Ignacio Aguado Crespo se da de baja de Cs tras exigir la «dimisión» de Inés Arrimadas y la de «toda la Ejecutiva» naranja por los «nefastos resultados electorales» y «huida hacia delante» con una falsa «refundación» del partido

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FOTOGRAFÍA. MADRID (ESPAÑA), AÑO DE 2018. El portavoz de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid, Ignacio Aguado. Efe

Redacción.- Madrid (España), lunes 22 de agosto de 2022. Ignacio Aguado Crespo, uno de los hombres con más poderes en Ciutadans Partit de la Ciudadanía Ciudadanos (Cs), después de la actual presidente nacional de la formación, Inés Arrimadas García, quien hasta hace un año y medio tuvo que dejar todos sus cargos en el partido y en las instalaciones después de que la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Natividad Díaz Ayuso, disolviera la Asamblea de Madrid y convocara elecciones anticipadas sospechando un pacto Cs-PSOE-Unidas Podemos-Mas Pais para una moción de censura para echar al PP del poder, tenía todos los números para dirigir la formación naranja, se ha dado de bajo de Cs este lunes.

Aguado no dimitió por su propia voluntad. Los de Inés Arrimadas García le obligaron a ceder el sitio al fracasado candidato Edmundo Bal Francés, quien sacó su mejor resultado de todos los tiempos: pasó de ser el partido del Gobierno madrileño a quedarse fuera de la Asamblea de Madrid.

En su carta difundida por él mismo en sus redes sociales, Aguado denuncia la falta de liderazgo de Inés Arrimadas García y, sobre todo, carga fuerte contra la llamada «refundación» de Cs en que ni los simpatizantes y militantes creen ni tampoco el propio Aguado: «ninguna de las dos cosas se ha producido. Más al contrario, la dirección del partido ha decidido emprender una huida hacia adelante, que no comparto, disfrazada de una refundación en la que no creo».

El exlíder de Cs en Madrid dice que se va de Cs llorando porque la ‘tropa’ de Inés Arrimadas García se ha aferrado en la dirección del partido.

Aguado no tira la toalla en insinúa que irá a otro partido que cree en la unidad nacional y en una España de ciudadanos «libres e iguales».

Siendo Ayuso la líder madrileña del PP, queda poco probable que Aguado acabe en el PP Madrid dado que el vicepresidente le falta mucho respeto a su jefa en el Gobierno de la comunidad de Madrid, Isabel Natividad Díaz Ayuso.

Tampoco Vox podría ser el destino de Aguado porque es el mismo Aguado que impidió el primer Gobierno tripartito VOX-PP-Cs, presidido por Isabel Natividad Díaz Ayuso, hasta que los de Santiago Abascal Conde, liderados por Rocío Monasterio San Martín, pasaran a ser únicamente la «llave» de un Gobierno bipartito de Ayuso (PP) y Aguado (Cs).

Por lo que Aguado podría liderar la creación de una nueva formación política «progre» o buscarse un hueco en el PSOE aunque tenga que cohabitar con filoetarras-bilduetarras y comunistas.

LA CARTA ÍNTEGRA DEL EXVICEPRESIDENTE DE LA COMUNIDAD DE MADRID Y EX-LÍDER DE CIUDADANOS (CS) EN LA REGIÓN MADRILEÑA

«Madrid, lunes 22 de de agosto de 2022.

Han pasado más de 2 meses desde que solicitara públicamente la dimisión de toda la Ejecutiva nacional de Ciudadanos y la convocatoria de un Congreso Extraordinario.

El motivo de mi petición no fue otro que los nefastos resultados electorales cosechados en Andalucía (donde Ciudadanos pasó de 21 a 0 escaños) unidos a los pésimos resultados ya obtenidos meses atrás en Cataluña, Madrid y Castilla y León.

Entendía en junio y entiendo hoy que las sucesivas debacles electorales eran motivo más que suficiente para que se produjera la dimisión inmediata de toda la Ejecutiva y se diera voz a los afiliados en un Congreso Extraordinario donde se acordara un nuevo rumbo y un nuevo liderazgo.

Sin embargo, ninguna de las dos cosas se ha producido. Más al contrario, la dirección del partido ha decidido emprender una huida hacia adelante, que no comparto, disfrazada de una refundación en la que no creo.

Y es que el problema no son ni las ideas ni los principios fundacionales de Ciudadanos, sino la ausencia total de estrategia, el desgaste de la marca y la falta de un liderazgo capaz de volver a ilusionar a los votantes. Y para poner remedio a eso, o al menos intentarlo, no hace falta una refundación sino un Congreso.

Pero digo más. Aún suponiendo que fuera necesaria una refundación, ésta tendría que ser impulsada por una nueva Ejecutiva y no por la misma que lleva tres años encadenando un fracaso electoral tras otro.

Lamentablemente, no parece que mi petición o mis argumentos hayan tenido algún tipo de efecto sobre quienes deben tomar estas decisiones.

Y lo siento de veras.

Un año y medio después de haber dejado todos mis cargos en el partido, me doy de baja como afiliado con una enorme pena, pero también con la cabeza alta y el agradecimiento infinito a todos los compañeros y votantes que confiaron en mi para llevar a Ciudadanos, primero al Parlamento regional y, después, al Gobierno de la Comunidad de Madrid.

Mi paso por Ciudadanos acaba hoy, pero mi amor por España y mi empeño por legar a mi hijo un país de ciudadanos libres e iguales seguirán vivos para siempre.

Ignacio Aguado».