VOX sube y empata con Ciudadanos, PSOE se estanca y sube PP, según encuesta de ABC

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FOTOGRAFÍA. PALACIO VISTALEGRE ARENA (MADRID) ESPAÑA, 06.10.2019. VOX saca músculo en la capital de España con miles y miles de simpatizantes y militantes en su acto «Plus Ultra», un evento convocado inicialmente para conmemorar su «Vistalegre I», que se ha convertido en el mitin de apertura de precampaña electoral del 10-N de 2019 para los verdes del Reino de España. Más de 13,5 mil personas, aforo del Vistalegre (15 personas), han reventado el distrito madrileño de Carabanchel; un tsunami verde rojigualda que iniciaba sobre la 100 hora de la madrugada de éste domingo (6-O) con las salidas de autocares de varias provincias del Reino, entre ellas las de Cataluña, donde la formación verde inicia esa nueva etapa con una nueva gestora en la capital catalana (Barcelona), una Gestora que se ha conjurado para «aunar, sumar y hacer grande VOX en Cataluña», tras conocer su nombramiento la tarde del 1-O de 2019. Ñ Pueblo Lasvocesdelpueblo.

Redacción – Tal como desprende de la encuesta del rotativo ABC, la caída de Ciudadanos está marcando el ritmo de la campaña electoral, hasta el punto de poder cambiar el tablero político en España. Según la última encuesta de ABC/GAD3, el partido de Albert Rivera sigue perdiendo votos y se situaría ahora con 29 escaños, los mismos que Vox. Madrid (España), lunes 7 de octubre de 2019. FOTOGRAFÍA. PALACIO DE VISTALEGRE (MADRID), MITIN PLS ULTRA DE VOX, 06.10.2019.

El principal beneficiado de esa fuga de electores es el Partido Popular, que se consolida por encima de los 90 escaños, frente a un PSOE que se estanca y continúa muy lejos de las expectativas que tenía de mejorar con claridad los resultados de abril.

La repetición de las elecciones generales está pasando factura principalmente al PSOE y a Ciudadanos. Al primero, por no haber sido capaz de formar una alianza pese a contar con varias opciones para ello, y al partido de Rivera, por no haber facilitado un acuerdo con Sánchez, que una parte de su electorado sí veía bien, y por unos giros repentinos de estrategia que han acabado por descolocar a muchos de sus simpatizantes.

Ciudadanos empezó con mal pie la precampaña electoral. En la primera encuesta de GAD3 tras la convocatoria electoral, el partido de Rivera caía hasta el 11,3 por ciento de estimación de voto, con 32 diputados, frente al 15,9 por ciento y los 57 escaños de abril.

Unos días antes, Rivera había protagonizado un sonoro bandazo, al proponer in extremis un acuerdo con condiciones a Sánchez para lograr la abstención de Ciudadanos y el PP. Es evidente que ese cambio de postura despistó a muchos de sus votantes. 

Ciudadanos es ahora mismo el partido con menos fidelidad de voto: solo un 45 por ciento, frente al 74 por ciento del PP, el 78 por ciento de Vox, el 67 por ciento del PSOE o el 65 por ciento de Unidas Podemos. Muchos votantes de Ciudadanos se han pasado a la abstención, y una parte importante han vuelto al PP. En concreto, un 13 por ciento de su voto se va al PP, un 5 por ciento al PSOE, y un 22 por ciento opta ahora mismo por no votar o por hacerlo en blanco. Ciudadanos tenía que reaccionar para frenar esa sangría, y ahí se explica el giro de Rivera el pasado sábado, al levantar su veto sobre Sánchez y abrir la puerta a un pacto después del 10 de noviembre.

El problema es que Ciudadanos podía ser decisivo antes, al sumar 180 escaños con el PSOE, pero con esta encuesta ya solo obtendrían 151 entre los dos. Con estos datos, el desbloqueo pasa por estas opciones: un pacto de Sánchez con quienes le apoyaron en la moción de censura, una gran coalición del PSOE y PP, con o sin Ciudadanos, o una abstención del PP.

Queda por ver qué efectos tendrá ese último movimiento de Rivera, que marca un punto de inflexión en la carrera hacia las urnas. Podría suceder que Ciudadanos frenara su fuga de votos por el centro izquierda, o que recuperara parte de los que se querían ir a la abstención. En ese caso, el refuerzo del partido de Rivera beneficiará al bloque de centro-derecha.

La participación será clave

Precisamente, el dato de participación será una de las claves en la jornada electoral. En este momento se situaría en un 67 por ciento, frente al 75,7 por ciento de abril. La mayor abstención entre los votantes de Ciudadanos se compensa en el centro-derecha por una movilización mayor del PP y de Vox.

La evolución de Ciudadanos marcará así toda la campaña, con el PP y el PSOE a la caza de sus votos. Ahora mismo, ninguno de los dos bloques suma una mayoría suficiente para acabar con el bloqueo.

Por la izquierda, el PSOE registra un 27,2 por ciento de estimación de voto, con 122 diputados. El porcentaje de voto es menor que en abril, cuando llegó al 28,7 por ciento, con 123 diputados. La idea de Sánchez y sus gurús de La Moncloa era que con unas nuevas elecciones saldrían claramente fortalecido. En la encuesta del 6 de septiembre el PSOE alcanzó los 137 diputados, y se llegó a hablar de una evolución que podría darle hasta 140 o 150 escaños. De momento, esos datos están muy lejos de la realidad. Sánchez no despega y podría ser uno de los grandes perdedores en la noche electoral si no mejora su resultado.

El Partido de Errejón, Más País

El PSOE, con 122 diputados, no sumaría por la izquierda, que tiene un actor nuevo, Más País. Unidas Podemos lograría un 12,4 por ciento de votos y 33 escaños, frente al 14,3 por ciento y los 42 diputados de abril. Más País, el partido de Errejón, baja un poco respecto a la anterior encuesta, y se quedaría con siete diputados y un 4,3 por ciento de voto. Según los datos de GAD3, Podemos le cede un 9 por ciento de su voto, y el PSOE el 4 por ciento.

Este bloque de izquierdas suma un 43,9 por ciento de voto y 162 escaños, lejos de los 176 que da la mayoría absoluta. En abril, el PSOE y Unidas Podemos lograron el 43 por ciento de votos, con 165 diputados, más el de Compromís.

El bloque del centro-derecha (PP, Ciudadanos, Vox y Navarra Suma) alcanza un 43 por ciento en estimación de voto, con 153 diputados. En abril fueron 149 escaños, con un 43,3 por ciento de voto. La diferencia entre los dos bloques se ha estrechado.

El Partido Popular sigue siendo el que más sube respecto a las elecciones de abril. El partido de Pablo Casado da un salto desde los 66 diputados a los 93 que apunta la encuesta de GAD3, con un 20,9 por ciento de estimación de voto, 4,2 puntos más que en los comicios anteriores. Los populares creen que su cambio de estrategia, con un mensaje basado en la «moderación y centralidad», les está dando frutos, y confían en que avancen hacia un empate técnico con el PSOE, que se acabe resolviendo a su favor.

El PP, que ha tendido la mano en las últimas semanas a Ciudadanos para ir juntos en la plataforma España Suma, no tendrá compasión tras el portazo recibido. No es que vaya a centrar sus ataques en Ciudadanos, esas energías las reservan contra Sánchez, sino que el PP no dejará de recordar a los votantes de centro-derecha que el partido de Rivera se negó a formar una coalición para poder vencer a la izquierda. De esa forma, espera consolidar el «retorno» de votantes de Ciudadanos.

VOX y PP se intercambian de votantes

El PP también está recuperando parte del voto que se le marchó a Vox. En concreto, según los datos de GAD3, el partido de Santiago Abascal cede un 11 por ciento de sus votos al PP. Pero es un trasvase de doble sentido, ya que los populares también tienen una fuga de un 5 por ciento hacia Vox.

El partido de Abascal no sube demasiado en porcentaje de voto: pasaría del 10,3 por ciento de abril al 10,6 por ciento ahora. Pero aprovecha muy bien esas tres décimas, ya que ahora obtendría 29 escaños, cinco más que en abril. Esa subida se debe, sobre todo, al crecimiento de la abstención, que hace que su voto tenga más peso. Y también a que en abril disputó varios escaños con Ciudadanos, y si entonces se quedó con ellos Rivera, ahora es Abascal el que gana por los «restos».

Entre los demás destaca la novedad de la CUP, que se presenta por primera vez y lograría un diputado, mientras que ERC mantiene los 15, y Junts per Cat, los siete. En el País Vasco, el PNV sube de seis a siete, y Bildu baja de cuatro a tres. Coalición Canaria obtiene un solo escaño, y el PRC conserva su diputado, el único que apoyó a Sánchez en la investidura.