Efe – El ataque de hoy llega menos de un mes después de otro atentado suicida en la ciudad de Quetta que acabó con la vida de 71 personas e hirió a otras 128. Al menos cinco personas murieron hoy, cuatro de ellas insurgentes, en un ataque contra un barrio de la minoría cristiana en Peshawar, en el noroeste de Pakistán, informaron fuentes oficiales. Islamabad (Pakistán), viernes 2 de septiembre de 2016. Fotografía: Cristales cubren el suelo cerca del lugar donde se produjo un atentado con bomba en un autobús en Peshawar (Pakistán) el 16 de marzo de 2016 en el que fallecieron 15 personas y otras 30 resultaron heridas. Efe.
«Terroristas atacaron el barrio cristiano de Warsak en Peshawar. Las fuerzas de seguridad respondieron con rapidez. Los cuatro suicidas están muertos», informó en su cuenta de Twitter el director general de la oficina de relaciones públicas del Ejército (ISPR, en inglés), Asim Bajwa.
El portavoz de la Policía de Peshawar Mohamed Usman detalló a Efe que en el ataque murió también un cristiano y un guarda de seguridad resultó herido, si bien rebajó el número de atacantes muertos a tres.
Según Usman, el ataque comenzó en torno a las 6.00 hora local (3.00 GMT) cuando el grupo de insurgentes con chalecos bomba entró en el barrio, lanzó dos granadas contra una iglesia e inició un enfrentamiento con la Policía y el Ejército que duró más de una hora. Las televisiones locales mostraron imágenes de un gran número de miembros de las fuerzas de seguridad patrullando Peshawar y helicópteros sobrevolando la ciudad.
Ningún grupo insurgente ha reivindicado la autoría del ataque. La minoría cristiana de Pakistán, menos de 4 millones de personas en un país de casi 200 millones, ha sido tradicionalmente discriminada y víctima de episodios violentos.
En marzo pasado, 71 personas murieron en un ataque suicida en un parque de la ciudad oriental de Lahore, en un atentado que el grupo talibán Jamaat-ul-Ahrar (JuA) afirmó que estaba dirigido contra los cristianos que celebraban la Pascua. El ataque de hoy llega menos de un mes después de otro atentado suicida en la ciudad de Quetta que acabó con la vida de 71 personas e hirió a otras 128.
