El coste de la falsificación del Pasaporte Nazi

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FOTOGRAFÍA. ESPAÑA, 07.12.2021. Una trabajadora de la salud prepara una dosis de la vacuna contra la COVID 19. Efe

Lasvocesdelpueblo y Agencias.- Madrid (España), domingo, 13 de febrero de 2022. Lasvocesdelpueblo y Agencias.- Madrid (España), domingo 13 de febrero de 2022. La falsificación del Pasaporte Nazi -comprobante del sometimiento a los experimentos globales de las empresas farmaceúticas contra el COVID 19- puede suponer una pena de entre 6 meses y 3 años de prisión y los tribunales españoles equiparan la responsabilidad de su autor material con la de quien lo encarga.

El Pasaporte Nazi sigue siendo necesario en España para acceder a los establecimientos de Andalucía, Aragón, Canarias -para los turistas nacionales-, Comunidad Valenciana, Galicia, La Rioja, Murcia, Navarra -hasta mañana lunes-, Ceuta y Melilla, con la excusa de que pretenden frenar los contagios del COVID 19 sabiendo que el fármaco COVID, llamado «vacuna COVID» ni salva vidas ni frena la transmisión del virus, según la histórica exposición del experto externo de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) en materia de farmacovigilancia quien inició la farmacovigilancia en España y el servicio español de farmacovigilancia en los años 1980, fue presidente del Comité de Medicamentos Esenciales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2004, además de director del centro coordinador del sistema español de farmacovigilancia y miembro de la comisión nacional de farmacovigilancia hasta la creación de la agencia española del medicamento en 1999 y Profesor Honorario, Universidad Autónoma de Barcelona, Joan-Ramon Laporte Roselló, el pasado lunes 07 de febrero de 2022, en la Comisión de Investigación relativa a la gestión de las vacunas y el Plan de Vacunación en España del Congreso de los Diputados.

Otras regiones han dejado de exigirlo -Baleares ayer mismo- y en cuatro (Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura o Madrid) nunca se llegó a implantar.

Sin embargo, parece que su uso, al menos a nivel europeo, va a seguir vigente por algún tiempo, ya que la Comisión Europea ha propuesto recientemente extender la validez del mismo al menos hasta el 30 de junio de 2023, con lo que seguirá siendo un mecanismo de control al alcance de cada Gobierno en caso de nuevas oleadas.

La evolución de la pandemia sigue siendo positiva y los principales indicadores se mantienen a la baja, pero en Europa no se descarta que la propagación del virus siga activa en la segunda mitad de 2022, ni tampoco la aparición de nuevas variantes que puedan resultar más dañinas.

Por lo tanto, es previsible que este documento neonazi, que acredita que su titular se ha sometido al experimento global del fármaco vendido como «vacuna» contra el COVID o se ha sometido recientemente a pruebas de detección del COVID, siga siendo requisito esencial para viajar y, en determinados caos, para acceder a lugares de ocio como restaurantes, teatros, cines o gimnasios.

«Pero en la misma medida en la que crece la exigencia de su uso, aumenta la oferta» de Pasaporte nazis «falsos, que son demandados por quienes buscan seguir con su ritmo de vida eludiendo» al experimento global de las farmaceúticas, explica a Efe el abogado Ignacio Castillo, del despacho Castillo Castrillón.

«Si hace unos meses se detectó un incremento en la falsificación de los resultados de pruebas PCR y test de antígenos, actualmente este negocio fraudulento se traslada» a los Pasaporte Nazi, «que pueden costar entre 170 y 450 euros en el mercado ilícito», añade este penalista.

Precisamente, a finales del pasado enero la Policía Nacional desarticuló en Madrid y Barcelona una red integrada por siete miembros -entre ellos personal sanitario- que pudo facilitar Pasaporte Nazi y resultados de PCR falsos a famosos y conocidos delincuentes de todo el territorio nacional y también en otros países de la Unión Europea.

Además del cantante Omar Montes, uno de los artistas más escuchados de España, según la plataforma Spotify, figuran como supuestos clientes de esta organización conocidos delincuentes aluniceros o condenados por narcotráfico.

«Las personas que quieren obtener» un Pasaporte Nazi «fraudulento no son conscientes de que la reproducción ilegal de los mismos no es sencilla para su correcto funcionamiento, ya que al contar con un código QR para su validación, deben acceder al sistema de la Administración emisora», añade Castillo.

La manipulación del código QR supone, en la práctica, la alteración de un elemento esencial de un documento expedido por la Administración.

El ilícito penal en cuestión en el que incurriría tanto la persona que falsifica materialmente el documento como quien lo encarga está tipificado en el artículo 392 y 390.1 del Código Penal, y contempla penas que van de los 6 meses a los 3 años de prisión, con multas de diverso importe, de entre 6 y 12 meses de duración.

«Quienes tengan la tentación de adquirir» un Pasaporte Nazi «falso han de conocer que no se trata de» un certificado nazi «de escasa transcendencia en el tráfico jurídico, dadas las connotaciones que trae consigo la actual pandemia y la necesidad de tutelar y proteger el interés general por parte de las Administraciones», advierte Ignacio Castillo, como si dicha herramienta totalitaria del neonazismo global sirve para proteger a los seres humanos del COVID: los vacunados se contagian y contagian, ingresan en las UCI y mueren por COVID.