Redacción.- Santiago de Compostela (España), viernes 10 de julio de 2020. El presidente de VOX, Santiago Abascal Conde, ha visitado este jueves Santiago de Compostela (Galicia) para realizar el penúltimo acto de campaña electoral junto al candidato de VOX por La Coruña, Ricardo Morado. Al acto han asistido también los diputados Iván Espinosa de los Monteros, Patricia Rueda y Manuel Mariscal.
El dirigente verdel ha comenzado su intervención asegurando que «a partir del domingo estaremos en el Parlamento de Galicia para dar voz a todos aquellos gallegos que a día de hoy no la pueden tener en Galicia», apuntó el presidente de VOX.
«Más pronto que tarde seremos mayoría para detener a aquellos que nos quieren quitar nuestra patria y nuestra libertad. Los gallegos tienen una gran oportunidad estas elecciones» del domingo 12 de julio de 2020, ha añadido el líder de los verdes de nuestro país.
En relación a los actos violentos a los que se está enfrentando VOX en todos sus actos de campaña, el presidente de la formación ha confirmado que «el delegado del Gobierno, que ha permitido actuar a los delincuentes de extrema izquierda con impunidad, ya está denunciado ante el juzgado por intromisión del deber de perseguir los delitos y por tráfico de influencias», ha advertido el líder de VOX.
Uno de los aspectos en los que incidió, por su parte, Iván Espinosa fue el de la necesidad de confiar en el voto útil de VOX.
«Cuando ahora nos hablan de voto útil lo importante es defender aquello en lo que crees; lo útil es actuar frente a la izquierda y al relativismo; lo útil es defender lo bueno y rechazar lo malo; lo útil es defender nuestra industria y nuestro comercio, nuestras fronteras y la propiedad privada; lo útil es defender la familia y la libertad y la nación española. Y por supuesto que el gallego sea parte de la identidad gallega», aseguró.
Por su parte, Ricardo Morado aseguró que «el 12 de julio podemos conseguir frenar la deriva nacionalista que comenzó hace 11 años. El día 12 de julio no hay que tener miedo».
El acto contó una vez más con la presencia de radicales de extrema izquierda y separatistas que intentaron boicotear el acto sin éxito.
