Redacción.- Valencia (España), jueves 30 de junio de 2022. La portavoz del Grupo Parlamentario VOX Comunidad Valenciana, Ana Vega Campos, ha empezado su intervención en la sesión de control al Gobierno tripartito del ‘botánico’ que preside el socialista Joaquín Francisco Puig Ferrer (Ximo Puig), recordándole sus propias palabras: «Hay que votar socialistas porque solamente así se podrá recuperar la decencia y credibilidad de las administraciones» -palabras de Ximo Puig el 21 de mayo de 2015-.
La dirigente verde ha continuado: «Sr. Puig ¿De qué decencia y credibilidad hablaba usted? ¿Decencia es mantener a una imputada por prevaricación, abandono de menores y omisión del deber de perseguir delitos como Vicepresidenta del Gobierno? ¿Qué credibilidad puede tener usted si ha sido incapaz de cesar a Mónica Oltra y tuvo que tragarse el sapo de conocer su dimisión a la vez que el común de los mortales?».
La portavoz del Grupo Parlamentario Valenciano del partido presidido por Santiago Abascal Conde ha reprochado al Presidente del Gobierno valenciano su cobardía: «¿Sabe lo que creo, Sr. Puig? Que usted no cesó a Mónica Oltra por cobardía, y porque le tiene demasiado aprecio a las dependencias del Palau y a ese sillón azul. Es obvio que ni ella ni su actuación fueron éticas, estéticas, ni mucho menos coherentes con las cantinelas que antaño dedicó a otros imputados por delitos mucho menos graves. Pero… ¿y sus actuaciones, Presidente? Usted lleva años mirando para otro lado. Usted lleva años haciendo dejación de funciones de control sobre la actividad de su gobierno».
Vega le ha recordado el abandono y el maltrato, por parte de la Conselleria, que sufrió la menor abusada por el entonces marido de Oltra: «¿Es ético y moralmente aceptable llevar a una niña tutelada por su Gobierno, víctima de abusos sexuales por el marido de la Vicepresidenta de ese mismo Gobierno, esposada al juzgado y negarle la asistencia pública letrada que se le debió facilitar?»
También le ha recordado esa superioridad moral de la izquierda para juzgar a los demás: «Al parecer, ustedes, la izquierda está siempre en una posición moral superior al resto de los mortales. No importa qué hagan ni qué digan. La culpa siempre será de Franco, de Putin, del heteropatriarcado, de la emergencia climático y de cualquier otra invención absurda. Ustedes señalan con el dedo a los que, según su criterio, cometen delitos de odio por ejercer su derecho a la libertad de expresión, y dicen llamarse feministas mientras intentan ocultar abusos sexuales a una niña porque se atrevió a denunciar a la que, hasta ahora, era ‘la Diva del Consejo'».
*No quiero ni pensar qué pasaría si alguno de los miembros de mi Grupo Parlamentario hubiera actuado de esa forma… Lo dicho, la izquierda goza, como si de burgueses se trataran, de esa cómoda situación en la que, hagan lo que hagan y digan lo que digan… estarán siempre en esa falsa superioridad moral. La verdad, Sr. Puig, que resulta un chollo ser un progre. O más bien, ser tenido públicamente por un tipo progre y con profunda sensibilidad social, aunque tu comportamiento discurra por otros cauces muy muy diferentes», añadió.
La portavoz de los verdes Valencianos ha hecho hincapié en que su actuación no es ética ni estética. Y ha terminado con estas palabras: «Sr. Presidente, lo que lo hoy le pido es que suba aquí, agache la cabeza y pida perdón. A la primera, a Maite, pero también a todos los ciudadanos a los que representa que no se merecen la vergüenza de tener un Gobierno como el suyo».
