Cataluña| Un informe de 217 folios denuncia el «adoctrinamiento ideológico» separatista en las aulas

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FOTOGRAFÍA. BARCELONA (ESPAÑA), 11.09.2021. El independentismo reúne solo a 108.000 personas en las calles del centro de Barcelona para su manifestación secesionista 2021con el motivo de la Diada de Cataluña, Once de Septiembre. la militancia independentista está muy divida por la nueva hora de ruta negociadora del Procés con España y ha llegado a tachar hoy de 'traidor' (Botifler) al líder de ERC y su partido, Oriol Junqueras Vies, durante el recorrido de la protesta que ha iniciado frente la Jefatura Superior de Policía Nacional en Vía Layetana de Barcelona. Lasvocesdelpueblo (Ñ Pueblo) 

Redacción.- Barcelona (España), martes 21 de junio de 2022. Profesionales de la enseñanza en la Comunidad autónoma de Cataluña: Berta Romera, Profesora de Historia de Enseñanza Secundaria; Carlos Conde, Coordinador Foro de Profesores Universidad de Northumbria; Francisco Oya, Profesor de Historia de Enseñanza Secundaria; Roberto Muñoz, Profesor de Historia de la Universidad; Camilo José Cela Román Langosto (pseudónimo), Profesor de Enseñanza Secundaria; y Vera Cruz Miranda, Profesora de Historia de la Universidad Rey Juan Carlos; coordinados por Antonio Jimeno, Presidente del sindicato de profesores Acción para la Mejora de la Enseñanza Secundaria (AMES) denuncian en un informe de 217 folios el «Adoctrinamiento ideológico» separatista en la Educación en la región catalana.

En este estudio se han revisado los cinco libros de texto de la asignatura «Historia de 2º de Bachillerato» más utilizados en Cataluña, los tres libros más utilizados en comunidades autónomas en las que solo se utiliza el castellano, de su asignatura equivalente fuera de Cataluña que es «Historia de España de 2º de Bachillerato», y un libro escrito en valenciano que se utiliza en las islas Baleares. Para analizar mejor las diferencias, se han escogido algunos libros de editoriales que publican tanto en Cataluña como en la Comunidad de Madrid, como son Anaya y Santillana.

A continuación, el diario digital Lasvocesdelpueblo (Ñ Pueblo) reproduce algunas de las conclusiones de este grupo de profesores en el informe que también hemos reproducido íntegramente en el siguiente enlace (aquí).

CONCLUSIONES.

Se han analizado los libros de texto de la asignatura Historia de España de segundo curso de Bachillerato de ocho editoriales, siendo dos de ellas, Anaya y Santillana, dos editoriales que publican tanto en Cataluña, con los nombres de Barcanova y de Grupo Promotor respectivamente, como en las demás Comunidades Autónomas.

Todo ello nos ha permitido realizar un análisis comparativo entre Cataluña y otras Comunidades Autónomas, sobre la presencia o ausencia de planteamientos ideológicos con una clara finalidad de adoctrinamiento político partidista, es decir con el objetivo de que al alumno no le llegue la realidad de los hechos históricos que sucedieron, sino una interpretación subjetiva de los mismos por parte de unos autores totalmente posicionados en una determinada corriente ideológica.

Un hecho reprobable, porque se trata de alumnos de solo 17 años de todo tipo de entornos ideológicos familiares. Aunque es verdad que es muy difícil para un historiador ser totalmente objetivo, el autor de un libro de texto de Historia a nivel de Bachillerato debe esmerarse en ello y el mejor camino para conseguirlo es apoyarse siempre en múltiples fuentes bibliográficas.

Por otro lado, debe descartar considerar como correcto cualquier planteamiento que sea incompatible con la Constitución Española y los Estatutos de Autonomía.

6.3 Análisis de los resultados globales

a) Los planteamientos ideológicos partidistas más repetidos son:

1. Se presenta el nacionalismo catalán y su uniformidad (catalanidad) como bueno y el español (españolidad) como malo. Se dice que la Guerra Civil es un conflicto español que salpicó a Cataluña. Es el aspecto 25 (7 libros).

2. No se hace ninguna referencia a la obligación de cumplir y hacer cumplir las leyes de España. Es el aspecto 22 (6 libros).

3. Se dice que Cataluña y País Vasco se sienten naciones, como si todos sus habitantes pensaran lo mismo y «sentirse» quisiera decir «serlo». Es el aspecto 24 (6 libros).

4. El temario de los libros de Historia de Bachillerato de las editoriales catalanas comienza, con suerte, en el siglo XVIII, o directamente en el XIX. Es el aspecto 0 (5 libros).

5. Se presenta a Cataluña y a España, como si fueran dos entidades diferentes de la misma categoría, pero España pobre y mísera, Cataluña industriosa y trabajadora y rica. Es el aspecto 6 (5 libros).

6. Se utiliza el término «Corona catalanoaragonesa» o «Corona de Aragón» en vez de «Reino de Aragón», que es lo que realmente existía. Es el aspecto 8 (5 libros).

7. En la Segunda República se presenta a la derecha como mala y a la izquierda como buena. Es el aspecto 18 (5 libros).

b) Lista de los nueve libros según su contenido de adoctrinamiento ideológico partidista. En fondo amarillo los libros que son para otras Comunidades Autónomas.

1. TEIDE. ISBN: 9788430753598 (19 contenidos)

2. BARCANOVA. ISBN: 9788448941918 (15 contenidos)

3. VICENS VIVES. ISBN: 9788468236056 (14 contenidos)

4. EDEBE. ISBN: 9788423694877 (14 contenidos)

5. SANTILLANA. ISBN: 9788484359463 (14 contenidos)

6. SANTILLANA (Baleares / valenciano) ISBN 9788414114001 (7 contenidos)

7. SANTILLANA (Madrid). ISBN: 9788414114001 (7 contenidos)

8. BRUÑO. ISBN: 9788469611593 (5 contenidos)

9. ANAYA. ISBN: 9788469812938 (0 contenidos)

7. CONCLUSIONES

1. En Cataluña los libros de texto de Historia de España no son mencionados como tales. Su título es el de «Historia», a secas. Se pretende obviar la palabra España que aparece muy pocas veces ya que se prefiere hablar de ‘Estado Español’, de Monarquía Hispánica, de Península, etc. El alumno, a base de no ver el nombre de España, pierde poco a poco el sentido de pertenencia a un país, a una nación cuyo nombre no aparece. La utilización de Península abriga, además, un grave error y es el que en la Península se encuentra también Portugal por lo que para ciertas épocas de la Historia no debería utilizarse.

2. El temario de Historia de España en Cataluña es mucho más corto que en otras comunidades; empieza generalmente en el siglo XVIII. El perjuicio ocasionado al estudiante catalán con este recorte es enorme; se le priva de poder competir, en igualdad de condiciones, con alumnos de otras CCAA. Si su opción de futuro es un grado de humanidades o clásicas se enfrentará a contenidos de los cuales no ha oído hablar nunca y que, en cambio, en otro territorio serían resueltos por alumnos de menor edad. Todo el legado español correspondiente a la Prehistoria, la Historia Antigua, la Historia Medieval y la Historia Moderna se ignora. Esto es cometer un fraude educativo con el alumno, con su familia y con toda la sociedad catalana.

3. En algunos libros el temario se alarga hasta el 2018. El historiador poco puede aportar de esas fechas, al no poder disponer de perspectiva histórica porque no existe. La conclusión es que hacer esto no es enseñar historia, más bien es hacer política, lo cual propicia acabar predisponiendo ideológicamente a los jóvenes estudiantes en un sentido u otro.

4. Los temas más cercanos al alumnado, los correspondientes a Historia Contemporánea, están sumamente ideologizados, hasta el punto de que la referencia a la Constitución Española de 1978 es mucho menor que la alusión a los sucesivos Estatutos de Cataluña y se la trata con menos énfasis. Por tanto, uno de los pilares básicos de nuestra democracia actual es ninguneado o minimizado en cuanto a su importancia y su valor para la convivencia entre todos los españoles.

5. En el mismo sentido que el punto anterior, la Monarquía apenas es analizada y mucho menos bien valorada, pero sí se tiene muy en cuenta, y así lo indican los manuales, que el rey emérito, Juan Carlos I, había jurado los Principios del Movimiento, que son la base del franquismo. Y no se explica, en cambio, que «traicionó» esos principios para abordar el cambio de España hacia una democracia. La realidad es que mediante comentarios tendenciosos, se intenta generar en la conciencia del alumnado una opinión negativa respecto a la monarquía y al monarca. Es imposible que las nuevas generaciones respeten las instituciones de su país, si no se les enseña a ello. Por otro lado, la alusión a la monarquía es totalmente peyorativa en la mayoría de los manuales de Cataluña o, por lo menos, se «intentan guardar distancias» o ignorar.

6. En muchos de los manuales de Historia de España del Bachillerato que se utilizan en Cataluña, los monarcas, sean de la época que sean, se representan mediante caricaturas en lugar de mostrar pinturas o fotografías, cosa que no se hace con las personalidades de la Historia de Cataluña. Esto se hace con los monarcas porque la caricatura permite ridiculizar a las personas, aunque sean la más alta institución del país. Independientemente de que al autor le guste o no la labor de los monarcas, lo que se debe potenciar en los jóvenes es el respeto a las personas y a valorar nuestra historia, con sus sombras y sus luces.

7. En los mapas se hace una constante alusión a la «corona catalanoaragonesa», pese a que esta nunca existió, ya que siempre fue el Reino de Aragón. Se trata de tergiversar el pasado para proyectar en el alumnado la falsa idea de una gran 160 importancia de Cataluña en épocas pasadas y, sobre todo, de crear la falsa idea de que su historia nunca estuvo unida a España.

8. Se ocultan los hechos más vergonzosos de la historia de Cataluña. Por ejemplo que Companys, ERC, PSUC y el Gobierno de Indalecio Prieto pactaron con Stalin para acabar con cenetistas y trostkistas o que el llamado Estat Català era un grupo paramilitar fascista.

9. La Cortes Medievales de Cataluña se describen erróneamente como predemocráticas. Esto es falso ya que se trataba de cortes formadas por los tres brazos clásicos (brazos eclesiástico, brazo militar y brazo real), como las llamadas cortes estamentales de toda la Europa del Antiguo Régimen. Nada que ver pues con una democracia o una predemocracia.

10. Se dice que los decretos de la Nueva Planta supusieron un gran perjuicio para los derechos de los catalanes y se oculta que esos decretos enriquecieron a Cataluña, al facilitarles su comercio con América, instalar sus fábricas de indianas, etc. Se dice que se prohibió el catalán en documentos y en acciones oficiales, cuando en realidad la mayoría se hacían en latín y el hacerlos en castellano facilitó su comprensión. Tampoco se dice que la prohibición del catalán se limitaba a los documentos oficiales, no a su uso como lengua coloquial entre familias y vecinos.

11. Se considera que Cataluña se industrializó simplemente por la laboriosidad de sus gentes y por su cultura del ahorro, sin decir que el gobierno de España prohibió la compra de productos extranjeros, que eran más baratos, para potenciar la industria catalana. Pensar que los catalanes son más trabajadores y más ahorradores que los demás esconde un claro sentimiento de superioridad que debería corregirse en lugar de consolidarlo. Por otro lado se debería decir que el gobierno de España traicionó el liberalismo, en contra de los principios que le son naturales, para proteger la industria catalana.

12. No se dice que en pleno siglo XX, la industria catalana fue provista de mano de obra barata del resto de España, sobre todo de Extremadura, las dos Castillas, Andalucía y Galicia, que fue la que posibilitó la mejora económica de Cataluña. Si bien se señala la miseria de las provincias de procedencia, no se cita nunca el empobrecimiento ocasionado, ni su posterior y actual despoblamiento y desequilibrio poblacional.

13. Se comenta el Descubrimiento y la colonización en general, como si España fuera el único país que se dedicó a la conquista de territorios, omitiendo, deliberadamente, el papel que tuvo la burguesía catalana en la compra de ciudadanos negros en África y su venta en América, ni sus privilegios comerciales en la Cuba del siglo XIX. Tampoco se dedica esfuerzo alguno por enseñar la impronta cultural que España dejó en el continente americano. Por ejemplo, se caricaturiza la «muerte de España», en la guerra que enfrenta a ésta con los EEUU por la isla de Cuba, sin decir que son miles de burgueses catalanes los que se están enriqueciendo en ella. Ante esta viñeta los autores del libro en lugar de explicar la gran campaña de desprestigio que los EEUU lanzaron contra España con el objetivo de conseguir la Isla de Cuba, solo se les ocurre aprovecharla para desprestigiar a España.

14. Tampoco se dice que cuando España perdió Cuba y por tanto la burguesía catalana ya no pudo negociar en ella, es justo cuando surge el deseo de separarse de España. Es triste ver que cuando a finales del siglo XIX España sufrió plagas agrícolas (langosta y filoxera), epidemias (fiebre amarilla y cólera), miseria y hambruna, el nacionalismo catalán, como se ve en las siguientes viñetas, en lugar de confraternizarse con el resto de españoles ante estas situaciones, lo que hizo fue ridiculizarlos para potenciar así el deseo de separarse de ellos.

15. Se ha detectado también adoctrinamiento político partidista en ideologías de izquierda que se presentan como éticamente superiores, negando así la posibilidad de que también sean admisibles las respuestas a los problemas que proponen otras ideologías. Por ejemplo, el libro de la editorial Bruño y el libro de la editorial Santillana para otras Comunidades Autónomas, que carecen de contenidos nacionalistas, valoran mucho más positivamente los hechos históricos protagonizados por las corrientes de izquierdas, así como sus ideales y propuestas de mejora.

8. CÓMO EVITAR EL ADOCTRINAMIENTO ESCOLAR

El Ministerio de Educación debería disponer de los mecanismos necesarios para controlar que en los centros educativos sólo se enseñe lo que está establecido por las leyes generales de educación y que lógicamente coincide con los valores establecidos en la Constitución Española. Sin estos mecanismos, es muy probable que en determinadas Comunidades Autónomas, cada vez haya más alumnos que deseen que su Comunidad Autónoma se independice del resto de España.

Las dos medidas imprescindibles que debería aplicar el Ministerio de Educación para evitar el adoctrinamiento ideológico escolar y para poder asegurar que los alumnos que obtienen el título de Bachiller han adquirido realmente los conocimientos y las competencias establecidos en el Bachillerato son:

1. Establecer una prueba única al final de Bachillerato, la misma para todas las Comunidades Autónomas, diseñada por un equipo ministerial, aplicada y corregida por funcionarios dependientes directamente del Ministerio de Educación.

En cada Comunidad Autónoma la Alta Inspección debería ser la responsable de organizarla. La superación de esta prueba sería imprescindible para obtener el título de Bachillerato, cuya impartición es una competencia exclusiva del Ministerio de Educación, imprescindible para acceder a cualquier Universidad española.

La eficacia de estas pruebas radica en que los alumnos que desconocieran los conocimientos establecidos, obtendrían peores resultados en dichas pruebas y ello 164 propiciaría un cambio en la forma de abordar los temas por parte del profesorado y de los autores de los libros de texto, en el sentido de explicar solo las interpretaciones de los hechos que son compatibles con la Constitución Española y con los Estatutos de Autonomía. Si en alguna comunidad autónoma continuara el adoctrinamiento ideológico partidista, el Estado debería recuperar las competencias educativas transferidas.

2. Establecer el requisito de la autorización previa por parte del Ministerio de Educación, para que un libro u otro tipo de material educativo se pueda emplear legalmente en los centros educativos.

Los materiales que no tuvieran esa autorización, podrían ser objeto de denuncia si sus contenidos no se consideran adecuados.

El pasado 5 de abril de 2022 el MEyFP publicó el Real Decreto 243/2022 (Ver ANEXO 3 en la página 183) en el que se establecen las enseñanzas mínimas del currículo de las asignaturas del Bachillerato, entre ellas el de la asignatura Historia de España de 2º de Bachillerato. Lamentablemente el MEyFP ha copiado el planteamiento del currículo catalán y ha establecido que solo abarque desde el siglo XIX hasta la actualidad. Por otro lado, el pasado 7 de junio de 2022, el Departamento de Educación de Cataluña publicó el borrador de los futuros currículos LOMLOE, entre ellos el de la asignatura Historia de 2º de Bachillerato (Ver ANEXO IV en la página 201). Lamentablemente en ambos currículos, siguiendo el modelo catalán, se pone el énfasis más en las formas de enseñar y en las ideas y valores a transmitir (memoria histórica colectiva, aceptar la historia en función de los intereses de la sociedad de cada momento, república asociada siempre a las grandes reformas, feminismo y perspectiva de género entre otros), que en detallar los hechos históricos a conocer. Por los motivos antes mencionados en este informe, consideramos que este planteamiento curricular es un error y que se debería rectificar antes del curso 2023/2024, que es cuando se impartirá esta asignatura por primera vez.

Esperamos que el presente trabajo sirva para dar a conocer el enorme perjuicio que se les está haciendo a los alumnos de Cataluña a través de unos textos claramente posicionados en la ideología secesionista, la misma que mantiene el actual Gobierno de Cataluña.

El hecho de no recibir conocimientos de la historia de España anteriores al siglo XIX y, sobre todo, el recibir una visión sesgada hacia el secesionismo de todo lo acontecido posteriormente es un grave error, porque si los ciudadanos no saben la verdadera historia de lo que pasó, difícilmente van a poder interpretar correctamente lo que hoy está pasando y sin ello, los ciudadanos son fácilmente manipulables por sus gobiernos, es decir pueden inclinarse a apoyar propuestas que en realidad les perjudican. Los historiadores dicen, sabiamente, que quien no sabe la historia, no sabe nada.

Contenidos de la asignatura «Historia de España» de segundo curso de Bachillerato, establecidos por el MECD mediante el Real Decreto 1105/2014, de 26 de diciembre. BOE. Núm. 3 Sábado 3 de enero de 2015 Sec. I. Historia de España.

El estudio de la Historia de España es esencial para el conocimiento y comprensión no solo de nuestro pasado sino también del mundo actual. No menos importante es su carácter formativo, ya que desarrolla capacidades y técnicas intelectuales propias del pensamiento abstracto y formal, tales como la observación, el análisis, la interpretación, la capacidad de comprensión y el sentido crítico. Por otra parte, la Historia contribuye decisivamente a la formación de ciudadanos responsables, conscientes de sus derechos y obligaciones, así como de la herencia recibida y de su compromiso con las generaciones futuras.

La Historia de España de segundo curso de Bachillerato pretende ofrecer una visión de conjunto de los procesos históricos fundamentales de los territorios que configuran el actual Estado español, sin olvidar por ello su pluralidad interna y su pertenencia a otros ámbitos más amplios, como el europeo y el iberoamericano. En este sentido, la materia contempla, en el análisis de los procesos históricos, tanto los aspectos compartidos como los diferenciales.

Concebida como materia común para todas las modalidades de Bachillerato, ofrece al estudiante que llega a la vida adulta la posibilidad de conocer la historia de España de manera continua y sistemática. En la distribución cronológica de los contenidos se otorga una mayor importancia al conocimiento de la historia contemporánea, sin renunciar por ello a los referidos a las etapas anteriores, pues en gran medida la pluralidad de la España actual solo es comprensible si nos remontamos a procesos y hechos que tienen su origen en un pasado remoto. De este modo, se dedica un primer bloque a los comienzos de nuestra historia, desde los primeros humanos a la monarquía visigoda; el segundo se refiere a la Edad Media, desde la conquista musulmana de la península; los dos siguientes estudian la Edad Moderna, hasta las vísperas de la Revolución Francesa; y los ocho restantes, la Edad Contemporánea.

A través del estudio de la Historia de España, los estudiantes deberán adquirir determinados valores y hábitos de comportamiento, como la actitud crítica hacia las fuentes, el reconocimiento de la diversidad de España, o la valoración del patrimonio cultural e histórico recibido; así mismo, tal estudio deberá contribuir a fomentar una especial sensibilidad hacia la sociedad del presente y su problemática, que anime a adoptar una actitud responsable y solidaria con la defensa de la libertad, los derechos humanos y los valores democráticos.

Consideraciones sobre el desarrollo del currículo

La enseñanza de la historia se debe basar en el uso de las fuentes primarias y secundarias adecuadas al nivel del alumnado con el in de proponer vías de acceso al conocimiento, para procesarlo activamente durante las sesiones didácticas y en los momentos de aprendizaje autónomo, y, finalmente, para reforzar y para comprobar la adquisición de los objetivos didácticos propuestos.

Hay que evitar, pues, tanto como sea posible, el abuso de las clases expositivas y, de manera especial, la transmisión cerrada de las interpretaciones de los hechos. La historia es, por naturaleza epistemológica, una ciencia interpretativa y el alumnado debe contrastar opiniones diversas y, si se adscribe a una de ellas, lo debe hacer de una manera sólidamente argumentada. Hay que tener en cuenta que el alumnado se acerca a la valoración de los hechos históricos, especialmente los de historia más reciente, no desde el vacío, sino con unas ideas previas, éticas y políticas que a menudo pueden haber sido adquiridas de manera acrítica. Por eso resulta del todo importante formarse tanto en la distinción entre los hechos y las opiniones como en la necesidad de que las opiniones en la interpretación histórica no sean equiparables a intuiciones, sentimientos o prejuicios, sino enunciados que deben estar fundamentados en argumentos bien construidos a partir de la crítica de fuentes concretas.

En definitiva, ante la historia ya escrita, se propone estimular una forma de enseñanza que fomente un aprendizaje que facilite las herramientas al alumnado para acceder a las fuentes de conocimiento histórico, con el in de «dialogar» con el pasado e interpretarlo críticamente, y ser consciente al mismo tiempo de las limitaciones de una disciplina que está continuamente en revisión. En la medida en que se profundiza en el conocimiento del pasado, también se incorporan posiciones críticas fundamentadas y se adquiere una conciencia progresiva de la complejidad de los procesos históricos. La historia, desde este punto de vista, se constituye en una herramienta intelectual de primer orden para transmitir y fundamentar valores como la solidaridad, el respeto por la diferencia, la multiculturalidad, la educación por la paz y los derechos humanos y un posicionamiento decidido en pro de la justicia y de rechazo contra las diferentes formas de desigualdad y discriminación.

Es importante, pues, dotar al alumnado de herramientas para leer todo tipo de fuentes que permitan crear conocimiento histórico. La historia se reescribe continuamente cuando los historiadores y las historiadoras replantean los acontecimientos a partir de una lectura renovada de las fuentes o bien accediendo a nuevas fuentes de información hasta entonces desconocidas o ignoradas. Dicho esto, el alumnado debe tener acceso a los conocimientos consensuados por la comunidad científica, a la vez que se debe formar en la crítica de las fuentes, planteándose su viabilidad.

Por todo ello es importante que las unidades lectivas contemplen siempre un espacio de intervención del alumnado a la propuesta de diversas actividades sobre las fuentes a in de que se puedan expresar y compartir sus aprendizajes y también para identificar los componentes personales, sociales y culturales que a menudo condicionan las propias percepciones sobre los hechos. También resulta importante plantear actividades de indagación a partir de las fuentes, que comporten la necesidad de llegar a conclusiones, individualmente o en grupo, a partir de la formulación de hipótesis de partida o de objetivos sencillos claramente formulados.

Hay que dedicar igualmente un espacio a lo largo de las unidades lectivas para que el alumnado pueda planificar las tareas que comportan un aprendizaje autónomo así como la autorregulación del proceso de aprendizaje.

Con respecto a la evaluación, es absolutamente recomendable practicar la evaluación inicial —que puede consistir en un diálogo sobre el contenido de la unidad didáctica— con el in de identificar las ideas previas sobre las que el alumnado construirá otras nuevas a partir del discurso del profesorado. Conviene también practicar la evaluación formativa con el in de seguir el proceso de aprendizaje del alumnado; en este caso puede ayudar la anotación del grado de consecución de los objetivos en las intervenciones y ejercicios del alumnado o bien la realización de pruebas sencillas de corrección objetiva; finalmente hay que proceder con regularidad a la evaluación sumativa, siguiendo dos principios fundamentales. En primer lugar, la actividad de evaluación debe ser similar a las actividades propuestas para el aprendizaje y, en segundo lugar, debe referirse a unos o más objetivos didácticos previamente conocidos por el alumnado. Es importante que el alumnado, antes de proceder al proceso de aprendizaje de una unidad didáctica, conozca los objetivos que se propone alcanzar el profesorado y que éstos marquen claramente el grado de complejidad que se pide y la forma o tipo como este conocimiento se debe mostrar, de manera que los recursos y las actividades de evaluación sean coherentes con la metodología de trabajo en el aula. También hay que diversificar los instrumentos de evaluación con el in de interpretar y valorar la consecución de los objetivos desde diferentes puntos de vista y contextos.

Objetivos

La materia de historia del bachillerato tiene como finalidad el desarrollo de las capacidades siguientes:

1. Identificar, analizar y explicar, situándolos adecuadamente en el tiempo y en el espacio, los acontecimientos y procesos históricos más significativos, tanto en el ámbito de España en general como de Cataluña en particular a lo largo del siglo XIX y, sobre todo, del siglo XX, valorando su significación en el proceso histórico y sus repercusiones en el presente.

2. Interpretar de manera amplia los principales procesos económicos, políticos y socioideológicos, así como algunos de los principales problemas históricos que configuran la historia de Cataluña en particular y la de España en general, teniendo en cuenta los referentes comunes y las particularidades, dentro de una visión respetuosa del carácter plurinacional del estado. 3. Referenciar, en el contexto de la historia europea y del mundo, los principales procesos históricos ocurridos en Cataluña y en España durante el siglo XX, relacionándolos, cuando haga falta, con las raíces más próximas del siglo XIX.

4. Seleccionar, analizar e interpretar información histórica de fuentes directas e indirectas, valorar las diversas interpretaciones historiográficas y realizar algunas actividades de indagación y síntesis para obtener conclusiones razonadas sobre algunos aspectos de la evolución histórica de Cataluña y España, aplicando la terminología apropiada.

5. Conocer las normas básicas que regulan las instituciones democráticas y participar activamente, democráticamente y críticamente, en la cultura, la sociedad civil y las instituciones democráticas de Cataluña y de España.

6. Valorar la historia como disciplina y el análisis histórico como un proceso en constante reelaboración, y utilizar el conocimiento histórico para argumentar las propias ideas y revisarlas de manera crítica, teniendo en cuenta nueva información y superando estereotipos y prejuicios.

7. Realizar actividades de indagación y síntesis en las que se analice, contraste e integre información diversa, valorar el papel de las fuentes y los diferentes puntos de vista de los historiadores, y comunicar el conocimiento histórico adquirido por medio de diversos soportes y con el rigor intelectual requerido.

8. Mantener una actitud solidaria ante los conflictos de la sociedad actual, rechazando las desigualdades y la intolerancia, y valorando la paz, los derechos humanos y la democracia como derechos fundamentales de todos los seres humanos.