Islam| Las multitudes regresan al monte Arafat en apogeo de peregrinación a La Meca

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FOTOGRAFÍA. RIAD (ARABIA SAUDITA), 08.07.2022. El monte Arafat, situado a 22 kilómetros de La Meca, volvió a recibir este viernes a multitudes de fieles musulmanes para llevar a cabo el ritual más importante de la peregrinación anual a esta ciudad sagrada, tras dos años con afluencias muy reducidas por la pandemia de la covid-19. Efe

Efe.- Riad (Arabia Saudita), viernes 8 de julio de 2022. El monte Arafat, situado a 22 kilómetros de La Meca, volvió a recibir este viernes a multitudes de fieles musulmanes para llevar a cabo el ritual más importante de la peregrinación anual a esta ciudad sagrada, tras dos años con afluencias muy reducidas por la pandemia de la covid-19.

El millón de creyentes autorizados para hacer este año el ‘hach’ -o peregrinación mayor- se desplazó desde el vecino valle de Mina, donde comenzaron el jueves los rituales y en el que la mayor parte de ellos pasó la noche alojada en tiendas de campaña.

Según las autoridades saudíes, hasta el momento no se han registrado casos de coronavirus, mientras que tampoco ha habido incidentes como estampidas, que en el pasado han dejado muertos, siendo la más grave en 2015 con 2.000 fallecidos.

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Las multitudes regresan al monte Arafat en apogeo de peregrinación a La Meca
Sin embargo, las autoridades saudíes advirtieron que se han observado poco más de un centenar de «violaciones» menores, que incluyen la falsificación de las acreditaciones para acudir a los lugares sagrados e incluso intentar colarse a la peregrinación por rutas alternativas, según la agencia de noticias oficial saudí SPA.

VUELTA A LA NORMALIDAD

Ataviados con las prendas blancas y sin costuras del «ihram», dos piezas para los hombres y una túnica larga para las mujeres, y bajo un calor intenso que superó los 44 grados, los peregrinos realizaron el rito de «Al Waqfa» (La Estancia), por el que los musulmanes expían sus pecados.

«Al Waqfa» es considerado el punto culmen de la peregrinación y, mientras los seguidores del islam que no han podido acudir a La Meca participan desde sus casas a través de la retransmisión por televisión, quienes acuden al monte Arafat llevan a cabo el «Wuquf» (estar de pie), consistente en reflexionar y hacer súplicas a dios desde la madrugada hasta la puesta de sol.

La presencia en el monte Arafat (que significa «conocimiento») tiene una connotación especial ya que es el lugar donde el profeta Mahoma pronunció su sermón de despedida durante su última peregrinación a la Meca en el año 632.

También, según el islam, es el sitio en el que se encontraron y se conocieron en la tierra Adán y Eva, y es donde los peregrinos expían sus pecados en la actualidad en un escenario que simboliza el día del juicio final.

LOS FIELES LLENAN LA MEZQUITA

Tras subir el Arafat, decenas de miles de fieles llegaron a la mezquita de Al Namira, aledaña al monte y con capacidad para más de 300.000 personas, para escuchar el sermón desde el lugar donde el profeta acampó antes de pronunciar su última oración.

La mezquita, abarrotada por primera vez desde el inicio de la pandemia, cuando se tenía que respetar la distancia de seguridad de un metro y medio entre fieles, fue el lugar donde los peregrinos realizaron una de las oraciones más importantes del ‘hach’, que estuvo acompañada de la ‘jutba’ o sermón.

Este año, el sermón fue a cargo del exministro de Justicia saudí y actual secretario general de la Liga del Mundo Islámico, Mohamed Al Issa, considerado uno de los académicos más moderados en la actualidad, que se ciñó a un discurso exclusivamente religioso.

Tras dos años de restricciones en los que apenas pudieron peregrinar un millar de fieles en 2020 y 60.000 el año pasado debido al coronavirus -todos residentes en Arabia Saudí-, esta vez las autoridades saudíes concedieron un millón de permisos para hacer el hach y permitieron el regreso de musulmanes de otros países.

La cifra de peregrinos, sin embargo, todavía queda lejos de los dos millones y medio que acudieron al evento en 2019, antes de la pandemia.

Con la puesta de sol, los peregrinos deben dejar el monte Arafat para dirigirse a la zona de Muzdafila, donde pasan la noche y recogen guijarros para lapidar tres columnas que simbolizan las tentaciones del diablo en la tercera y última jornada de la peregrinación, víspera del inicio de la fiesta del Sacrificio (Aíd al Adha), la principal festividad del islam.