VOX llama a salir a la calle este domingo para defender la soberanía nacional

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FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), AÑO 2019. El presidente de Vox Santiago Abascal (c) acompañado por el secretario general Javier Ortega Smith (d) y el responsable del comité negociador Iván Espinosa de los monteros (i), durante una rueda de prensa. Efe

Lasvocesdelpueblo y Agencias – El presidente de Vox, Santiago Abascal Conde, lo ha advertido una y otra vez en las últimas semanas: Vox hará una oposición sin cuartel al Gobierno de Pedro Sánchez y para ello desplegará su artillería en el Congreso, los tribunales y la calle, donde este domingo ha llamado a defender la soberanía nacional que entienden en grave riesgo. Madrid (España), sábado 11 de enero de 2020. 

Vox comienza con estas concentraciones, que se celebrarán a mediodía ante los ayuntamientos, su lucha directa frente a un gobierno que creen débil, pero también a perfilar el papel que quiere desempeñar entre PP y Ciudadanos.

Pablo Casado se lo ha puesto fácil. No participarán en las movilizaciones, como tampoco lo hará Ciudadanos, y dejarán la calle en principio a los de Abascal para apostar por una oposición dura también, pero dentro de cauces institucionales sin agitar y elevar la tensión ciudadana.

En Vox creen, sin embargo, que hay que reaccionar ante un Gobierno nacido con «el visto bueno del separatismo catalán, vasco y gallego y el salvoconducto de ETA» y niegan que sus llamadas a las movilización contribuyan a «calentar» la calle.

«Hay otros que rodeaban el Congreso de los Diputados y que hacían alertas antifascistas cuando perdieron las elecciones en Andalucía», recuerdan en alusión a Podemos.

Subrayan que sus concentraciones «no son de odio, ataque o insulto, sino de reivindicación de España» e insisten en que la Nación está en riesgo y que no se pueden quedar cruzados de brazos.

Esta estrategia ya les fue muy útil en el pasado con las masivas concentraciones convocadas en la madrileña plaza de Colón que les impulsó a la primera línea política.

En el Congreso, visto lo ocurrido en el debate de investidura, Vox tampoco dará tregua a Sánchez y a su gobierno con Unidas Podemos. Solo podría apoyarle para restaurar el orden constitucional en Cataluña, según dijo Abascal tras la ronda de contactos con el rey para proponer candidato a la Presidencia.

Algo que ya consideró entonces «política ficción», porque conllevaría un «arrepentimiento» y un «cambio radical» de Sánchez, a quien Abascal no ha felicitado tras su nombramiento como jefe del Ejecutivo.

Su enemistad es clara, lo que sin duda se trasladará al hemiciclo durante los cara a cara entre ambos en las sesiones de control al Gobierno, que prometen duelos de alta tensión.

También se aventuran momentos duros cuando intervenga EH Bildu, a quienes los 52 diputados de Vox se negaron a escuchar en la sesión de investidura abandonando el pleno, así como frente a ERC o JxCat, que encuadran entre los «enemigos de España».

Todo ello diferenciándose del PP y siguiendo un camino de oposición parlamentaria paralelo alimentado por la maquinaria de iniciativas que dirige su portavoz, Iván Espinosa, a dúo con la secretaria general del grupo, Macarena Olona, y de la que ya dio muestras en su primera legislatura en el Congreso.

Retomarán las denuncias sobre la inmigración ilegal, la corrupción o la violencia de género, que volverán a defender con su vehemencia característica, confiando en que eso les ayudará a mantener viva la llama que les ha llevado a ser la tercera fuerza política del país.

En su labor de oposición, Vox no olvidará tampoco una tercera pata que también le ha reportado algún que otro triunfo: los tribunales de justicia. Llevará a ellos cuantas medidas del Gobierno supongan un «atropello» para la Constitución y atenten contra la soberanía nacional.

«Se lo puedo prometer y prometo», ha advertido Abascal a Sánchez parafraseando a Adolfo Suárez y es que, según subrayan, están «preparados para lo peor».