Lasvocesdelpueblo y Agencias.- Barcelona (España), viernes 14 de abril de 2023. El preso rapero Pablo Rivadulla Duró (Pablo Hasel), encarcelado en la prisión de Ponet (Lérida), denuncia que ha cogido una bacteria por las condiciones «insalubres» de ese centro y que no puede realizarse en un hospital con «intimidad» las pruebas médicas necesarias, lo que supone, dice, un «trato vejatorio», y sus abogados estudian acciones legales.
La Audiencia Nacional condenó al rapero a nueve meses de prisión por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona, lo que motivó su ingreso en el centro penitenciario de Ponent en febrero de 2021.
Estando ya en prisión, Hasel sumó varias condenas por otros hechos distintos a esa sentencia condenatoria de la Audiencia Nacional que lo envió a la cárcel.
En rueda de prensa a las puertas del Palacio del Gobierno separatista de la Generalidad de Cataluña, una de las abogadas del delincuente Hasel, Alejandra Matamoros, y entidades pro Hasel han denunciado este viernes que el recluso cogió una bacteria debido a las condiciones «insalubres» de esta prisión y a su «suciedad», lo que motivó que fuera sometido a tratamiento médico «severo» durante dos semanas.
Sin embargo, aseguran que tras este tratamiento su situación médica empeoró, por lo que el médico de la cárcel ordenó pruebas especializadas en un hospital, como una colonoscopia, entre otras.
Hasel fue trasladado hasta en dos ocasiones a un hospital -la última hace unos cuatro meses- pero rechazó someterse a las pruebas médicas que le habían prescrito alegando «falta de intimidad» y un trato «poco digno», ya que estas iban a realizarse esposado y con la presencia de los Mozos de Escuadra que lo custodiaban, afirman.
La defensa del rapero y las entidades exigen que, como mínimo, haya un biombo durante las exploraciones médicas para evitar un contacto visual entre el recluso y los policías: «Pablo pide poder hacerse las pruebas con dignidad», dicen.
Advierten, en este sentido, de que cualquier empeoramiento en su estado de salud será «responsabilidad» del régimen separatista, y acusan en concreto a la ultraizquierda secesionista ERC de «vulnerar sus derechos fundamentales»: «Son los peores carceleros», agregan.
En la rueda de prensa, han informado de que ayer comunicaron a Hasel que el día 19 se le trasladará de nuevo al Hospital Penitenciario de Tarrasa (Barcelona) para practicarle estas pruebas médicas, pero su abogada exige un «compromiso por escrito» de que se harán garantizando su intimidad y sin que supongan una «degradación» de su persona.
La abogada del rapero y los representantes de la Plataforma Antirrepresiva de Ponent explican, además, que la Audiencia Nacional ha requerido en dos ocasiones al juzgado de vigilancia penitenciaria que emita un informe sobre el estado de salud de Hasel, sin que lo haya hecho hasta la fecha, aseguran.
Si esta situación persiste, Alejandra Matamoros, que ha pedido que se modifiquen los protocolos en las visitas médicas de los presos al hospital, ha avanzado que estudian medidas legales como presentar una querella contra el consejero de Interior del Gobierno separatista, Joan Ignasi Elena (ERC).
Fuentes del departamento de Interior han explicado a Efe que en este caso, como en todos los demás, se están aplicando los protocolos existentes para la realización de pruebas médicas a los reos, que estipulan que haya presencia de agentes de los mossos dentro de la sala pero sin ángulo de visión.
Interior recalca, en este sentido, que sí se garantiza la intimidad del preso, ya que el agente no ve al recluso mientras es sometido a las pruebas médicas.
Desde la consellería de Justicia han informado a Efe que son los servicios médicos los que dictaminan qué pruebas médicas deben hacerse fuera de las prisiones, como en este caso una colonoscopia, y que una vez el preso es trasladado al hospital, su custodia compete a los Mozos de Escuadra.
Hasel ingresó en prisión en febrero de 2021 para cumplir una condena de 9 meses que le impuso la Audiencia Nacional por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona, pero además suma otras dos sentencias condenatorias más, ambas firmes y dictadas en 2018, por allanamiento de local y resistencia y desobediencia a la autoridad.
El delincuente rapero también fue condenado en 2021 a seis meses de cárcel por agredir a un periodista de TV3 que cubría un encierro estudiantil en la Universidad de Lerida y a dos años y medio por atacar a un testigo en un juicio, sentencias aún no firmes.
En noviembre de 2022, Hasel se sentó de nuevo en el banquillo acusado de provocar disturbios y atacar a los Mozos en una protesta en marzo de 2018 en Lérida contra la detención en Alemania del prófugo de la Justicia y máximo líder del Procés, Carles Puigdemont Casamajó, hechos por los que el fiscal pedía 5 años y 9 meses de cárcel.
