Desmanteladas 3 plantaciones de marihuana en viviendas de Cabrils y Argentona (Cataluña)

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FOTOGRAFÍA. BARCELONA (ESPAÑA), 14.07.2021. Combo con dos imágenes facilitadas por la Policía Nacional este miércoles de la operación en la que se desarticuló una organización criminal dedicada al cultivo y distribución de marihuana que operaba desde la comarca del Maresme. Efe

Efe.- Barcelona (España), miércoles 14 de julio de 2021. La Policía Nacional ha detenido a once personas en una operación con la que ha desarticulado una organización dedicada al cultivo y tráfico de marihuana que operaba desde la comarca del Maresme (Barcelona) y en el marco de la cual ha incautado 1.683 plantas de cannabis y más de 29 kilos de cogollos.

Tal como ha informado el cuerpo, han sido desmanteladas tres plantaciones interiores localizadas en viviendas unifamiliares, dos de ellas en la localidad de Cabrils y una en Argentona, en las que se cultivaba y trataba marihuana para su posterior venta y distribución a gran escala.

También fue localizada una nave industrial situada en las afueras de Mataró donde se almacenada, procesaba y empaquetaba el cannabis recolectado antes de ser distribuido.

Como resultado de las actuaciones policiales, once personas han sido detenidas y otras siete están investigadas por delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y defraudación de fluido eléctrico, entre los cuales figuran los cabecillas de la organización.

La investigación se inició a raíz de una denuncia anónima en el portal de la Policía Nacional que permitió identificar varios componentes indicadores de la existencia de un entramado criminal dedicado al cultivo intensivo de marihuana.

La organización, liderada por un hombre y sus dos hijos, estaba formada por más de una docena de personas de nacionalidad española y venezolana y contaba con una elevada especialización en el cultivo y distribución de las sustancias estupefacientes.

Todos sus miembros tomaban estrictas medidas de seguridad en sus desplazamientos y ubicaban las plantaciones en inmuebles de zonas residenciales poco concurridas y en calles sin salida para dificultar ser descubiertos.

Las viviendas contaban con elementos de alarma y sistemas de vídeovigilancia que grababan el exterior y que controlaban remotamente los tres cabecillas de la banda, estaban aisladas tanto acústica como térmicamente y contaban con extractores con filtros de carbono para que el olor no saliera al exterior.

Contaban, además, con perros guardianes de raza potencialmente peligrosa con el fin de detectar la presencia de extraños o evitar lo que coloquialmente se conoce como «vuelcos» (robos) de organizaciones rivales.

Asimismo, los inmuebles disponían de una sala de secado dotada con calefactores y quemadores de gas butano, lo que permitía agilizar el proceso de deshidratación de las flores de marihuana y darles una salida más rápida.

Las tres plantaciones estaban enganchadas al tendido eléctrico con empalmes ilegales de forma subterránea y a varios metros de cada vivienda, una estrategia con la que supuestamente pretendían dificultar su detección por parte de los técnicos de la compañía suministradora y dificultar las pesquisas policiales.

En los cuatro registros practicados de forma simultánea, la Policía Nacional incautó, además de 1.683 plantas de marihuana y 28,80 kilos de cogollos, numerosa maquinaria e instrumentos destinados a optimizar al máximo las plantaciones valorados en más de 600.000 euros.

Los agentes también intervinieron varias armas de aire comprimido y de fogueo, una espada, una defensa extensible, 10.500 euros en efectivo y seis vehículos.