Cuando el indulto es un insulto

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Barcelona (España), sábado 19 de junio de 2021. Como policías que somos debemos adecuar nuestro servicio público según los principios morales, éticos, deontológicos, y así mismo por imperativo legal, según emana el artículo 104 de nuestra Carta Magna del 1978, que consagra: «Las Fuerzas y Cuerpos de seguridad, bajo la dependencia del Gobierno, tendrán como misión proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana».

Por tanto nuestro postulado en cuanto a la concesión de indultos a políticos, nos produce, a bote pronto, una gran repulsa, por cuanto se convierte en una indecencia que unos políticos indulten a sus colegas de profesión, máxime cuando los agraciados han participado activamente a ello a través del chantaje.

El chantaje no se produce únicamente sobre el Gobierno; el chantaje y la mofa se ejercen también sobre los otros dos poderes del Estado, el Legislativo y el Judicial.

El momento político actual requiere de firmeza, valentía, altura de miras y rigor democrático, por lo que se exige el escrupuloso cumplimiento de las leyes que nos gobiernan y nos amparan.

La Constitución Española, en su artículo 1.2 afirma que la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del estado. Por tanto, es el pueblo el que constituye el Estado, y así pues es a este a quien le concierne su control y su cambio.

Escuche al pueblo Sr. Sánchez, si quiere actuar y erigirse en defensor de él.

Los indultos que pretende otorgar el Gobierno del PSOE, carecen de todos los requisitos expresos y tácitos para su otorgamiento, respondiendo únicamente al cortoplacismo. Sabemos por experiencia acumulada que no van a servir para apaciguar el movimiento separatista rupturista, ya que están cansados de decir que lo volverán a hacer, y por ende servirán para todo lo contrario, lo utilizarán para demostrar ante el mundo entero que han conseguido ganarle una nueva batalla a nuestra querida España.

Los policías locales a los que representamos no podemos más que sentir pena, decepción y, por qué no decirlo, asco.

Somos cientos de profesionales que luchamos cada día por respetar y hacer respetar la Constitución española, el Estatuto de Autonomía y las demás leyes y reglamentos, actuando siempre con neutralidad e imparcialidad.

Pero esos políticos presos, delincuentes condenados por delitos muy graves y otros fugados de la justicia, nos han aplicado y nos aplican métodos propios de regímenes totalitarios, como la privación de derechos fundamentales, el señalamiento, la persecución, la estigmatización y la represalia; por el simple hecho de cumplir con aquello que juramos y prometimos cuando hicimos posesión del cargo.

A algunos les han arruinado económicamente y destrozado familiarmente, incluso varios de ellos no han podido soportar tal presión y decidieron quitarse la vida.

Señores golpistas:

-No habéis pedido perdón.

-No habéis resarcido a vuestras víctimas.

-No vais a desistir de vuestro empeño.

-No a los indultos.

El indulto es un insulto a la inteligencia, al Estado de Derecho, a la Monarquía Parlamentaria y sobre todo y ante todo, a las propias víctimas «El Pueblo».

Toni Sanz,

Presidente de Plataforma Policías Locales Represaliados por el Odio Nacionalista (PPL-RON)