Día del Trabajo

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FOTOGRAFÍA. ESPAÑA, 08.03.2018. DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA (8-M). Una mujer cántabra en su puesto de trabajo. Efe

Un año más en casi todos los países del mundo se celebra el «Día del Trabajo», una fecha en que se recuerda a aquellos «Mártires de Chicago» de 1886, que reivindicaban poder trabajar 8 horas diarias y no 12 o 16 horas, y en condiciones dignas. Es una fecha en que se celebran los avances sociales del país y en la Constitución Española los artículos 14, 35 y 40 hablan al respecto.

Mucho ha llovido desde aquella época de la revolución industrial, a día de hoy se han producido cambios de toda índole: políticos, sociales, tecnológicos, culturales, económicos, laborales, etc..

En teoría deberían haber mejorado las condiciones laborales y económicas de la población en general, pero no ha sido así, se ha roto el paradigma al cual estábamos acostumbrados: colegio, instituto de bachillerato, formación profesional o carrera universitaria, y a trabajar, todo esto se ha diluido. Hoy nuestros jóvenes tienen un paro muy elevado, muy pocos tienen empleo, y no pueden construir un futuro. Igual pasa con los mayores de 45 años en adelante, sin proyectos y sin horizontes, sin saber si podrán cobrar una pensión digna el día de mañana. Así lo confirman las tasas de paro INE 2021-1T: de 16-19 años (58,23%); de 20-24 años (36,52%), de 25-54 años (14,90%) y los que tienen 55 y más años (12,70%).

Las universidades se han convertido en fábricas de titulados universitarios, posiblemente cuando acaben el grado, no sea suficiente y tengan que hacer un máster de especialización, con la esperanza de encontrar un empleo de acuerdo a su formación, otros continuarán con un doctorado y luego probablemente tendrán que emigrar porque aquí no encuentran oportunidades para desarrollarse. El resto a lo mejor han realizado alguna carrera de formación profesional, y un 16% ha abandonado temprano la escuela (EPA 2020, 4T).

Por si fuera poco ya llevamos más de un año en pandemia sanitaria, que ha provocado una crisis en todos los ámbitos de nuestra vida (sanitaria, política, social, económica, laboral, etc.), se ha incrementado el teletrabajo en un 11,2% ,EPA 2021, 1T (2019: 4,8% y 2020: 9,9%), la digitalización en todas las facetas personales, el uso de la inteligencia artificial, la robotización, y últimamente en estudio jornadas de cuatro días a la semana, etc.

Solo nos queda pedir a los implicados que tomen buenas decisiones, que aprovechen los Fondos Europeos y los utilicen de forma adecuada sin caer en redes clientelares tan perjudiciales para el desarrollo del país y por ende para todos los españoles.

Es imprescindible que se imprima un cambio profundo a la situación y que se apliquen medidas con el propósito de transformar nuestro modelo productivo, (SEPE, marzo 2021: servicios 70,44%, industria 7,93%, construcción 7,7 %, y agricultura 4,91%).

Igualmente renovar el sistema educativo, tanto en los centros escolares como en las universidades, priorizar la formación de los futuros profesores, coordinar los centros de estudio con los centros de trabajo, para que se forme a los estudiantes de acuerdo a las necesidades del mercado laboral.

Incentivar y motivar a nuestros jóvenes a la cultura del esfuerzo y sacrificio, a que realicen estudios de alto valor añadido, carreras técnicas, científicas y digitales (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y reformar la formación profesional, para que el día de mañana puedan obtener buenas retribuciones y conseguir la ansiada igualdad salarial.

Invertir en investigación y desarrollo, en un sistema sanitario de calidad, favorecer a los que crean empleo y arriesgan su capital, redactar y aprobar leyes que favorezcan al trabajador, etc., para que el día de mañana nuestros hijos y nuestros nietos puedan disfrutar de un futuro mejor y tengan unos sueldos dignos, que no sólo sirvan para sobrevivir, los que lo tengan y los que no a engrosar las colas del hambre (tasa de pobreza nacional 2020, con un 20,7% y posiblemente se incremente a finales de 2021).

Manoly A. Roldán