El Tribunal rechaza la versión de catalanes padres de la niña Nadia, hacían sexo junto a la niña

0
605
En la imagen la estafadora Marga Garau, la madre de Nadia, la niña de 11 años afectada de una enfermedad rara, y su abogado Alberto Martín, en los juzgados de La Sede de Urgell (Lérida). Archivo Efe.

Agencias – Los catalanes Fernando Blanco y Marga Garau, padres de la Niña Nadia Nerea, hacían sexo junto a la niña haciendo fotografías de la pornografía infantil para el mercado. Los agentes d ela Policía Catalana, Mozos de Escuadra, encontraron hasta 41 fotos de los catalanes, padres de la niña con enfermedades raras Nadia Nerea, manteniendo relaciones sexuales junto a la menor y 9 más de la pobrecita niña catalana desnuda. El juez del ‘Caso Nadia’ no se cree que la niña durmiera cuando los padres se hacían fotos de contenido sexual. Lérida (España), miércoles 18 de enero de 2017. Fotografía: En la imagen la estafadora Marga Garau, la madre de Nadia, la niña de 11 años afectada de una enfermedad rara, y su abogado Alberto Martín, en los juzgados de La Sede de Urgell (Lérida). Archivo Efe.

El mismo juzgado también investiga Blanco y Garau, en una causa aparte, por estafa, por haber presuntamente recaudado 918.000 euros en donativos que debían destinarse a intervenciones médicas de la menor y finalmente no se habrían llevado a cabo. De esta cantidad se habrían gastado cerca de 600.000 euros.

El juez del ‘Caso Nadia’, que incoó una pieza separada contra los padres de la menor por los presuntos delitos de exhibicionismo, provocación sexual y explotación sexual, desmonta el argumentario de los padres contra estos delitos en el texto en que ordena la nueva investigación, al que ha tenido acceso el diario digital ‘Ok diario’.

Por ejemplo, no se cree que la menor durmiera cuando los padres se hicieron 41 fotos manteniendo relaciones sexuales a su lado, con la niña en la misma cama.

Tampoco se cree que 9 fotos más en que aparece la menor desnuda tuvieran el objetivo de hacer un control de su evolución médica ni el de retratarla en gestos «graciosos».

El instructor divide la cincuentena de fotos encontradas por los agentes de Policía de Cataluña, Mozos de Escuadra, en dos grupos, 41 en el que la menor «presenciaría relaciones íntimas de sus padres» y 9 más con «imágenes exclusivas de la niña, de contenido sexual».

Sobre el primer grupo, el juez rebate el argumento de los padres que indica que sí mantuvieron relaciones sexuales en la misma cama donde estaba la niña pero que dormía.

A juicio del juez, «la menor se encuentra a escasa distancia de los progenitores, mismo colchón, a unos escasos centímetros de distancia».

Además, añade, las imágenes se puede apreciar que había «la televisión encendida».

Y finalmente, en algunas fotos se pueden apreciar los pies de la menor, que según la foto aparecen «en diferentes posturas».

Es este último punto el que «permite sospechar que la menor no estaba dormida», según el juez.

Y continúa: «O bien estaba despierta, o bien se despertó mientras los padres mantenían relaciones íntimas».

También indica que las imágenes son tan explícitas que la menor «a pesar de la enfermedad que padece, necesariamente tenía que entender el significado de los actos».

Sobre el segundo grupo de fotografías, el juez no se cree que tuvieran finalidad médica, concretamente dermatológica, porque no muestran detalles de los problemas cutáneos de la menor, sino que son fotos «generales del cuerpo desnudo, con escasa resolución y imposibilidad de identificar las dolencias».

Además, dice no entender que las fotografías «se circunscriben a un período de tiempo concreto y no hay una verdadera colección de fotografías médicas de la menor, que permitan observar su evolución».

Sobre el hecho de que recogían gestos «graciosos», el juez opina que «corresponde a los padres velar por no retratar estos momentos, especialmente si la menor está desnuda y en posiciones indiscretas».

Las «dudas» sobre las fotografías que generan estos argumentos al instructor son las que lo llevan finalmente a incoar nuevas diligencias previas para la investigación de los delitos de exhibicionismo, provocación sexual y explotación sexual.

El juez del ‘caso Nadia’ asume también la causa contra los padres por exhibicionismo, provocación y explotación sexual

El tribunal investigará las fotografías encontradas en el dispositivo de memoria de Fernando Blanco en un procedimiento aparte del delito de estafa.

El juez del ‘caso Nadia’ que investiga los catalanes padres de la niña por estafa ha asumido también, en un procedimiento aparte, la nueva causa contra Fernando Blanco y Marga Garau por los delitos de exhibicionismo, provocación y explotación sexual.

El decanato ha decidido este martes 17 de enero de 2017 que sea el mismo juzgado de instrucción número 1 de la Sede de Urgel quien investigue las decenas de fotografías «de contenido sexual» encontradas por los Mozos el dispositivo de memoria del padre, Fernando Blanco.

Según el abogado del matrimonio, tanto él como su mujer, Marga Garau, aseguraron en la declaración judicial del pasado viernes que son fotografías «familiares normales».

El abogado, Alberto Martín, explicó que las fotografías que se están investigando están hechas entre 2008 y 2011, cuando la familia vivía en la Biniali, en Mallorca.

Ambos padres d ela niña catalana explicaron que las fotografías que los Mozos de Escuadra encontraron en el lápiz de memoria están hechas en el marco de un ámbito «familiar, personal y natural» y con el objetivo de «hacer seguimiento de la piel la niña» , según dijo el abogado de la pareja.

A su juicio, las fotografías «no son pornográficas» aunque reconoció que se trata de cuestiones de carácter «subjetivo».

«Hay fotografías que para una persona pueden ser normales y en otra le pueden parecer pornográficas», dijo.

El mismo juzgado también investiga Blanco y Garau, en una causa aparte, por estafa, por haber presuntamente recaudado 918.000 euros en donativos que debían destinarse a intervenciones médicas de la menor y finalmente no se habrían llevado a cabo. De esta cantidad se habrían gastado cerca de 600.000 euros.