Redacción.- Barcelona (España), viernes, 10 de septiembre de 2021. Estimada Senyal de la Generalitat de Catalunya.svg Consejera de Investigación y Universidades de la Generalidad de Cataluña, Sra. Gemma Geis Carreras, Nos ponemos en contacto con usted tras conocer sus declaraciones del pasado día 8 de septiembre en programa «El Matí de TV3». En ellas, acusaba usted a la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) de ser una entidad «fascista».
Tales palabras se enmarcan en que dicha asociación ha logrado que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña obligue a la distribución de las pruebas de acceso a la universidad en todas las lenguas oficiales de esta Comunidad, evitando que los estudiantes que prefieren realizarlas en español tengan que solicitarlo expresamente.
Creemos que la autoridad pública ha de ser cuidadosa con los derechos lingüísticos de todos los ciudadanos. Nos parece especialmente grave que dicha autoridad utilice su posición de poder para demonizar a una entidad de la sociedad civil que difiere de su discurso, tratando así de apartarla del legítimo debate público.
A su vez, banalizar el fascismo contribuye a normalizar un concepto que debería utilizarse con exquisito rigor, por respeto a sus millones de víctimas y por el bien de las generaciones futuras.
No es aceptable que tal improperio se formule en calidad de máxima responsable de Universidades. Los académicos no podemos sustituir la argumentación lógica y la evidencia empírica por la descalificación arbitraria. Tenemos una ineludible obligación de fomentar el debate equilibrado y constructivo, para así contribuir al avance del conocimiento y a la convivencia, más si cabe en un contexto de apelación al diálogo como vía de resolución de problemas sociales en Cataluña.
Las autoridades públicas democráticas han de ser especialmente respetuosas con la discrepancia (más cuando el discrepante se encuentra en una posición frágil para replicar) y con las víctimas de procesos históricos terribles.
Las autoridades académicas en modo alguno pueden renunciar al rigor intelectual, Por ello, le pedimos que rectifique sus palabras, que ofenden a sus destinatarios pero también a quienes ahora le pedimos que las retire.
Confiando en que así sea, reciba un cordial saludo.
