalán con la ayuda del presidente de la Generalidad, el día que se conociera la sentencia del Proceso separatista: Procés.
VOX argumenta en su querella la vía de comunicación «segura» entre el expresidente fugado de la justicia española y el actual presidente. «Nos encontramos ante un movimiento YA organizado y estructurado creado con la finalidad de quebrantar el orden constitucional» del que los querellados son conscientes y, además, constituyen los «líderes fundamentales para iniciarlo desde su puesto de la presidencia de la Generalidad de Cataluña», según recoge la querella.
La anterior Querella, archivada
La formación de Santiago Abascal recuerda la querella que presentó contra Torra, también ante el Tribunal Supremo, en diciembre de 2018, en la que se le atribuía un presunto delito de «provocación, conspiración o proposición para la rebelión, y en la que también se solicitó la inmediata detención de Torra».
Esta querella fue archivada después de que el Alto Tribunal argumentara: «No se ofrece en la querella elementos o principios de prueba que avale razonablemente la comisión de un hecho delictivo de las características de la rebelión, aun en su fase embrionaria de provocación, conspiración o proposición».
No obstante, VOX argumenta, que tras las actuaciones seguidas por la Guardia Civil en el marco de la «Operación Judas», la «fase embrionaria» se ha convertido en una amenaza cuyas consecuencias podrían haber sido «gravemente lesivas».
