Barcelona (Reino de España), sábado 8 de junio de 2024 (Luis Torres Píñar).- ¿En España quién coño manda? ¿Ese Tribunal que se hace llamar o nos dicen que es «Constitucional» para qué sirve en realidad? En lo que se refiere al Parlamento de Cataluña, para nada; se pasan sus sentencias por donde se evacua lo que sobra. Me refiero al Tribunal Constitucional (TC). En su nota informativa número: 56/2024, referente a la normativa transitoria del voto telemático modificada ad hoc por ese Parlamento secesionista, con sede en Barcelona (Cataluña) España, procedió a reformar de forma instrumental con la exclusiva finalidad de dar cobertura normativa para habilitar al huido Lluís Puig i Gordi, en un momento dado, poder votar telemáticamente anticipándose al veredicto final del Tribunal Constitucional, que, por otra parte, debe estar muy ocupado, a tenor del retraso con el que habitualmente llegan sus decisiones. Sea como fuere el «conspiratorio» secesionista catalán, ha decidido desobedecer una vez más su decisión, en clara insubordinación y admitirá el voto telemático de los cobardes fascistas huidos catalanes Carles Puigdemont Casamajó y Lluís Puig Gordi.
Permitidme soñar. Es de suponer que el Gobierno de España responderá activando de forma inmediata y enérgica el artículo 155 de la Constitución Española. Ante estos y otros gravísimos quebrantos socioeconómicos. Los políticos andan enredados en sus comisiones de «pesquisas» (metidos en su papel de habilidosos, Sherlock Holmes) donde lejos de dilucidar algo positivo para realzar, en todo caso, la honestidad de esa clase de vividores sirve realmente para justificar unas presencias con derecho a percibir suculentas «pagas», pero de lo que realmente se debe averiguar. Nada de nada. Para eso están los juzgados de verdad, con abogados, fiscales y jueces con capacidad real de juzgar y sentenciar. Donde se obliga a decir «verdad» (curiosa palabra en desuso por la mayoría de políticos) a quien actúa como testigo.
También esta semana se ha conmemorado el 80 aniversario del desembarco en Normandía (Francia) donde el sátrapa Pedro Sánchez Pérez-Castejón, que ocupa el Palacio de la Moncloa, no ha sido invitado. No había una silla disponible para semejante sinvergüenza que miente o cambia de opinión hasta cuando duerme. Y, todo ello, a pesar de que la táctica llevada a cabo en esa brillante operación militar fue ideada y llevada a cabo con éxito por primera vez (desembarco de Alhucemas) por el Ejército español, pero como siempre la «humildad» nos arrincona.
Luego tenemos el «drama» desencadenado en Sevilla donde su alcalde José Luis Sanz Ruiz (PP) obtuvo el bastón sin mayoría absoluta. Por lo que depende de su respeto hacia las otras fuerzas políticas del consistorio para poder sacar las ordenanzas y presupuestos municipales, como es el caso de los presupuestos para 2024. Cuestión ésta que parece no contar con los votos necesarios por lo que existe riesgo real de no poderlos llevar a cabo y la necesidad de renovar los del ejercicio anterior. Desconozco la base de la falta de entendimiento entre PP y Vox en ese Ayuntamiento, pero viendo cómo la prensa cercana al Partido Popular se lanza a la yugular de VOX, aludiendo que suma sus votos al PSOE en Sevilla, me da que hay algo espurio que se pretende comunicar. Insisto, desde mi ignorancia en esas deliberaciones, pero lo que más se me antoja razonar es que VOX se debe a su programa y votantes y no a los intereses del PP. Por lo que no es que se sume al PSOE en contra de nadie sino en respeto a sus votantes. Algo que suele ser abandonado por los políticos y a lo que nos hemos acostumbrado los ciudadanos, no por imposición, sino por voluntad propia, para muestra, los votos.
No se ha publicado la Ley de Amnistía
No podemos olvidar que todavía no se ha publicado la Ley de Amnistía. Pero no alberguéis falsas esperanzas de que se obre un milagro y su Majestad se niegue a firmar. No, no es eso. Es que el sátrapa Pedro Sánchez Pérez-Castejón todavía no ha ordenado que se le lleve el documento hasta que él y sólo él lo decida de acuerdo a sus ilegítimos intereses, que no son otros que esperar las elecciones europeas. De ahí que me pregunto: ¿En España quién coño manda? Hasta donde yo conozco el Gobierno está obligado a presentar presupuestos generales en cada ejercicio. Todo ello obligado por la Constitución Española y no lo hace porque no tiene los votos suficientes. ¿Y qué pasa? Nada de nada. Las sentencias de ese Tribunal llamado «Constitucional» sólo las cumplen quienes respetamos el estado de derecho; el resto, ‘no’. ¿Y qué pasa? Nada de nada.
¿Así pues, quién coña manda en España? Fácil. Manda los fascistas secesionistas vascos y catalanes junto con los asesinos etarras, a los que se suman los comunistas. Todos ellos son los titiriteros que mueven al sátrapa Pedro Sánchez Pérez-Castejón y dictan literalmente las leyes que luego hacen firmar a su majestad el rey Felipe VI de España, que sumisamente sentado en su trono, «cumpla» con su deber o el que cree que lo es… Como dijo el hidalgo caballero: «La sangre se hereda, la virtud se aquista, por lo que, la virtud por sí sola vale, lo que la sangre no reúne». Lo que viene a decir que los españoles seremos lo que permitamos ser a quienes nos gobiernan. Votar es algo más que poner una papeleta en una urna. Votar significa prestar tú confianza al que te ha de gobernar (Luis Torres Píñar). Si anteriormente has votado a quién te ha engañado, te aconsejo no repetir el error. Tan sólo contribuirás a que tus hijos y nietos vivan peor de lo que tú lo hayas podido hacer…
Ahí lo dejo.
Luis Torres Píñar| ¿En España quién coño manda?
