La votación de las sillas del PP y PSOE en el Tribunal Constitucional puede traer sorpresas

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FOTOGRAFÍA. CONGRESO DE LOS DIPUTADOS. INVESTIDURA DEL CANDIDATO PEDRO SÁNCHEZ PÉREZ-CASTEJÓN. 04.01.2020. Vista general del hemiciclo durante la intervención del candidato a presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el 4 de enero de 2020, en el Congreso de los Diputados en la primera jornada de la sesión de investidura. Efe

Efe.- Madrid (España), martes 9 de noviembre de 2021. El PSOE es consciente de que ha tenido que tragarse «un sapo» con los polémicos perfiles escogidos por el PP para renovar el Tribunal Constitucional y prefiere limitarse a votar lo acordado este jueves en el pleno del Congreso de los Diputados, pero el hecho de que la votación sea secreta puede traer sorpresas.

Será una de las votaciones más incómodas para el PSOE, que prefiere asumirla como un puro trámite necesario para renovar parte de los órganos constitucionales pendientes, entre ellos el propio Tribunal Constitucional.

En concreto, el PSOE y el PP acordaron el pasado 21 de octubre los nombres de cuatro miembros del Tribunal Constitucional, el recambio de los doce consejeros del Tribunal de Cuentas, los relevos en la cúpula de la Agencia Española de Protección de Datos, además de situar a Ángel Gabilondo como Defensor del Pueblo.

Quedó fuera de este pacto el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), aunque los socialistas confían en llegar a un entendimiento también con el PP en este asunto.

Antes queda pendiente cerrar del todo la primera fase con la votación este jueves en el pleno del Congreso de los Diputados de la renovación del resto de órganos, pero hay dos nombres que resultan especialmente incómodos para el PSOE, que son los dos propuestos por el PP para el Constitucional: Concha Espejel y Enrique Arnaldo.

El portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha dicho que su grupo ha tenido que «tragar sapos» en la negociación con determinados perfiles al ser socio del PSOE en el Gobierno de coalición, pero lo ha justificado en la necesidad de acometer la renovación del Tribunal Constitucional.

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, del PSOE, también prima el acuerdo e insiste en que no pueden «hacerse cargo de lo que proponen otros grupos políticos», en referencia al PP, pero el malestar con la elección de Espejel y Arnaldo es evidente también entre los socialistas.

«No gustan pero es un acuerdo y somos de cumplir acuerdos», comenta a Efe un diputado del PSOE, que recalca que harán lo que marque la dirección del grupo parlamentario, por lo que asegura que no hay «ninguna posibilidad de fisura» en las votaciones.

Espejel fue apartada del caso Gürtel por su afinidad al PP, mientras que Arnaldo ha colaborado con FAES, estuvo investigado en el caso en torno al sobrecoste del velódromo Palma Arena y según han publicado algunos medios apareció en las grabaciones de la UCO en el caso Lezo en una conversación con el expresidente madrileño Ignacio González.

Sin embargo, tanto Espejel como Arnaldo defendieron su imparcialidad en su comparecencia el 2 de noviembre en la comisión consultiva de nombramientos del Congreso de los Diputados, que dio el visto bueno de todos los nombres propuestos para el Constitucional con la única presencia de los parlamentarios de PP, PSOE y Unidas Podemos, que votaron a favor, y del Grupo Plural, que se abstuvo.

El resto de grupos se ausentaron del debate por considerarlo un «teatrillo» y un «paripé», pero en el PSOE hubo una voz crítica, la del diputado socialista Odón Elorza, que ejerció como portavoz del PSOE en la comisión junto a Francisco Aranda.

Elorza planteó una batería de preguntas a Arnaldo para tratar de aclarar las «sospechas» sobre su «claro partidismo político», mientras que Aranda fue muy correcto con Espejel, a la que otorgó «presunción de imparcialidad» con el ánimo de valorar el acuerdo cerrado con el PP en lugar de «objetar» su trayectoria judicial.

El jueves no intervendrá Elorza en el pleno para defender la renovación de los órganos constitucionales, sino que lo hará Aranda, en un claro intento del grupo parlamentario socialista de eliminar cualquier tipo de cuestionamiento en público.

Aún así, las críticas han continuado por parte de Olorza, que en una entrevista este fin de semana ha dicho que la elección de Arnaldo como miembro del Constitucional es una «indignidad para la institución y para el propio Congreso que lo tendrá que votar».

Aunque en la comisión no hubo sorpresas con el resultado al votar de forma ponderada y en bloque cada grupo parlamentario, en el pleno del Congreso no está tan claro, ya que la votación será telemática, secreta y de forma individual.

En el caso del Tribunal Constitucional, por ejemplo, cada diputado podrá poner hasta cuatro nombres y el recuento se hará con el número de votos que haya obtenido cada uno de los candidatos propuestos.

Los elegidos deberán contar con una mayoría cualificada de tres quintos, que suman el PSOE y el PP.

Con el pacto entre los dos principales partidos el resultado final está asegurado pero puede que las cuentas no cuadren del todo y algún diputado socialista o de Unidas Podemos decida rebelarse.

Es una opción que ha alentado el portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Edmundo Bal, que se ha dirigido por carta al resto de portavoces, salvo al de EH Bildu, para pedirles que voten en contra de los candidatos pactados por el PP y el PSOE con el fin de preservar «el prestigio» del Parlamento.