El Congreso de los Diputados, dividido, avala el tercer rescate a Grecia

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Agencias – El pleno del Congreso de los Diputados ha avalado la participación española en el tercer rescate a Grecia con el apoyo de la mayoría de los grupos y el rechazo de la Izquierda Plural y otros partidos de izquierda integrados en el Grupo Mixto, aunque la votación no es vinculante, al contrario de lo que sucede en otros países como Alemania, Holanda, Finlandia o Estonia. <Fotografía: la vicepresidenta del gobierno del PP, Soraya Sáenz de Santamaría (Izquierda) y el presidente del gobierno del PP, Mariano Rajoy (derecha), durante el pleno dedicado a Grecia, hoy. Foto/Javier Barbancho>.

Así, el pleno ha aprobado cinco propuestas de resolución presentadas por sendos grupos parlamentarios en las que se ha instado al Gobierno a respaldar la aprobación definitiva del tercer rescate griego -aprobado el jueves por el Parlamento griego y al día siguiente, por el Eurogrupo- y de la participación española en este. En concreto, ha aprobado las propuestas del Grupo Popular y PNV, así como parte de las iniciativas del Grupo Socialista, CiU y UPyD.

Durante el debate previo, el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha asegurado que lo fundamental del acuerdo entre Atenas y sus acreedores es que ha permitido a Grecia continuar en el euro y dejar atrás «un largo período de crisis». El ministro ha subrayado que el acuerdo significa también que se cumplen las reglas de la unión monetaria, porque en el euro «no hay atajos» y sólo caben políticas responsables.

Según el ministro, los programas de la Unión Europea cuando tienen «rigor» funcionan, como se ha demostrado en los casos de Portugal e Irlanda. Sin embargo, De Guindos ha admitido que en el caso griego todavía hay riesgos importantes, especialmente, el complejo contexto político. Por ello, ha pedido al Ejecutivo griego que lleve a cabo las medidas «con determinación» para que la economía vuelva a crecer, y ha advertido que, si no es así, «se corre el riesgo de volver a la casilla de salida».

El titular de Economía ha afirmado que no fue fácil alcanzar un acuerdo para conceder a Grecia el tercer programa de ayudas, y ha añadido que el «largo» camino no estuvo «exento de dificultades». A su juicio, se ha perdido «mucho tiempo» y eso ha agravado al deterioro de la economía helena. En ese sentido, De Guindos ha opinado que los «cantos de sirena» del populismo «dejan expectativas incumplidas y frustración y descontento social». Así, ha reiterado que las políticas «irresponsables» tiene un coste, sobre todo, para los más vulnerables.

Un rescate condicionado a 250 medidas

Según ha recordado Guindos, el tercer rescate a Grecia cuenta con una ayuda financiera de 86.000 millones de euros -que incluyen una reserva de 25.000 millones de euros para sanear la banca-, que está condicionada a la aplicación de 250 medidas. Estas medidas se resumen en cuatro pilares. El primero de ellos se refiere a la reformas para restaurar la sostenibilidad fiscal, para lo que el país heleno se ha comprometido a llevar a cabo reformas impositivas, del sistema de pensiones y una mejora de las finanzas públicas.

Otro eje se refiere a una batería de reformas para la estabilidad financiera, la mejora de las ratios de morosidad bancaria y del gobierno corporativo de los bancos públicos. En tercer lugar, Grecia debe llevar a cabo reformas en el mercado de trabajo, de bienes y de servicios, en el sentido de revisar la regulación de los despidos colectivos o liberalizar profesiones reguladas.

Por último, el programa contempla reformas para aumentar la eficiencia de las administraciones públicas. De Guindos ha asegurado que la asistencia financiera se concede en condiciones favorables, con un tipo de interés equivalente al coste de financiación del MEDE (1%) más 10 puntos básicos.

Casi 34.000 millones de España entre los tres rescates griegos

También ha recalcado que el Gobierno español siempre ha sido solidario con Grecia y se ha mostrado a favor de ese tercer rescate y de la permanencia de los griegos en el euro. En su intervención, De Guindos ha repasado los tres programas de asistencia negociados con Grecia desde 2010 y ha destacado que, entre todos ellos, la aportación española se acerca a 34.000 millones de euros.

Así, ha especificado que la contribución española ascendió a 6.700 millones en el primer rescate; a 17.000 millones en el segundo, y supondrá unos 10.150 millones en el que empezará a aplicarse ahora. A este respecto, el ministro ha pedido que se ponga «en valor» la participación española, ya que se produjo a pesar de que la exposición en Grecia era muy reducida y la economía española estaba «en dificultades y en circunstancias no siempre propicias».

También ha afirmado que el Eurogrupo está dispuesto a considerar otras medidas para que el endeudamiento griego llegue a límites sostenibles, y ha expresado su confianza en que el FMI confirme su participación en el nuevo rescate. De Guindos ha admitido que todavía queda trabajo para conseguir un verdadero gobierno de la zona euro, y ha señalado que es necesario avanzar más hacia una unión fiscal y política. Asimismo, el titular de Economía ha subrayado que formar parte de la unión monetaria tiene beneficios, pero también exige responsabilidades.

Durante el debate, se han mostrado a favor del acuerdo de rescate PP, PSOE, UPyD, los catalanes Convergencia y Unió Democrática, así como Coalición Canaria, Unión del Pueblo Navarro y Foro Asturias, aunque muchos de sus portavoces han criticado la continuidad de la austeridad y han pedido una nueva forma de gobernar la UE.

En el extremo opuesto, gran parte de los partidos del Grupo Mixto han rechazado el rescate por su fondo y su forma, entre ellos, Izquierda Unida, Esquerra Republicana de Catalunya, Iniciativa per Catalunya Verds, Bloque Nacionalista Galego, Bildu, Compromís, Geroa Bai y Bildu.

El PSOE pide el fin de la austeridad

En su turno de intervención, el portavoz socialista Juan Moscoso del Prado ha mostrado el apoyo del PSOE a la ayuda española en el tercer rescate a Grecia, aunque ha planteado la necesidad de abordar ciertas reformas en la eurozona para restablecer la confianza y lograr un crecimiento económico sostenible. Moscoso ha pedido un «proyecto de medio y largo plazo» para Europa, al abogar por una unión fiscal -con un «verdadero presupuesto para la zona euro»-, la armonización del salario mínimo, las jubilaciones y prestaciones de desempleo en los distintos países europeos.

El diputado del PSOE ha valorado la «transparencia» de llevar la ayuda griega al Congreso para tener «un debate que no tuvo lugar cuando los rescatados fuimos nosotros», tras la «negligente gestión de Bankia». Con respecto a la situación de Grecia, ha considerado que «es mucho peor [ahora] que hace seis meses», por lo que es imprescindible un «plan especial de ayuda humanitaria que mitigue las consecuencias de la crisis».

Así, Moscoso del Prado ha pedido el fin de la austeridad en Europa y ha considerado que hay «detalles» en el acuerdo de rescate que les «gustaría aclarar», como la armonización de su sistema de pensiones con el de otros países europeos o la «viabilidad» del fondo de rescate.

IU: si hay un tercer rescate es porque los dos anteriores fallaron

Desde Izquierda Unida, Alberto Garzón ha rechazado el tercer rescate griego al considerar que «es perjudicial para la economía griega», porque insiste en las «mismas políticas de austeridad» de los dos paquetes de ayuda anteriores. Garzón ha destacado el hecho de que exista un «tercer acuerdo significa que ya ha habido dos y los dos han fallado», debido a que las políticas de austeridad ahogan la demanda interna.

El diputado de IU ha apuntado que sólo «el 15% del rescate» se dedicará a revitalizar la economía productiva, una cifra que, en su opinión, es «muy reducida para rescatar una economía que ha perdido el 25% del PIB». Garzón ha considerado que los sucesivos rescates griegos han sido «una gran estafa» para pasar la deuda de los balances de los bancos a las entidades públicas. Además, ha recordado que la deuda helena necesita una «reestructuración» porque «no se puede pagar».

Ha asegurado que las circunstancias actuales permiten «elegir entre dos opciones: recuperar su economía o humillar a Grecia» para que pague todas sus deudas, una opción -a su juicio- inviable que podría llevar al «crecimiento del fascismo», tal y como sucedió con la Alemania de entreguerras.