Los alcaldes derrotados del PP piden la dimisión del presidente del PP, Mariano Rajoy Brey

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El dirigente provincial anuncia un reglamento sobre participación interna, listas abiertas y limitación de mandatos y llevarlo a Madrid. Los alcaldes y concejales de la provincia de Valencia expresaron ayer abiertamente su cabreo por una derrota electoral que el próximo día 13 de junio los sentará en la mayoría de los casos en la bancada de la oposición. La provincia de Valencia ha perdido más de 256.000 votos respecto a 2011, un tsunami que ha borrado el azul del mapa municipal. El PP, con un 26% del voto en la provincia, sigue siendo el partido más votado, pero será, como le ha ocurrido a Alberto Fabra en la Generalitat, una victoria inutil, ya que no le servirá para conservar la mayoría de los ayuntamientos y la diputación. Y los alcaldes tienen claro un responsable: Mariano Rajoy. Si el Gobierno central hubiera cambiado la ley para que la listas más votada fuera la que gobernara en los municipios, la situación sería distinta y casi todos conservaría la vara de mando; informa Julia Ruiz -de Levante-.

Esta reflexión estuvo ayer en boca de los más de doscientos representantes locales que asistieron a la junta directiva provincial convocada para analizar los resultados. Y dio pié a numerosas intervenciones en las que directamente se pidió la dimisión del presidente del Gobierno. Como se veía venir, los alcaldes ya no se muerden la boca y culpan de sus resultado, en primer lugar, a Rajoy y, en conjunto, a sus políticas de recortes. Además de la paralización de la ley para que gobierne la lista más votada, hubo otros reproches hacia el líder nacional. Varios dirigente locales tomaron la palabra para echarle en cara la ley de sostenibilidad (que limita el gasto de los ayuntamientos), así como el no haber atendido las exigencias del Consell para cambiar el modelo de financiación. Rajoy fue, según varios asistentes, el blanco de las críticas con numerosas intervenciones exigiendo su dimisión. Durante la reunión, presidida por el presidente del PP de Valencia, Vicente Betoret, también se lanzaron dardos contra Fabra. Algunos pidieron su dimisión inmediata, incluida la de todo su equipo al entender que, además de su responsabilidad en la derrota, no es lógico que siga al frente del PP.

También hubo referencias a sus líneas rojas y a la caída de Alfonso Rus, exbarón provincial, por las grabaciones del exgerente de Imelsa. «Si tenemos que creer a Marcos Benavent, por qué no a Barcenas», comentó uno de los participantes, para quien las líneas rojas deberían aplicarse a Rajoy, Dolores de Cospedal y Ana Mato. El único conseller que asistió a la reunión fue Luis Santamaría.

Vicente Betoret, sucesor de Rus al frente del partido, afrontó una reunión de alto voltaje con propuestas de regeneración y, con el compromiso de que trasladaría las quejas de los asistentes a Génova en la reunión convocada por la dirección nacional la semana que viene. Betoret, que necesita reforzarse tras los malos resultados y de cara a la renovación interna, siguió la línea de los barones de Alicante y Castelló (que celebraron sus propias juntas el día anterior) y anunció unas jornada en julio para abordar «aquello que la gente está demandando y hasta ahora no hemos tratado». «Queremos hablar de listas abiertas, de limitación de mandatos y de primarias», aseguró. Fuentes de la provincial precisaron que no se trata sólo de un debate sino que el objetivo es redactar un reglamento de participación interna y trasladarlo a Génova para que lo aplique en el próximo congreso nacional. «Es el momento de dar un golpe de timón a la situación», aseveró. También se creará una comisión para estudiar los pactos postelectorales.

<Julia Ruiz de Levante EMV>