Guardia Civil, Policía y Mozos iban a cumplir la Ley el 1-O «sin ningún género de dudas»

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FOTOGRAFÍA. AUDIENCIA NACIONAL (MADRID), JUICIO DLE PROCÉS A LA CÚPULA CORRUPTA DE LOS MOZOS, 18.02.2020. El ex director general de los Mossos d'Esquadra Albert Batlle (izq) saluda a su llegada al juzgado de la Audiencia Nacional antes de prestar declaración durante una nueva sesión del juicio contra la cúpula de la policía autonómica por su actuación en el 1-O, este martes, en San Fernando de Henares, a las afueras de Madrid. Efe

Lasvocesdelpueblo y Agencias- El exdirector de los Mossos Albert Batlle, que dimitió meses antes del 1-O por su «incomodidad» con la deriva independentista, ha asegurado este martes que a parte del separatismo le pareció «una puñalada trapera» el nombramiento de Josep Lluís Trapero como comisario jefe del cuerpo. Madrid (España), martes 18 de febrero de 2020. 

Batlle ha declarado en el juicio de la Audiencia Nacional a Trapero y a la cúpula de los Mossos por su actuación en el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 en Cataluña.

Ha explicado que decidió nombrar mayor a Trapero porque creía que había un «vacío» en el cuerpo, una vez que la policía autonómica ya se había desplegado totalmente en Cataluña.

«Estábamos en un buen momento; los Mossos habían hecho un buen trabajo», ha enfatizado, por lo que creyó «oportuno» recuperar la figura de mayor, vacante desde 2007, ya que no entendía por qué no se había cubierto antes.

Igual que ya hiciera en el juicio del «procés» en el Tribunal Supremo, Batlle, que ejerció el cargo con Jordi Jane de conseller de Interior, ha explicado que decidió dimitir cuando lo hizo su jefe político, que fue sustituido por Joaquim Forn y quien, según el testigo, tenía derecho a elegir su equipo.

Batlle alegó motivos personales, familiares y profesionales, pero sobre todo la «incomodidad» por la situación que se estaba produciendo en Cataluña y que «desgraciadamente se ha ido prolongando en el tiempo».

Además, sentía que no contaba con la «confianza política» de una parte del Gobierno catalán, como sabía también que una parte del independentismo recibió como «una puñalada trapera» que Trapero fuera el máximo responsable operativo de los Mossos.

Cuando dimitió, Batlle estaba totalmente convencido de que los Mossos, «como siempre», seguiría cumpliendo con las normas. Y según ha dicho, de que Trapero, que tenía «una gran autoridad en el conjunto del cuerpo», también lo haría. No tenía duda de ello.

Preguntado por una reunión que Joan Vidal de Ciurana, secretario del Gobierno catalán presidido entonces por Carles Puigdemont, solicitó a Trapero en septiembre de 2016 para preguntarle dónde estarían los Mossos si se produjera una «doble legalidad» en Cataluña, el testigo ha dicho que aunque no recordaba todos los detalles, el mayor respondió: «legalidad solo hay una».

«Con eso debió terminar la reunión», ha añadido Batlle, quien durante su mandato, y ante las manifestaciones de algunos sindicatos de los Mossos, llegó a pedir «una estricta neutralidad» política del cuerpo, «como se ha ido produciendo de forma mayoritaria».

También se ha referido a su relación con el coronel Diego Pérez de los Cobos, director de Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad, con quien preparó la Junta de Seguridad de Cataluña.

Para Batlle, el coronel, que luego fue nombrado coordinador del dispositivo policial del 1-O, era un cargo del Ministerio del Interior, al que nunca vio con uniforme y con el que despachó «muchísimas veces» para preparar la Junta.

Reuniones a las que le acompañaba Trapero y en las que «había momentos de tensión», porque se hablaba del ejercicio de competencias y la parte catalana quería que los Mossos tuvieran «más facultades». «En ocasiones, se produjo una fuerte tensión dialéctica», ha apostillado.

En la sesión de hoy ha declarado también el jefe de la Comisaría Superior de Coordinación Central de los Mossos, Joan Carles Molinero, que a preguntas del Ministerio Fiscal ha asegurado que los mandos de la policía autonómica no tuvieron duda alguna de que el 1-O «íbamos a cumplir la legalidad».

Ha explicado que al menos en dos ocasiones, y acompañando a Trapero, advirtieron a Puigdemont de lo que podía ocurrir. Según ha relatado, le dijeron a presidente de la Generalitat que si se llevaba a cabo el 1-O, la Guardia Civil, la Policía Nacional y los Mossos iban a dar cumplimiento a los autos judiciales «sin ningún género de dudas».

Y le advirtieron de que la celebración de la consulta ilegal «podría provocar problemas de orden público importantes». «Era nuestra principal preocupación», ha aseverado.