Discreción en la negociación del Gobierno de Sánchez que dependerá del independentismo

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FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), 22.07.2019 Los líderes del PSOE y Podemos, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, y sus respectivos equipos durante una de las reuniones mantenidas en el inicio de las negociaciones para buscar acuerdos parlamentarios. Efe.

Lasvocesdelpueblo y Agencias – Fuentes del partido de la ultraizquierda pro independentismo (Podemos) y de la izquierda corrupta de los Eres falsos de Andalucía (PSOE) coinciden en resaltar el compromiso de los negociadores por «mantener en secreto los términos de las conversaciones», que tienen sobre la mesa los documentos con la oferta programática «para un Gobierno social, feminista, ecologista, europeísta y progresista» aprobados por la Ejecutiva del PSOE y el acuerdo firmado entre los dos partidos sobre los Presupuestos Generales del Estado. Madrid (España), lunes 22 de julio de 2019. 

Lo que ninguna de estas dos formaciones (Podemos y PSOE) habla, y ese es la parte oculta de esas negociaciones, son las negociones en tres bandas que estaria liderando supuestamente los equipos de la ultraizquierda (Podemos) con otros socios del gobierno de coalición (Podemos-PSOE) si finalmente hay acuerdo entre Podemos y PSOE. Se trata de las negociones que estaria haciendo Podemos con los xenófobos separatistas de ERC y la derecha corrupta independentista catalana que lidera el prófugo del ‘Procés’ Carles Puigdemont (Juntos Por Cataluña -JxCat-).

Ya ocurrió con las negociaciones del voto a favor del independentismo a la moción de censura del PSOE contra el gobierno del expresidente Mariano Rajoy Brey.

Hasta la fecha de hoy lo único que se sabe de dichas negociaciones es la convocatoria del referéndum de independencia en Cataluña, uno de los compromiso que Podemos habría firmado con el independentismo y que Sánchez, una vez en el poder lo rechazó y ofreció un referéndum de independencia pero organizado por las entidades separatistas Asamblea Nacional Catalana y Ómnium Cultural.

El referéndum separatista continuó meses en la Mesa de las negociaciones entre Gobierno e independentismo hasta la propuesta independnetista de «negociador internacional» también conocido como «relator» internacional, quien debería entonces asumir el papel de la presentación de las condiciones del referéndum de independencia de Cataluña. Entonces los antiSánchez y patriotas del PSOE lo rechazaron y el independentismo rompió las relaciones con el PSOE. A Sánchez no le quedaba más alternativa que convocar elecciones anticipadas que acababa ganando ante el desplome del PP y la irrupción con fuerza de VOX en el Congreso de los Diputados.

MÁXIMA DISCRECIÓN

Los equipos negociadores de PSOE y Podemos apuran en un ambiente de máxima discreción las últimas horas de negociación previas al inicio este lunes en el Congreso de los Diputados del pleno del debate de investidura de Pedro Sánchez.

Fuentes de ambos partidos coinciden en resaltar el compromiso de los negociadores por «mantener en secreto los términos de las conversaciones», que tienen sobre la mesa los documentos con la oferta programática «para un Gobierno social, feminista, ecologista, europeísta y progresista» aprobados por la Ejecutiva del PSOE y el acuerdo firmado entre los dos partidos sobre los Presupuestos Generales del Estado.

La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo; la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, y la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, componen el equipo negociador socialista, mientras que por Podemos ha trascendido la participación de su secretario de Acción de Gobierno y Acción Institucional, Pablo Echenique.

La decisión del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, de renunciar a entrar en el Consejo de Ministros desencalló este viernes una negociación en la que antes de hablar de un reparto de «áreas de participación» las partes deben acordar sobre «leyes», «trabajo» y «sustancia», según las palabras de la propia vicepresidenta del Gobierno en funciones.

Calvo ha apelado a la consecución de un pacto que ofrezca «estabilidad» si finalmente y por vez primera en la política española se forma un gobierno de coalición, un objetivo por el que se negocia «sin parar» desde la conversación telefónica que mantuvieron este viernes el presidente del Gobierno en funciones y el líder de Podemos.

Dos meses después de la constitución de las cámaras parlamentarias, el debate de investidura comenzará el mediodía de mañana, lunes, con el discurso de Sánchez y se prolongará al martes, cuando se proceda a la primera votación.

De no haber mayoría absoluta, habría una segunda votación 48 horas después, el jueves próximo.

Empleo y lucha contra la precariedad, desigualdad, feminismo y emergencia climática conformarán el núcleo del discurso de Sánchez, que según fuentes de Moncloa enarbolará un mensaje «progresista y de izquierdas» que apelará a las «transformaciones que necesita el país».

Las fuentes apuntan que Sánchez hará un discurso «de altura» y «dirigido a una amplia mayoría desde la óptica progresista» que combinará la necesidad de promover el crecimiento económico con justicia social y apelará a la revolución tecnológica y al proyecto europeo.

A falta de conocer el sentido de voto de Unidas Podemos, que se antoja crucial para que fructifique la investidura, el PP y Ciudadanos han insistido en que su voto tendrá sentido negativo.

En un acto este domingo en Vitoria, el vicesecretario de Organización del PP, Javier Maroto, ha acusado a Sánchez de querer «malvender» España para seguir gobernando; mientras que el portavoz adjunto de Ciudadanos en la cámara baja, Edmundo Bal, ha augurado que un gobierno PSOE-Podemos sería «dramático si llega a cuajar» y ha criticado que a menos de 24 horas del debate solo se hable de «sillas» y nada del programa.

Sánchez es el séptimo candidato que se somete a un debate de investidura desde la reinstauración de la democracia, aunque no es un reto que le sea ajeno, ya que también lo intentó durante la investidura fallida de 2016 que dio lugar a la repetición de elecciones de junio de ese año.

Parte de 123 apoyos correspondientes a los escaños socialistas y necesita mayoría absoluta, en la primera votación, el martes; o simple, de llegarse a la segunda, el jueves.

Para ser investido, Sánchez requerirá del voto positivo o la abstención de diputados de Unidas Podemos (42), ERC (14), PNV (6) o el grupo mixto (18). Han anunciado su voto en contra de la investidura los 66 diputados del PP, los 57 de Ciudadanos y los 24 de Vox.

Antes del debate, el candidato ha mantenido cinco encuentros y varias conversaciones telefónicas con Iglesias, alguna de ellas en las últimas horas; tres reuniones con el líder popular, Pablo Casado, y solo una con el de Ciudadanos, Albert Rivera, quien declinó invitaciones posteriores del presidente del Gobierno en funciones.