Agencias – (Vídeo) Una treintena de mujeres de la CUP y las organizaciones de la izquierda separatista y anticapitalista de Cataluña se han reunido este miércoles en Barcelona para protagonizar un acto ante la prensa de reivindicación de su doble condición de mujer y dedicada a la política. Barcelona, 27 de enero 2016. Fotografía Imágenes de la mujeres separatistas de CUP hoy durante el acto. lasvocesdelpueblo.
Las diputadas del grupo parlamentario de la CUP han sido las encargadas de explicar, de manera bien contundente, los insultos que han recibido en los últimos meses en las redes sociales y algunos medios para «ser mujeres y hacer política». A modo de testigo reivindicativo, Gabriela Serra, Mireia Boya, Eulalia Reguant, Ana Gabriel y Mireia Boya han clamado que son «feas«, «gordas«, «putas«, «retardadas» o «malfollades» para estar en política y defender «la educación y salud pública«, «la libertad y dignidad de las personas y de los pueblos«, o «unos países catalanes socialistas y feministas«, asumiendo así los insultos recibidos para defenderse de su «carácter machista y político».
Los insultos y descalificativos que han recibido las diputadas y miembros destacados de la CUP en los últimos meses, y el hecho de que mayoritariamente hagan referencia a su físico o su supuesto comportamiento sexual, han hecho reaccionar a los anticapitalistas.
En un pequeño acto en la plaza del Rey de Barcelona, una treintena de militantes y dirigentes de las organizaciones del entorno cupista se han reunido para defender su derecho a «hacer política» y que se las «juzgue por las políticas que se impulsan «y no por ser mujeres. Así, a modo de reivindicación, cada una de las diputadas de la CUP ha querido juntar los insultos que ha recibido con las causas que defiende, convirtiéndolo en una especie de testigo antimachista.
«Soy vieja, fea y gorda. Y quiero que se me juzgue por llegar a los 64 años luchado incansablemente por el mantenimiento de la vida, la dignidad de todas las personas y los pueblos y por la libertad y solidaridad con el conjunto de la humanidad «, dijo Gabriela Serra. La también diputada Mireia Boya explicó, en aranés, que le han dicho «perra para defender un modelo de territorio sostenible y que mi lengua materna, el occitano, se pueda hablar a las instituciones públicas del país».
Eulàlia Reguant, por su parte, ha dicho que la han acusado de «retrasada, estúpida y tonta, para defender un sistema de salud 100% público y una educación pública, catalana y de calidad». Ana Gabriel ha cogido el micrófono para decir: «Soy una puta, traidora, amargada y malfollada, y el único que venía a hacer es defender unos Países Catalanes libres, socialistas y feministas, ya defender la impunidad de la extrema derecha por Guillermo aguijón y por Carlos Palomino».
La última en hablar ha sido la recién llegada diputada al Parlamento Mireia Vehí, que ha advertido que será «implacable con la defensa del derecho a la migración y con la defensa de los derechos humanos». «Y espero que se me juzgue por ello y no por mi talla de pantalón», concluyó.
Además de estos testigos reivindicativos, Natalia Cámara, de raíz, y María Colera, de Adelante, han leído un manifiesto de denuncia de este «machismo» y de defensa del feminismo y de la presencia de las mujeres en la política . Precisamente ha sido Colera quien luego reclamó que los insultos recibidos merecían una «respuesta». «No se puede hacer como que no está pasando. Esto es acoso, tiene un carácter político y políticamente debemos responder. No podemos asumir que nos insulten por nuestro físico. No estamos aquí para hacer bonito sino para hacer política «, ha defendido.
También ha añadido que su reivindicación no pasa sólo por el papel de las mujeres de la CUP y la denuncia que hacen tampoco se circunscribe únicamente al caso de los insultos recibidos por sus diputadas. Recordando el caso de Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos en Cataluña, Colera ha advertido de que «si la insultan a ella, nos insultan al conjunto de las mujeres».
Ana Gabriel ha explicado también que la CUP no se ha planteado emprender acciones legales contra quienes las han insultado en público «por la poca confianza que tenemos en la justicia y para que no se le podría atribuir una especial sensibilidad feminista». «En el ámbito institucional habrá muchas oportunidades para denunciar no sólo el acoso que sufrimos las mujeres que nos dedicamos a la política, sino muchos otros acosos, violencias cotidianas, feminicidios en estado puro y micromachismos», añadió.
La CUP ha convocado un acto público el próximo 11 de febrero a las 20.00 horas, en las Cotxeres de Sants de Barcelona, en defensa del feminismo, de las mujeres y contra las actitudes machistas.
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